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La comunidad musical llora a Paco Civera,  “el mejor batería que ha existido en Teruel” La comunidad musical llora a Paco Civera,  “el mejor batería que ha existido en Teruel”
El músico turolense tocando en 2007 en la plaza del Seminario. Cedida

La comunidad musical llora a Paco Civera, “el mejor batería que ha existido en Teruel”

El turolense, fallecido el domingo a los 46 años, formó parte de numerosos proyectos de rock
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“Paquito era un tío entrañable, y uno de los mejores baterías junto a los que he tocado”. Esa frase la dice Toni Alcaine, una de las personas que en más ocasiones compartió escenario o local de ensayo con Paco Civera, gran baterista de la capital turolense, fallecido el pasado domingo a los 46 años. Sin embargo la firmarían, palabra por palabra, muchísimos guitarristas, cantantes, pianistas, bajistas o percusionistas, algunos de ellos legendarios en el ámbito de Teruel, que tuvieron la fortuna de compartir con Civera conciertos y andanzas durante los últimos 25 años.

Su fallecimiento el pasado domingo tras un cáncer dejó consternada a la comunidad musical y cultural turolense, entre la que era muy apreciado y valorado.

Paco Civera comenzó a juntarse con amigos para tocar desde muy joven, aunque la primera banda estable en la que se integró fue Ferrocarril Sur, junto a Victorino Soriano (guitarra), Rubén Fernández (bajo), Iñaki Navarrete (saxo), Paco Alcaina (saxo) y Frankcho Gallego (teclados). Tocaban blues y rock, actuaron en la Vaquilla de 1999, e  incluyeron dos temas en el disco Cielos Teruel, un recopilatorio que editó el Ayuntamiento de Teruel a favor de la asociación de apoyo a drogodependientes TUCO en junio de 1999, con temas en directo de músicos turolenses y aragoneses como David Civera, Tierra y Lágrimas, Agustín Alegre o Dekerusa, entre otros.

Una de sus bandas de referencia fue Corleone, que se formó a finales de 1999 con Rubén Fernández (bajo), Frankcho Gallego (teclados y guitarra), Fernando Murciano (guitarra), Pilar Collados (voz), Toni Alcaine (voz) y Paco Civera (batería). La banda debutó el 29 de abril de 2000 en la plaza de San Juan de Teruel, y desde entonces y durante unos tres años llevó su propuesta de rock frenético y juerguista por toda la provincia.

El músico zurdo Paco Civera estaba considerado por sus compañeros como el mejor batería de Teruel. Cedida

Durante esa época Frankcho Gallego, pianista turolense y director del centro de estudios musicales On Music, recuerda la sintonía musical y humana que mantuvo con Paco. “En los ensayos alcanzábamos un estado de sincronía que no he experimentado con ningún otro batería”, explica. “Era una sensación extraña, como si en el ensayo estuviéramos él y yo solos. Pese a que el piano y la batería no son instrumentos que empasten especialmente bien, sin proponérnoslo estábamos en la misma onda; yo tocaba el piano pendiente solo de lo que él hacia con la batería, y viceversa”. Esa consonancia se trasladó a lo personal a través de una sólida y duradera amistad. Con su habitual humor Gallego asegura que Civera era como Mary Poppins: “cuando necesitabas algo aparecía de repente para ayudarte, y cuando el problema se solucionaba desaparecía discretamente”. Y como músico afirma sin dudar que “fue el mejor baterista que he conocido, a años luz de cualquier otro”.

El cantante Toni Alcaine, propietario de la antigua sala El Sótano y del actual Lebowsky, recuerda mil anécdotas divertidas de las andanzas que vivió con Paco Civera durante sus años en Corleone: “La primera vez que toqué junto a él fue en las fiestas de Castelfabib. Yo llevaba solo dos semanas con ellos e iba ensayando las canciones en la furgo, con Paco. Llegamos al pueblo y allí no nos esperaba nadie. Llegó uno con una resaca que no podía con el pelo y con el resto de la Comisión, que estaban igual, nos montaron un escenario con una estructura metálica, cubierta con tablones, puertas viejas y trozos de madera, y una moqueta encima para que hiciera bonito”, explica Alcaine. “Era nuestro primer concierto y yo iba super entusiasmado, dando botes... y cada vez que saltaba yo después saltaba él, porque estaba al otro lado de una puerta que hacía balancín... qué bien nos lo pasábamos juntos”.

El bajista Rubén Fernández coincidió durante dos años y medio todos los lunes con él, en un viaje que hacían a Valencia a una academia de música. Y de la etapa de Corleone se queda con “el último bolo de la primera gira, en Bujaraloz, con Paco con el taburete de la batería en la cabeza, imitando a un Guardia Civil. O cuando se ponía en plan Faemino y Cansado a soltar chorradas... te morías de risa con él”.

