Golucho: “El único consejo que se le puede dar a un pintor es que sea él mismo”
El artista imparte un taller en Teruel y defiende que en la pintura hay que “sacar el alma”Una veintena de artistas de diferentes lugares de España y algunos de otros países participan desde ayer en un taller de pintura en el estudio de Diego Aznar en Teruel, impartido por el prestigioso Miguel Ángel Mayo, Golucho, uno de los principales representantes españoles del Nuevo Realismo que animó a sus alumnos a dominar la técnica y sobre todo a ser ellos mismos y reflejarlo en sus obras.
Diego Aznar explicó que este curso ha iniciado los workshops en su estudio y que, como seguía profesionalmente a Golucho al que admira mucho, se decidió a proponerle el taller. “Ha sido muy generoso y ha aceptado la invitación”, destacó.
La actividad ha despertado interés incluso a nivel internacional y participa una persona de Costa Rica y otra de Roma, además de pintores de Barcelona, Zaragoza, Lleida, Valencia, Cuenca, Málaga, La Coruña y Navarra que no han querido perderse la oportunidad de formarse con el maestro.
Y es que Golucho, uno de los impulsores del colectivo artístico La Gallina Ciega junto a Antonio López, Noé Serrano, José María Serrano, Roberto Manzano o Dino Valls, tiene una gran proyección internacional especialmente en China y Estados Unidos, aunque es muy modesto y reconoce que se sonroja y le da mucha vergüenza cuando ve en sus talleres gente que llega de muchos países diferentes.
“El único consejo que se le puede dar a un pintor es que sea él mismo, para ser él mismo primero hay que empezar a copiar, pero, copies a quien sea, lo importante es saber qué quieres”, señaló el consagrado artista que insistió en que hay que reflejarse a uno mismo en la obra y que es fundamental dominar la técnica.
“Lo que intento es que todo el mundo se busque a sí mismo. Es cuestión de coger la técnica y descubrirte”, añadió Golucho.
El pintor madrileño también reflexionó sobre la situación del arte en el momento actual sobre la que no se mostró muy optimista. “Hay dos niveles, el popular y el elitista y en el popular está el hiperrealismo que es muy desechable. La pintura no es pintarte los pelitos uno a uno, es intentar algo más. Imitar la fotografía eso no es pintura, no es sacar el alma”, comentó Golucho que sobre el nivel elitista dijo que se destaca “lo que es moderno, el que da este estilo o aquel”, sin embargo, advirtió que eso es “pan para hoy y hambre para mañana”. En este sentido, aseguró que “los divos de Arco” de hace 20 años ya no están. Asimismo, aseguró que hay “gente que pinta muy bien” que pasa muy desapercibida.
Golucho se mostró muy crítico con las galerías de arte y animó a sus alumnos a no seguir lo que les pidan. “El mercado no entiende de arte, pero sí que entiende de ventas: qué es lo que se puede vender, qué es lo que encaja y encajan historietas en los cuadros que sean cuadros grandes y que haya movimiento porque el señor que quiere gastarse 1 millón de euros o 800.000 euros quiere un cuadro grande que se mueva”, comentó.
Golucho fue autodidacta y comenzó a pintar estudiando a los maestros del Prado, además, pasó parte de su juventud en París y aseguró que le han influido los creadores desde la segunda mitad del siglo XIX hasta el final de la segunda Guerra Mundial. “Velazquez y Goya influyen mucho y al pasar la adolescencia en París pintando estoy muy afrancesado, me ha influido mucho la libertad de cada uno a partir del Romanticismo que se cortó el academicismo y se empezó a pintar como uno le salía de las narices, simplemente buscando lo que es uno”, relató.
Los cuadros de Golucho destacan por la profundidad y expresividad de los personajes que parece como si cobrasen vida propia.
“Pintamos lo que somos en realidad. En realidad tu obra es una autobiografía, si eres sincero a la hora de pintar, en realidad estás contando lo que eres. Tengo un libro de poemas y dicen que pinto como el libro de poemas”, resaltó el creador.
Sobre la elección de los personajes que retrata, personas cotidianas pero con mucha fuerza expresiva, Golucho aseguró que, aunque en un primero momento no sepa por qué los elige, al final le encuentra sentido. “Siempre hay gente que te motiva, que luego averiguas por qué. Es contar una historia que va a pasar o que ha pasado. Eso me ha pasado, cuando no pintaba tan realismo siempre pintaba una historia y luego te analizas y te preguntas: En aquella época qué me estaba pasando y el cuadro refleja lo que te estaba pasando”, comentó.
A nivel internacional, Golucho despierta mucho interés, al preguntarle si ocurre lo mismo en España afirmó que a la hora de ver si se reconoce la labor de un artista hay dos formas y “la buena” para él es la que se recibe de los propios artistas, pero la otra que se podría valorar por los medios de comunicación es diferente. “Si le preguntas a los periodistas, de Antonio López no pasan. Es normal, no pasa como con los futbolistas que todos los periodistas conocen a todos los equipos y todos sus jugadores”, ironizó, aunque se mostró contento porque hay mucha gente que le sigue.
Sobre el colectivo La Gallina Ciega del que fue cofundador y que quería hacer evidente el arte actual de verdadera calidad, reconoció que no tuvo la continuidad que hubiera deseado. “Me hubiera gustado que se hubiera repetido todos los años y que ahora lleváramos 20 libros hechos, pero me quedé prácticamente solo”, recordó y destacó que con el tiempo se ha ido dando cuenta que ha debido aportar muchas cosas porque hay mucha gente que le sigue.
Los alumnos de este taller continuarán hoy absorbiendo todos los consejos de Golucho que seguro que les ayudan a encontrar su estilo personal y a reflejarse en sus obras.