La banda de rock Dry River ofrece un concierto en Teruel a beneficio de Martina es mi Ángel
El grupo presentará su nuevo álbum en un evento organizado por Sonicarte que se celebrará el sábado 2 de junio en el Jardín de la iglesia de San PedroEl grupo de rock Dry River presentará en Teruel el sábado 2 de junio su último trabajo, 2038, en un concierto a beneficio de Martina es mi Ángel que se celebrará en el Jardín de la iglesia de San Pedro.
El evento ha sido organizado por la Asociación Cultural Sonicarte y cuenta con la colaboración de la empresa turolense de sonido e iluminación DiscoGaser y de la Fundación Amantes.
Las entradas-donativo ya están a la venta, a un precio de 15 euros. Pueden adquirirse en la Farmacia Europa y en el bar Ruta 66, o bien a través de internet en el portal ticketea.com. La recaudación se destinará íntegramente a apoyar a Martina, la niña de Teruel que nació con síndrome de Angelman, una enfermedad rara que limita su desarrollo.
A través del proyecto Martina es mi Ángel, sus padres pretenden dar visibilidad a esta patología y sufragar las terapias para trabajar el desarrollo motor y mental, fisioterapia, logopedia y tratamientos médicos que requiere su hija.
Regreso después de dos años
A este objetivo se ha sumado el grupo Dry River, que se encuentra en la recta final de su gira de primavera y que con este concierto solidario volverá a Teruel dos años después de su primera actuación en la ciudad, cuando participó en la III edición del Festival de Rock Sinfónico Sonicarte.
Tras colgar dos veces el cartel de Sold Out en sus conciertos en Castellón y en Madrid, Dry River presentará su último trabajo en el Jardín de San Pedro el sábado 2 de junio a las 19:30 horas.
La banda castellonense se ha convertido en uno de los grupos revelación de este año. Dos meses después de su publicación, el álbum 2038, que entró en el puesto número 46 de los CDs más vendidos en España, no deja de recibir buenas críticas y sorprender a todo aquel que se deja llevar por su sonido ecléctico y progresivo. Ahora, la banda ha anunciado la reedición del álbum tras haber agotado en tan solo tres meses las primeras mil unidades.
Con 2038, Dry River continúa la ecléctica línea estilística abierta con sus trabajos previos en los que los guiños al funk, al soul o al jazz fluyen de manera natural dentro de los diez cortes que componen el LP. Hibridando las influencias de grandes bandas clásicas como Pink Floyd, Deep Purple o incluso los últimos The Beatles, con su tendencia natural hacia ecos metálicos, el grupo cierra un disco que abarca un amplio rango de sonidos y temáticas líricas. Así, hay lugar para la emoción en forma de balada de Me va a faltar el aire, para la contundencia de Fundido a negro y para la demostración de la maestría de sus componentes en temas como Rómpelo.