La ciudad de Teruel se rinde a los Marea en un concierto inolvidable

El reloj marcaba las 19:30 de la tarde cuando una larga cola de gente serpenteaba frente a las taquillas del Palacio de Exposiciones y Congresos de Teruel. Apenas había transcurrido media hora desde que La Peña el Ajo -organizadora del evento- abriera las puertas del recinto, pero los más puntuales o, si se prefiere, los más impacientes, esperaban su turno para validar la entrada y recibir la pulsera que les daría acceso a los conciertos. El sol brillaba entre las nubes, pero el viento estropeaba la calma de esa tarde de mayo. No importaba, en unas horas Marea tocaría por primera vez en Teruel con la gira de su último disco, El azogue.

A esa hora, la explanada de Los Planos estaba ya plagada de coches, furgonetas e incluso caravanas. No faltó quien acudió con sillas, mesas y hasta pequeños porches para disfrutar de una buena merienda previa a los conciertos. Vendedores ambulantes aprovechaban entonces para ofrecer camisetas de la gira El azogue, con un vistoso logotipo de Marea en la parte delantera. Un grupo de jóvenes de Utrillas -que daba la sensación de haber comenzado la fiesta hacía horas- se dejó embaucar y terminó comprando tres camisetas que se pusieron al instante. En ese momento, pequeñas gotas de lluvia empezaban a caer y la gente miraba al cielo con cierta preocupación.

Tal y como estaba previsto, a las 20:00 horas, el grupo de rock turolense, EFFE, tocaba los primeros acordes de la noche y empezaba el concierto. El escenario era un verdadero espectáculo. A los imponentes sistemas de luces y de sonido se sumaba un fondo con una enorme calavera pirata adornada con un sombrero; insignia indiscutible de Los Marea.

Sonaba la primera canción del grupo turolense cuando una lluvia intensa sorprendió a los asistentes. Algunos corrieron a refugiarse dentro del pabellón, otros, aguantaron el temporal junto al escenario mientras la banda seguía tocando sin hacer mucho caso a la tormenta. Fuera, los que hacían cola se acinaron bajo el porche del Palacio de Exposiciones para no mojarse. Poco a poco, la lluvia amainó y volvió a salir el sol, acompañado, esta vez, por un arcoíris. 

Por suerte, no hubo más interrupciones y EFFE pudo continuar con el concierto con normalidad. Tras el remojón, la gente pareció animarse todavía más y cantaba a viva voz con la banda temas como A la sombra de una encina.  El recinto comenzaba a llenarse. Los camareros en las barras casi no daban abasto para calmar la sed de cuantos allí estaban. A las 20:45, cuando EFFE se despedía para dar paso a Bocanada, la gente aprovechaba para cenar algo antes de continuar con los conciertos. Las colas volvían a sucederse, esta vez frente al único puesto de comida que había en el recinto. Bocadillos, perritos calientes, salchipapas, patatas fritas… todo pasaba mejor acompañado de una buena cerveza.

Los teloneros habituales de Marea no defraudaron. Bocanada consiguió hacer saltar a los asistentes con canciones como Más Animal, Como los ratones o Comiendo soles. El mejor preludio para lo que llegaría después. Se acercaba la hora de que Los Marea saliesen a tocar y fuera la cola continuaba creciendo, tanto que algunos esperaban más de 40 minutos para poder entrar. 

Pasaban de las 22:00 horas y los asistentes esperaban ansiosos la salida de los cinco de Berriozar. Veinte minutos después de lo previsto, Marea irrumpía en el escenario y la locura se desataba. El grupo ofreció la mejor versión de sí mismo. Tocaron temas del nuevo disco, como El temblor o En las encías, pero también viejas glorias como Corazón de mimbre, El perro verde, La rueca o Que se joda el viento, con las que hicieron vibrar a las más de 3.000 personas que acudieron a verlos. Los Marea permanecieron en el escenario durante dos horas y media que se hicieron cortas. En ese tiempo también hubo espacio para homenajear a Los Suaves con la canción Preparados para el Rock n’ Roll y para que Fabian Navarrete, vocalista de EFFE, subiese a cantar con Los Marea.

A las 00:30, el grupo de Berriozar se despedía con un “hasta siempre” de su público, que rompía en un gran aplauso. Algunos abandonaron el recinto después del concierto y otros muchos se quedaron para seguir con la fiesta de la mano de los DJ’s, Natxo Martínez, Paco Banaclocha y Jano, que alargaron la música hasta las 7:00 de la mañana.