Isabel Martínez y la artista Remedios Clérigues se proclamaron esta semana ganadoras del concurso de Comida de Colores, la cita con la que la Escuela de Arte de Teruel despide tradicionalmente el primer trimestre del curso y celebra la Navidad. Este concurso, abierto a alumnos, profesores, trabajadores y artistas vinculados de algún modo el centro, cumplía ayer su décima edición. Se trata de que los participantes utilicen su creatividad para elaborar un plato o una tapa utilizando un color en particular –en esta edición tocaba el verde– que destaque tanto en la estética como en su sabor.
Isabel Martínez, trabajadora de la Escuela de Arte, volvió a demostrar sus indudable dotes culinarias al ganar por tercera vez y segunda consecutiva el primer premio en la categoría de Mejor Sabor, gracias a un estupendo Falso Quiche, elaborado sin huevo y con espinacas.
Por su parte, la ganadora del Primer Premio en la categoría Mejor Presentación fue la artista turolense Remedios Clérigues con una tarta de queso que tituló Sorpresa, cubierta por una decoración en varios tonos de verdes que recuerda a algunas de sus características obras en tela.
O que recordaba, mejor dicho, ya que tras el concurso y la entrega de premios, los numerosos asistentes dieron buena cuenta de todos los platos que entraron en concurso, 18 entre salados y dulces, con el brindis que abre el periodo de las vacaciones de Navidad.
A medida que el concurso que nació hace diez años como una excusa para motivar a los alumnos para dar rienda suelta a su creatividad en una actividad poco habitual durante el curso, se va profesionalizando. Y es que ayer, además del profesor Luis Loras y dos alumnos de la Escuela de Arte, formaba parte del jurado Javier Fontova, profesor de la Escuela de Hostelería de Teruel. Fontova fue exahustivo en su arbitraje y, de hecho, ningún plato alcanzó el notable, aunque él mismo admitió que, a fin de cuentas, la gastronomía no es el campo en el que más tienen que brillar a priori los alumnos de Arte.
Contaban además con la dificultad añadida de tener que presentar un plato en el que el color verde destacara claramente, lo cual no siempre es fácil. Las verduras, el colorante en bizcochos o cremas, el pistacho o el kiwi fueron algunas de las soluciones por las que optaron los 18 participantes.
Y eso que, por primera vez en diez ediciones del concurso, en esta ocasión se repitió color, “ya que habíamos agotado todas las posibilidades”, según explicó Ernesto Utrillas, director de la Escuela de Arte de Teruel. Por este peculiar certamen han pasado ya todos los colores, violeta, negro, blanco e incluso arcoiris incluido. Únicamente se ha quedado fuera el azul, que como apuntaba un experto como Javier Fontova, “no solo da muy pocas posibilidades al existir pocos alimentos con esta coloración, sino que además no es un color que abra el apetito, de forma que incluso tiende a evitarse en los envases de alimentos”.
Tarjetas de Navidad
Como en otras ediciones, el concurso Comida de Colores se aprovechó para hacer públicos los nombres de los ganadores del concurso de tarjetas de Navidad que organiza el centro. En este sentido, Salúa Zine fue la vencedora de la Tarjeta de la Escuela, junto a Andrea Plumed, que ganó la votación popular. Entre las Tarjetas realizadas para el Ayuntamiento de Teruel, la vencedora fue Andrés Giner, mientras que Paula Ramil ganó la votación popular.
Una vez entregados todos los trofeos y antes de que los numerosos asistentes al acto, que se desarrolló en la sala de exposiciones de la Escuela de Arte, dieran buena cuenta de los platos, varios alumnos del bachillerato de Artes Escénicas interpretaron un número para despedir el trimestre. Tomando el título del Romancero Gitano de García Lorca, Verde que te quiero verde reunió danza, música de guitarra flamenca y piano y poesía.