Albarracín se transforma en un Ateneo de música y danza para 55 niños y mayores
La Fundación Santa María acoge el Curso de Artes Escénicas dirigido por Ricardo GassentAlbarracín acoge estos días una nueva edición, y ya van nueve, del Curso de Artes Escénicas, que convierte la ciudad en un Ateneo donde niños y mayores comparten inquietudes creativas. Este año el lema ha sido la escucha activa, porque en un mundo que gira tan rápido y donde se presta más atención a lo que ocurre en la pantalla que a nuestro alrededor es importante aprender a poner atención con todos los sentidos, a apreciar los detalles de las cosas y, en todo ello, las artes escénicas pueden ser un gran aliado.
El director de la actividad, el oboísta y soundpainter Ricardo Gassent, ha propuesto este año a los 55 asistentes mejorar en control de las atenciones y en observación y por eso cada mañana los participantes dedican un tiempo al mindfulness, eso sí, aplicado a las artes escénicas. “Estamos trabajando la escucha activa y Albarracín es un lugar magnífico para observar”, relata.
Pero el curso no es de concentración sino que son las artes escénicas las absolutas protagonistas y durante doce días cada rincón se llena de música, danza y teatro. Este año se ha prestado gran atención a los cuentos clásicos y modernos, pero ofreciendo una nueva perspectiva y poniendo el foco en lugares diferentes y Gassent explica a modo de ejemplo, cómo cambia el cuento de Los tres cerditos si se analiza desde la perspectiva del lobo.
Desde el año pasado, la oferta del Curso de Artes Escénicas de Albarracín se abrió también a los mayores de 18 años y la experiencia ha sido magnífica. Por un lado porque la docena de plazas ofertadas para los adultos se han completado y, por otro, porque “la interacción entre mayores y niños funciona muy bien, especialmente entre los más pequeños y los más mayores”, relata Gassent, quien reconoce que los adolescentes están más en su mundo. Este año están llevando a cabo un teatro musical y tienen que compartir actividad y roles: “Es una lástima que esto no esté más en la sociedad hoy en día, porque la oferta cultural intergeneracional enriquece mucho, los adultos tienen la sabiduría y los niños aportan la ilusión”, manifiesta.
El curso se lleva a cabo en las instalaciones de la Fundación Santa María y cuenta con el patrocinio de Luis Martínez Arroyo, filántropo y apasionado a la música y a las artes. Además, disponen del apoyo de la Academia de las Artes Escénicas de España que da su respaldo institucional a este proyecto, consciente de que el futuro de las artes escénicas está en la educación.
El curso tiene una duración de 12 días, comenzó el pasado día 19 y se prolongará hasta el día 30 de julio. Entre alumnado, equipo de monitores y equipo docente, un total de 55 personas re reúnen llenando de música la ciudad y, especialmente, las instalaciones de la Iglesia-Auditorio y del Palacio de Reuniones y Congresos.
El equipo docente está compuesto por el propio director, la bailarina África Morris, Berta Monclús como profesora de impro teatro, Raúl Sánchez encargado de cuerda y guitarra, el pianista Mario Caro y Héctor Manuel Escudero, como profesor de trompa y metales. Las actividades alternan las clases individuales y colectivas de instrumento, música de cámara, formación de agrupaciones de viento y cuerda, danza creativa y coreografía, así como taller de improvisación teatral, para finalizar su estancia con dos muestras artísticas abiertas a todo el público.
La primera de ellas será esta noche, a partir de las 22:00 horas, y consistirá en un paseo artístico nocturno donde el escenario será toda la ciudad. Sobre ella los artistas llevarán el arte a los rincones más evocadores y los incorporarán a su propia creación.
Por otro lado, el sábado a las 22:00 horas, tendrá lugar el concierto de clausura a cargo de los alumnos y profesores del curso en la Iglesia-Auditorio de Santa María. Además, contará con una representación de teatro musical que es la novedad de este año.