Paco Civera estuvo en los primeros años de la banda decana Luciopercas. Cedida

Tras la disolución de Corleone la banda volvió a reunirse el 15 de septiembre de 2007 en el concierto que se organizó en homenaje  a José Luis Ibarzo Goli, bajista fallecido en junio de ese año.

Paco Civera, que como músico destacó por ser un absoluto perfeccionista, en constante formación y evolución, y capaz de aprender un repertorio nuevo de una docena de canciones en pocos días, colaboró además en la grabación de algunos temas del segundo LP de Visitantes (Con la horca como futuro, 2001), antes de que Gustavo Ramos entrara en la formación.

Y en aquellos primeros años del nuevo siglo también formó parte de una de las bandas decanas de Teruel, que todavía sigue en activo. Se trata de Luciopercas, donde tocó la batería junto a Tomás Paricio (guitarra), Manolo Zuriaga (guitarra y armónica), Antonio Pérez Salas (guitarra), Federico de Piagio (bajo), Zarko (flauta), José Luis Binéfar (trompeta), Carlos Paricio (saxo), Bernardo Ortega (saxo), Luis Guillén (bajo), Paco Peña (bajo) y Miguel Bellosta (guitarra). La banda se creó en 2003 aunque debutó en 2005 en Caudé y Escucha, y en abril de 2006 en la capital turolense, con un concierto en la Fonda del Tozal.

Antonio Pérez Salas estaba en esa primera etapa de los Luciopercas y también coincidió con él en Los Lunes, junto a Paricio, Guillén, y Ade Laredo (voz), poco después, o en los Singermornings -con Gallego y Paricio-. De Paco destaca que era “excelente, entrañable, sencillo y un excelente batería. Tenía un tempo inmutable, era un metrónomo humano, con un toque cálido pero contundente y muy expresivo”. Pérez Salas asegura que amaba tanto la música que “prefería tocar en petit comité, con amigos, que prodigarse en directos. Sobre todo en su local, en la casa de su hermano Juancar, donde tenía su batería y acabó convirtiéndose en su espacio favorito”.

Además Civera tocó en el Ruta Rockin’ Blues Band, con Chema Mangas (guitarra), Pablo Cruz (guitarra), Luis Guillén (bajo) y Rafael Amela (voz), y con muchos más músicos, como Jose Rueda (guitarra), en colaboraciones o en proyectos que, aunque en algunas ocasiones no llegaron a ser conocidos en directo, alcanzaron una gran calidad.

En 2014 sustituyó a Gustavo Ramos como batería de EFFE en un concierto en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza, el sábado de Vaquilla y presentando su primer disco, Cuentos de invierno. Fabián Navarrete recuerda que “Gus estaba a punto de ser padre de su primera hija, no podíamos tocar con él y no teníamos tiempo para nada. Se lo dijimos a Paquito porque sabíamos que era el único capaz de salvarnos el culo, y así fue. Se aprendió el repertorio en tiempo record y Rubén, al bajo, iba marcándole los finales de las canciones. Sacó el concierto de sobresaliente, como era él”. Navarrete afirma que “Paco era el único capaz de enmarronarse así, sin necesidad, solo por ayudarte, y después de salvarte irse caminando tranquilamente con su Sara, como si acabara de tomarse un cortado”. “La gente solo se va si se le olvida”, asegura el cantante turolense, “y Paco va a estar siempre en la memoria y el recuerdo de mucha gente”.

La última formación con la que ensayaba regularmente fue The Black & Deckers, una banda formada por Nacho Díaz (bajo), Javier Garzarán (guitarra), que fue sustituido al tiempo por Guillermo Paricio, Toni Alcaine (voz) y Víctor Vallés Torres, junto a Civera.

Toni Alcaine, cantante de ese grupo que no ha llegado a debutar en directo, destaca del batería zurdo Paco Civera lo virtuoso que era. “En cinco minutos te sacaba la batería de la canción que quisieras. Yo he cantado canciones a dúo solo con él, voz y batería, y el bajo y la guitarra se iban acoplando después... dime la banda qué quieras, no sé... ¿Lori Meyers? Paco podía tocar con cualquiera de ellos sin problemas”.

El guitarrista Jose Rueda también ensayó en alguna ocasión con él en su local de Castralvo. “Me impresionó un día que cogí una canción de Dream Theater para tocar, que no es nada sencilla... Paco se puso con la batería y, sencillamente, era exactamente igual a la original”.

Alcaine, con idéntico cariño y nostalgia que muchisimos otros músicos turolenses, asegura que Paco Civera era un excelente amigo y batería -”Mejor persona incluso que batería, que ya era decir,” apostilla Pérez Salas citando a su amigo Luis Guillén-. Pero si tiene que destacar algo en especial, afirma que es “el poderío que nos ha dado a los demás, lo mucho que nos enseñó. Él era muy generoso, siempre eran los demás primero y después él. Y era tan buen batería, estudiaba tanto y era tan perfeccionista buscando su sonido, que sin querer aprendimos mucho a su lado”.   

Paco Civera llevando la batería de Ruta Rockin’ Blues Band. Archivo