Miedo escénico, violonchelos y clases de música a la sombra de los chopos

Hay casos paradigmáticos como el de Pastora Soler, David Bowie o Barbra Streisand, que estuvo 27 años sin cantar en directo después de olvidar la letra de una canción en 1967, pero quien más o quien menos casi todos los músicos han sufrido en sus carnes el pánico escénico en alguna ocasión. Para evitarlo están los cursos y talleres como los que realizó Marta Toledo, que además de profesora de saxofón es psicóloga, durante la Campamento de Músicos Juveniles de Alcalá de Selva.

Esa fue una de las novedades del tradicional curso que se está celebrando, por 32ª edición, en la Colonia Polster de la Virgen de la Vega, junto con la incorporación de cuatro jóvenes violonchelistas entre sus alumnos, bajo la tutela de Ana Antón. La orquesta que el próximo domingo ofrecerá el concierto de fin de curso en la plaza de la Iglesia de Alcalá será sinfónica, gracias a la incorporación de estos instrumentos de cuerda.

En total son 83 jóvenes procedentes de quince bandas de música de toda la provincia -las de Teruel, Mora de Rubielos, Alcañiz, Calanda, Rubielos de Mora, Monreal del Campo, Utrillas, Sarrión, Valderrobres, La Mata de los Olmos, Montalbán, Andorra, Alcorisa, Escucha y Linares de Mora­- los que están participando en el campamento, que tiene como objetivo no solo perfeccionar la técnica individual y grupal de músicos de entre 12 y 17 años, que también, sino sobre todo la de crear un vínculo entre ellos en torno a la música.

Los chavales, coordinados por Antonio Civera y bajo la tutela de doce profesores más de clarinete, saxofón, trombón, flauta, oboe, percusión, violonchelo, trompa, fagot o trompeta y de nueve monitores de tiempo libre, alternan durante nueve días -este año del 27 de julio al 4 agosto- una formación intensiva de cuatro horas y media diarias, entre instrumento y ensayo grupal, con actividades de ocio y tiempo libre.

El campamento está financiado desde su creación hace 34 años por la Diputación Provincial de Teruel, que en la actualidad destina una partida de 25.000 euros para que el coste de la actividad sea muy reducido para las familias. Es una fórmula que funciona, ya que es habitual que muchos jóvenes acudan los seis años que pueden hacerlo, mientras dura la Educación Secundaria. Y en parte explica que 21 municipios de la provincia de Teruel, algunos de ellos como Linares de Mora o La Mata de los Olmos, mantengan desde hace décadas sus bandas de música.

Los ochenta y tres jóvenes músicos recibieron ayer la visita del diputado provincial de Cultura, Miguel Iranzo, el diputado delegado de la Colonia Polster y vicepresidente segundo de la DPT, Rafael Samper, acompañados por la alcaldesa de Alcalá de la Selva, Amparo Atienza.

Tras un encuentro con los responsables del campamento en el que se pusieron al día sobre la marcha del mismo y las necesidades de los músicos, Iranzo recordó que el compromiso de la DPT con la música sigue siendo “global” a la hora de “apoyar la actividad de estas agrupaciones porque la labor de promoción cultural que realizan a lo largo de todo el año y en toda la provincia es fundamental”.

Gracias a la reciente reforma de la Colonia Polster y la adecuación de algunos de sus espacios exteriores este centro, gestionado por la DPT, sigue siendo “el espacio ideal para la celebración de este campamento”, según el diputado delegado Rafael Samper. El de Orihuela, que garantizó el futuro apoyo de la institución al campamento, explicó que “antes de realizar esa reforma quisimos contar precisamente con la opinión de los músicos que participan en estos encuentros, porque es una de las actividades con más trayectoria de las que acoge la Colonia. De ahí, por ejemplo, que desde el año pasado se instalara una gran carpa exterior que permite la celebración de ensayos conjuntos y conciertos al aire libre pero en un espacio de sombra.

Antonio Civera aseguró que sin esa carpa sería inviable el Campamento, por la necesidad que tienen de organizar ensayos conjuntos con los más de 80 músicos que cada años acuden al Campamento. Y matizó que tras su reapertura en 2023, “la Colonia está muy bien acondicionada para el desarrollo de esta actividad”.

Miguel Iranzo recordó que, además del apoyo al campamento de Músicos Juveniles de la Polster, la Diputación Provincial de Teruel mantiene su apoyo en el ámbito de la música “a través de las escuelas de música, los cursos de formación o los encuentros provinciales de bandas”. Dichos encuentros, en los que vuelven a verse las caras los músicos que participan en el Campamento, son financiados por la DPT con 35.000 euros. Participan las 21 de la provincia, y este año se celebran entre el pasado 25 de mayo y el 5 de octubre, en Alcañiz, Sarrión, Rubielos de Mora, Albarracín, Mora de Rubielos, Mosqueruela y Utrillas.

Otra de las líneas de ayuda son los cursos de formación de bandas y la dedicada a las escuelas municipales de música, que cuenta con 60.000 euros y los cursos de formación, a los que se destinan 75.000 euros.

“El apoyo de la DPT en el ámbito de la música asciende a 300.000 euros en total, incluyendo la línea de ayuda a los festivales de música que se van desarrollando en la provincia a lo largo de todo el año en pueblos, algunos de ellos muy pequeños, y en lo que tiene una repercusión muy importante”, afirmó Miguel Iranzo.

Este sábado la Colonia Polster de la Virgen de la Vega de Alcalá de la Selva acogerá, a partir de las 12 horas, un concierto de música de cámara abierto al público. Y el domingo, a las 12.30 horas, todos los músicos ofrecerán el tradicional concierto que tiene lugar en Alcalá de la Selva como clausura de la actividad.

Tras la celebración de esta edición del campamento, del 19 al 23 de agosto la música volverá a sonar en la Colonia puesto que acogerá el curso de dirección de bandas.

“Tocan muchas horas y en pocos días se nota evolución”

Eli Segura, procedente de Burriana y profesora de flauta travesera de la Escuela Municipal de Música Antón García Abril de Teruel desde hace tres años, es una de las profesoras debutantes en el Campamento de Músicos Juveniles de la Colonia Polster. Su experiencia está siendo “muy positiva”, y aunque la didáctica es muy diferente “con respecto al curso convencional, en el que tienes clases semanales individuales, donde haces un seguimiento muy exhaustivo del alumno”, la actividad inmersiva del estudiante en un ambiente propio de un campamento de verano tiene sus ventajas. Los alumnos tocan una media de cuatro horas y media cada día, entre una hora de clase por familias de instrumento, una hora y media de música de cámara y dos horas de banda, “y eso hace que en muy pocos días se note mucha evolución”.

El Campamento alterna además tiempo libre con actividades de ocio, deportivas, visitas a las piscinas de Alcalá o actividades paralelas, como el taller contra el miedo escénico impartido por Marta Toledo, “muy interesante a la hora de afrontar esos miedos, identificarlos y saber cómo gestionarlos”. Por la tarde también tienen lugar diferentes talleres, desde concursos de fotografía hasta la creación y grabación de videoclips musicales, que después se proyectan durante veladas temáticas.