Isabel Marco, cantautora de Alcorisa: “La gente no está acostumbrada a ver a una mujer con una guitarra”

Al otro lado del teléfono se asoma la voz de Isabel Marco. Veinte años lleva cantando a la libertad y también desde ella. La letrista y compositora se define como una defensora de causas perdidas. Con su música demuestra que el rock ya no sólo está marcado por el desenfreno, también puede convertirse en una herramienta para defender las causas sociales, el feminismo, el medio rural y el ecologismo. Con Alcorisa, su pueblo natal en el corazón, la artista encara el 2020 con la gira en acústico de su disco Nada será igual, que arranca, precisamente, en Alcorisa el 1 de agosto. Conciertos cercanos que quieren maravillar al espectador con su delicadeza y su letra inspirada en los pequeños detalles de la vida. Espectáculos que apuestan por una cultura segura y con los que, si la música de Isabel Marco no consigue amansar a la fiera del coronavirus, al menos, la cantante pretende que la crisis sanitaria que golpea los días, sea más soportable con sus letras y anime los corazones de la gente. 

-En un mundo de rock mayoritariamente de hombres, ¿le ha costado más abrirse camino que a otros artistas?

-Este es uno de los temas que más nos ha preocupado desde siempre. Como en todos los aspectos de la sociedad, hay menos visibilidad de la mujer, dentro del rock y en cualquier ámbito social que una mujer quiera adentrarse. Las mujeres tenemos un poco más difícil crecer y ser visibles. Nos cuesta más entrar en festivales, en grandes carteles… Siempre hay un poco más de trabajo que hacer y parece que la gente no está tan acostumbrada a ver a una mujer con una guitarra y cuesta más que valoren tu trabajo. Creo que a cualquier mujer que esté metida en el terreno le ha pasado. Hay que luchar un poco más, pero creo que se está haciendo un gran trabajo de difusión por parte de los grupos compuestos sólo por mujeres o que tienen alguna mujer.

-Se están mirando con lupa letras de artistas de reggaeton, a los que acusan de machistas. ¿Cree que el rock también destila una peste a machismo?

-Sobre todo en canciones más viejas, sí que se podrían analizar y se encontrarían micromachismos que se respiran en la vida cotidiana y, por supuesto, habrá a lo mejor algún grupo o algún artista que sea más machista que otros, pero, en general, sí que en muchas letras, se respira un regustillo machista que da un poco de grima y mucha rabia. Aunque, también es verdad, que se están haciendo trabajos actuales por parte de grupos que están compuestos totalmente por hombres y se hacen letras de canciones que están bien pensadas y que, de alguna manera, apoyan al movimiento feminista o sencillamente no tienen ese regustillo machista.  Ya no se escucha tanto palabras como: nena, muñeca… Esos matices que parecen poca cosa pero que lo único que hacen es poner ese manto de machismo que en la sociedad actual tenemos que quitarnos de una vez y desprendernos de esa lacra que impregna el lenguaje, los movimientos y nuestro día a día. 

-En alguna de sus canciones reivindica la libertad y los sueños. ¿De dónde le viene la inspiración para sus letras?

-De las cosas cotidianas de la vida. Intento escribir de lo que me rodea, temas que me preocupan en ese momento. Ahora estoy cogiendo un poco de aire en la provincia de Asturias, en una aldea. Estoy aquí, viviendo en una falsa normalidad con la pandemia del coronavirus presente, aislada en la montaña y esto me sirve para proyectar hacia el futuro y  seguir con la composición de mi próximo disco. Me gustan las cosas simples del día a día pero también, me interesa meter un poco de crítica social acerca de aspectos que me preocupan. Esos son los pilares que me inspiran. 

-¿Subyace alguna ideología en la música de Isabel Marco?

-Sí. Eso siempre va a estar, en toda letra es muy difícil que no se impregne la ideología de la persona que la compone. Soy una persona con una ideología de izquierdas y que le gusta abogar por las “causas pérdidas”, por los derechos de la mujer, la justicia social… Esos temas que, a lo mejor, los de arriba se olvidan. Por ejemplo, el ecologismo,  ahora estamos pidiendo un cambio en las políticas ya que este confinamiento dejó a la luz que podemos hacer mucho quedándonos en casa. A lo mejor con pequeños granos de arena de cada uno y unos cuantos puñados más grandes de los gobernantes que intenten hacer una política mejor, conseguiremos mucho más. La ideología se respira en las letras aunque no sea directamente, pienso que debe ser así y me gusta que se deje entrever y la gente lea entre líneas.

-¿Qué hay de su tierra en sus canciones?

