Jaume Jordana, localizador de cine y publicidad: "Si se siguen haciendo bien las cosas, los rodajes en Teruel van a ir en aumento"

Jaume Jordana es uno de los localizadores de cine y publicidad más prestigiosos y experimentados de España, con uno de los archivos más extensos que existen. Además es un enamorado de Teruel como plató natural de rodaje. La pasada semana participó en la jornada En Teruel se rueda organizada por la Diputación Provincial, donde volvió a insistir en que si se sigue trabajando bien, la provincia puede convertirse en un referente en el audiovisual español.

-Ya empezamos a familiarizarnos con ella, pero dígame en qué consiste su profesión.
-Nosotros somos los encargados de buscar los mejores decorados posibles, tanto exteriores como interiores, que exige el guion de una película, una serie o una publicidad.

-¿Ante quien rinden cuentas?
-Sobre todo trabajamos con el director artístico, porque es el que marca la estética de un proyecto. Y también con el productor, que es el que te dice con cuánto presupuesto cuentas y hasta dónde puedes llegar.

-Ese es el malo de la película, ¿no?
-Es el encargado de cumplir los presupuestos. A mí me gustaría venir a Teruel muchas más veces, pero no siempre hay presupuesto para salir de Barcelona o Madrid, y tienes que buscar lo que necesitas cerca de la oficina de producción.

-¿Es muy caro rodar fuera?
-Mucho. Un equipo de rodaje de una serie de plataforma de televisión son cien o ciento veinte personas. Eso significa muchas acomodaciones, cenas, transportes, viajes... Muchas veces el territorio lo compensa de otros modos, con ayudas directas o con una variedad o facilidad de localizaciones que no tienes en otros sitios. Pero el productor siempre intentará optimizar su presupuesto, e intentará que encuentres lo que necesita a una hora del centro de producción.

-¿Esto es exclusivo de España?
-No, pero en Estados Unidos o Francia los productores tienen menos miedo a salir a grabar. Seguramente es porque allí tienen un nivel de financiación más alto y no están tan limitados. Esto provoca que en España haya provincias muy poco explotadas, y otras totalmente saturadas porque están cerca de los centros de producción.

-¿Es el caso de Madrid o Barcelona?
-Esas ciudades están tan sobreexplotadas que en ocasiones los rodajes están mal vistos porque generan demasiadas molestias. En este sentido es muy importante, por ejemplo, que en el territorio existan técnicos locales. Si en Aragón o en Teruel hay buenos técnicos audiovisuales locales, entonces no tienes que desplazar a todo el equipo desde Barcelona, resulta más barato y los productores son menos reacios a moverse.

-¿No son reacios los directores a trabajar con técnicos externos?
-Cada jefe de departamento tiene su equipo y va a intentar colocarlo, porque es la gente que conoce y con la que trabaja mejor. Pero si conocen buenos profesionales en distintos lugares de España son mucho menos reacios a trabajar con ellos. En Aragón ya los hay, porque yo he dado clase en el CTA de Zaragoza y hay muy buenos profesionales. Aprovechar ese capital humano abarata los costes para la producción y redunda en mayor beneficio para el territorio donde se rueda.

Los paisajes de Teruel

-Antes ha mencionado que el territorio puede contribuir de varios modos a compensar ese coste añadido que tiene desplazar un equipo de rodaje y ser competitivo. ¿Dónde estamos en Teruel?
-Teruel empezó por ofrecer localizaciones que no existen en otros lugares o que tienen unas posibilidades enormes. Tiene una fuerza paisajística, sobre todo, pero también de patrimonio industrial antiguo, que la hace bastante única. Se empezó por ahí y ahora las Film Commission están trabajando para que además sea más fácil y rápido obtener los permisos necesarios. Eso no significa que no se cumpla la normativa o que se deje hacer de todo, sino que obtener un permiso cueste menos tiempo porque hay menos saturación.

Y el tercer elemento consiste en que además el territorio implemente una serie de ayudas económicas, que terminarían de hacer a Teruel muy atractiva. En este caso además se añadiría la ventaja de que está a tres horas y media entre Madrid y Barcelona. Le falta un poco de comunicación, sobre todo vía AVE, o con Barcelona que no hay autovía directa, pero aún así es accesible. Históricamente ya veníamos a Teruel, sobre todo al Matarraña, siempre hemos venido. Pero ahora con el trabajo de Teruel Film Commission se está dando un boom muy importante que supone una buena oportunidad.

-¿Recuerda cuándo conoció la provincia como escenario de audiovisual?
-La conocí en publicidad, hace mucho tiempo, en la zona de las Saladas de Alcañiz y el Matarraña. Y la zona más central, el Altiplano Central, lo conocí fundamentalmente para la producción de Centauro, una película de 2020 de Daniel Calparsoro. Eso fue un punto de inflexión en el que todo esto empezó a moverse de verdad y desde entonces se están haciendo muchas producciones.

-¿Qué es lo mejor que puede ofrecer Teruel en este sentido?
-El paisaje, insisto. La despoblación es una gran desventaja que se sufre aquí, pero al mismo tiempo es una ventaja para explotarla en este sector. El territorio es muy amplio, muy virgen, con fondos muy poco contaminados. Es un territorio además alto, llano, con una luz muy directa y especial, dura, que les gusta mucho a los directores de fotografía. Carreteras con poco tráfico y muy bien dibujadas... tiene una serie de características que la hacen bastante única con respecto a Castilla, Cataluña, Levante o la mayor parte de la península. Puede tener competencia en Soria, por ejemplo, pero yo creo que Teruel tiene una fuerza especial que, si se van haciendo las cosas bien, va a ir a más.

-Hábleme del futuro de su profesión y de las localizaciones en el audiovisual... la revolución de las IA o del diseño digital asistido por ordenador en el cine, ¿no pone en peligro los rodajes 'de verdad'?
-Los localizadores tendremos que saber adaptarnos a esta revolución, porque ir a rodar se acabará convirtiendo en ir a la oficina, a un plató virtual. No en los próximos meses, pero sí en los próximos años. Siempre habrá películas que se rodarán en escenarios naturales, pero buena parte de la industria más comercial acabará rodando en platós virtuales. Vamos a vivir unos cambios bastante grandes que no sé si van a ser muy positivos para los localizadores y los territorios con localizaciones, y que pueden llegar a convertir los rodajes en algo muy aburrido.