Javier Sierra: “El profesorado puede utilizar las calles de Teruel como una escuela de arte”

El escritor Javier Sierra (Teruel, 1971) invitó este sábado al profesorado a utilizar las calles de Teruel como una escuela de arte y a aproximarse a las creaciones desde la emoción y no solo desde la técnica empleada.

Sierra hizo estas reflexiones en la conferencia Cómo mirar un cuadro con los ojos del alma con la que se clausuró el tercer Congreso autonómico de arte y educación EnAmorArte promovido por el departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón y organizado por el Centro de Profesorado Ángel Sanz Briz y el Centro Aragonés de Recursos para el Profesorado de Enseñanzas Artísticas (Carea). En la convención, que se ha celebrado durante los dos últimos días en el IES Vega del Turia, han participado cerca de 70 personas.

El escritor turolense, ganador del Premio Planeta en 2017 por su novela El fuego invisible, recordó que el arte se inventó hace al menos 100.000 años como una herramienta para transmitir emociones y que fue la expresión artística junto al uso del lenguaje lo que nos convirtió en humanos.

“Aquel primer arte era un instrumento funcional, mágico, con el que nuestros antepasados buscaron respuestas a preguntas que aún nos tienen en vilo: quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos. Visto desde esa perspectiva, la Historia del Arte es una aventura espiritual que todavía no ha concluido”, reflexionó.

Javier Sierra hizo un repaso de la Historia del Arte, desde su origen con las pinturas rupestres hasta el Renacimiento. El autor de El maestro del Prado –en el que descubre los secretos que se ocultan tras las pinturas más importantes de este museo–, invitó a los asistentes a “cambiar el enfoque” cuando contemplen obras artísticas. 

“No solo hay que fijarse en las figuras, en los bultos, sino en los espacios que existen entre ellas porque muchas veces es en esos espacios donde se esconde el mensaje de la obra”, aseguró.

También les conminó a aproximarse al arte desde otro punto de vista, el de la emoción, para ir más allá de las escuelas en las que se crearon o de las técnicas utilizadas.

Instrumento de juego

Dado que el congreso estaba dirigido a docentes, Sierra les exhortó a utilizar el arte como un instrumento de juego en las aulas. Pero les invitó además a salir de las mismas y a convertir la calle en una escuela de arte.

“En Teruel vivimos dentro del arte, estamos rodeados de obras de arte. Quizá en ciudades más grandes o más modernas no sea tan fácil hacer uso de las calles para llevar a cabo una clase práctica”, argumentó.

Por eso, les propuso realizar un recorrido desde las pinturas rupestres de la Sierra de Albarracín hasta la pintura romántica del siglo XIX de la Fundación Amantes pasando, claro está, por el mudéjar, estilo junto al modernismo con el que más se identifica a la ciudad de Teruel.

La intervención de Javier Sierra estuvo precedida de la actuación del Aula de Canto del Conservatorio Profesional de Música de Teruel, que con la profesora Mari Carmen Muñoz al piano, interpretó piezas como Moon river o Somewhere Over the Rainbow.

Balance

La directora del Centro Aragonés de Recursos para el Profesorado de Enseñanzas Artísticas (Carea), Lucía Villarroya, se congratuló de la alta participación en esta tercera edición del Congreso autonómico de arte y educación y de la calidad de las ponencias y de los talleres impartidos durante dos jornadas.

El congreso EnAmorArte ha contado con 67 profesores inscritos, pero ha habido más personas que han participado en las actividades paralelas abiertas al público.

“La gente ha salido muy contenta de los talleres y las ponencias han sido muy interesantes. El objetivo es que el profesorado vea el arte de otra manera y no como algo que está al margen de lo que pasa en la calle”, precisó.