-Siempre he dicho que soy más de campo que las amapolas y para mí, mi casa siempre será Alcorisa, donde me críe, viví mis primeros años y ahí guardo los recuerdos de mi infancia. En este último disco quise meter una canción que hablase de mi pueblo y que reflejara el sentimiento de muchas zonas rurales que se quedan sin habitantes por falta de recursos y los jóvenes se ven obligados a emigrar a ciudades para poder tener trabajo. Inspirándome en estos recuerdos de mi infancia y mezclándolo con una respuesta social, de ahí salió el tema El respirar de las piedras, que está inspirado en la provincia.

-¿Es fácil vivir en la provincia de Teruel y triunfar en la música?

-Cualquier persona que vive en una zona rural tiene más difícil alcanzar un mínimo de reconocimiento.  Siempre se ha dicho que si querías conseguir algo en este mundo, tenías que ir a Madrid, ya no sólo a Zaragoza, sino que ya se ha ampliado a nivel nacional y tienes que ir a la capital del país. Además, ahora que todo se mueve a través de las redes sociales y hay que estar a la última con el canal de Youtube y demás. Si no disfrutas de una red de fibra es muy difícil estar al día y colgar videoclips porque literalmente, no puedes. Yo misma he vivido la necesidad de tener que pedir ayuda a amigos que viven en la ciudad y disfrutan de la fibra para poder publicar videos en Internet. Es intolerable que en las zonas rurales tengamos ese hándicap, que parece una nimiedad pero, hoy por hoy, es muy importante para desarrollar no sólo el trabajo musical sino cualquier trabajo. Muchas zonas rurales no tienen cobertura siquiera para poder hablar por teléfono y eso limita muchísimo para cualquier actividad

-Hay una de sus canciones que pide “que nos hable la tierra de una vez”. ¿Qué cree que nos quiere decir la tierra?

-La tierra nos está gritando, nos está pidiendo auxilio a alaridos. Tenemos que ponernos las pilas, no sólo a nivel individual, con granitos de arena como puede ser reciclando. Tenemos que dar un paso más e intentar que las políticas también cambien, que la energía sea más verde, intentar que, de verdad, todo el mundo luche, no sólo los que tenemos el corazón con la naturaleza. 

En esto, la educación es muy importante, ojalá que las nuevas generaciones vengan más concienciadas respecto a este tema y entre todos podamos controlar este punto de no retorno al que parece que vamos de cabeza si esto no cambia. 

-Define las ciudades como fábricas de escombros y de basura.

-En las ciudades somos un núcleo urbano muy grande y la gente en general tiende a ensuciar mucho. Lo estamos viendo ahora, por un lado, hemos estado encerrados, en el confinamiento y el planeta se pudo recuperar un poco, no estaba así desde hace muchísimos años. En cuanto nos han dejado salir hemos llenado los mares de mascarillas y de guantes, es increíble, pensaba que algo habríamos aprendido y me decepcione de nosotros mismos con la respuesta que hemos dado. Parece que nos da igual, estoy bastante apenada. A ver si poco a poco,esto va teniendo un poco más de fuerza y creamos conciencia.

-¿Qué música necesita la gente en estos tiempo de crisis?

-Hay que escuchar música que te anime el corazón, la música la elige cada uno en función de su estado de ánimo, yo creo que es algo muy personal, las bandas sonoras que cada uno se crea, pero lo que hay que hacer es escuchar música que altere el corazón para no quedarnos apagados, tenemos que meternos caña aunque sea a través de la música e intentar que la sangre hierva para poder intentar estar fuertes y activos.

-¿Qué le diría a alguien que se está pensando ir a alguno de sus conciertos para convencerle definitivamente de que vaya?

-Lo primero que se van a respetar todas las medidas de seguridad e higiene, que estamos practicando cultura segura. Yo tengo muchísimas ganas de empezar la gira porque es en Alcorisa, en mi pueblo y tengo la espinita clavada porque ya era mi primer concierto de antes y primero tuvimos que suspenderlo por el temporal Gloria y después vino la pandemia. Ahora parece que, aunque en Aragón, en algunas zonas, estamos viviendo momentos difíciles, hay que intentar también convivir con esto y mantener las cosas que se hacen bien, manteniendo las normas como pueden ser los conciertos. Yo creo que hay que animar a la gente a que participe en estas cosas con conciencia y cabeza. No creo que haya que quedarse en casa encerrados cuando las posibilidades permiten, de alguna manera salir a disfrutar, aunque no sea como antes, pero tendremos que acostumbrarnos a disfrutar de la cultura de una manera nueva y diferente. Además la música en directo siempre anima y yo creo que ahora todos necesitamos esto, hay que hacer un poco de terapia y yo apuesto por la terapia de la música en directo.