La artista turolense Carmen Blasco relaciona La Provenza y Teruel a través del contraste y del color

Aparentemente, La Provenza francesa y las canaleras turolenses tienen poco que ver entre sí. Ni siquiera la responsable de las exposiciones que versan sobre los mencionados temas encuentra algún punto en común que no sea la casualidad y el destino. No obstante, Carmen Blasco expone estos días dos colecciones personales, por un lado, una muestra de ocho cuadros de La Provenza que puede visitarse en el bar turolense de Los Juncos, donde incluso es posible adquirir alguna pieza; y por otra parte, una colección  llamada Las caras del agua, con 16 fotografías que recopilan  los curiosos rostros que existen en las canaleras y bajantes del centro histórico turolense y que ahora también podrán verse en imágenes en la bodega de la tienda de Carmen Blasco, Qué detalle!  Dos colecciones distintas, pertenecientes a disciplinas artísticas diferentes, pero unidas por la misma autora y por un carácter figurativo y realista acompañado de fuertes contrastes y colores intensos. 

Además de estas colecciones personales, la artista participa en la exposición colectiva sobre Teruel que puede visitarse a partir de hoy en el Claustro del Obispado de la ciudad y lo hace con dos cuadros, el primero de ellos una panorámica de la plaza del Torico con personajes tan reconocibles como Barack y Michelle Obama y un segundo de la plaza de la Catedral y del Ayuntamiento, vistos desde la residencia para mayores, Turia.

Carmen Blasco empezó a pintar cuando solo era una niña, pero, por sorprendente que parezca, nunca asistió a ninguna escuela y su aprendizaje fue autodidacta. “Solo he participado en un curso de pintura con acuarela, pero todo lo demás lo he aprendido por mi cuenta”, explica Blasco. 

Los cuadros que actualmente expone en el bar Los Juncos, son el resultado de un viaje a La Provenza. “Me gustó tanto que compré un calendario con fotos de allí y una vez volví a casa decidí reproducirlas en cuadros”, comenta la artista.

En sus obras quedan reflejados pequeños rincones de esta histórica región francesa, como una casita de piedra en medio de un campo de amapolas y margaritas, pequeñas viviendas grises con puertas llenas de color, las ventanas presididas por macetas a rebosar de flores, coquetos comercios locales que dan como resultado una pintoresca postal y, cómo no, la famosa flor de lavanda de esa tierra. 

“Empecé estos cuadros en 2006 y los terminé en 2009. Entonces yo todavía no trabajaba y tenía tiempo para pintar, ahora no me queda ni un minuto para respirar”, confiesa la dueña de Qué detalle! Quizá es por eso que Blasco se ha pasado a la fotografía, disciplina en la que recientemente se ha animado a mostrar su trabajo con la colección de imágenes, Las caras del agua. 

Las caras del agua

La 16 fotografías que componen esta muestra recopilan los rostros de niños que aparecen en las canaleras del centro de la ciudad. Semblantes serios con facciones regordetas que bien podrían imitar los cánones de belleza de la antigua Grecia. Estas canaleras pueden verse junto a monumentos tan relevantes como la Torre de San Martín o la Catedral de la ciudad y la artista quiso reunir en una muestra de esta peculiar manifestación que habitualmente pasa desapercibida incluso para los turolenses.

La exposición está localizada en las bodegas del establecimiento, Qué detalle!, un espacio diferente y original en el que además pueden verse antiguos barriles de vino, tinajas, cestos, un viejo molinillo, etc. “No descarto hacer más exposiciones aquí y también ofrezco mis instalaciones para que otros puedan traer sus muestras”, añade Carmen Blasco.

Lo cierto, es que todavía existe otro punto en común entre estas dos exposiciones y es que ambas permanecerán abiertas al público hasta el próximo cinco de junio. Cada una en el horario habitual del establecimiento.