Síguenos
Francisco Javier Aguirre lanza la traducción de ‘La Dama del Matarranya’ en catalán y la reedición de ‘En busca del Lobo’ con Muñoz Moya Editores Francisco Javier Aguirre lanza la traducción de ‘La Dama del Matarranya’ en catalán y la reedición de ‘En busca del Lobo’ con Muñoz Moya Editores
El escritor Francisco Javier Aguirre nació en Logroño, vive en Zaragoza y está profundamente enamorado de Teruel, donde vivió durante más de una década

Francisco Javier Aguirre lanza la traducción de ‘La Dama del Matarranya’ en catalán y la reedición de ‘En busca del Lobo’ con Muñoz Moya Editores

“Ver una de tus novelas traducida no provoca sentimiento de pérdida, sino más bien todo lo contrario”
banner click 236 banner 236

Francisco Javier Aguirre (Logroño 1945) se considera aragonés de adopción y Teruel, donde residió varios años, ocupa un lugar muy especial en su corazon y en su extensísima bibliografía. El que fue director de la Biblioteca Pública de Teruel y el Archivo Histórico Provincial entre 1978 y 1988, y director provincial de Cultura y Educación entre 1983 y 1987, ha publicado más de 60 trabajos, entre artículos, traducciones, ensayos y novela. Sus dos últimos lanzamientos son En busca del lobo, novela ambientada en el Maestrazgo, y la reedición en catalán de La Dama del Matarraña, publicada originalmente en 2009. Esta traducción, de Esteve Betrià, supone la traslación a esta lengua del último volumen de la trilogía sobre el Matarraña que reunió en Sinfonía del Matarraña (2021), compuesta además por Los Duendes del Matarraña y Noches del Matarraña.

-¿Por qué era importante traducir al catalán La Dama del Matarranya?

­-La traducción de La dama del Matarraña al catalán de la zona era una asignatura pendiente. En 2009 apareció la traducción de mi primer libro sobre la comarca, Los duendes del Matarraña, titulado ahora Los follets del Matarranya, y en 2019 el segundo de los que dediqué a esa maravillosa tierra, Noches del Matarraña (Nits del Matarranya). Había que completar la trilogía con la tercera y más consistente de las obras, esta novela en la que trabajé con mucha intensidad sobre el terreno y que apareció en castellano precisamente en 2009.

-¿Se habla de una trilogía sobre el Matarraña, pero usted tiene más libros inspirados en este territorio...

-Son siete los libros que he escrito en castellano tomando como marco geográfico la comarca del Matarraña. Uno es de carácter infantil, El alma del almendro, otro de enfoque documental y turístico, Remansos del Matarraña y la Terra Alta, un tercero cómico y divertido, Del Matarraña a New York, que está recogido en parte en el libro conmemorativo Sinfonía del Matarraña, y Cupido en el Matarraña, de carácter netamente erótico. Surgió a petición del editor y de los organizadores  de la fiesta Febrerotic en 2014, que tuvo dos convocatorias hasta que alguien consideró que era una celebración muy subida de tono y se transformó en algo más blandito para el día de los enamorados o fiesta de San Valentín, el 14 de febrero. Pero esos libros quedan fuera de la trilogía porque, aun sucediendo los episodios narrados en la comarca, no tiene tanta implicación con la misma.

Portada de ‘En busca del lobo’

-Esta traducción de ‘La Dama del Matarranya’ ¿fue una propuesta de la editorial, o una iniciativa propia?

-Para mi sorpresa y satisfacción partió del propio traductor, que ya había hecho anteriormente el mismo trabajo con Nits del Matarranya. Cuando se publicó este libro en 2020 y Esteve Betrià recibió los primeros ejemplares que editó ASCUMA, en Calaceite, me comunicó que estaba a punto de terminar la traducción de La Dama del Matarraña que había comenzado por propia iniciativa. Me sentí muy satisfecho porque el traductor es una persona de gran calidad humana y profesional, además de un hombre que no busca el lucimiento porque se refugia tras un seudónimo. Su nombre oficial es Hèctor Moret, investigador, lingüista y profesor de gran relevancia, que utiliza el seudónimo para traducciones, colaboraciones periodísticas, críticas literarias, etcétera.

-Cuál ha sido el criterio de Esteve Betrià al traducirla? ¿Utilizar el catalán normativo, o acercarse más a la variedad lingüística que se utiliza en el Matarranya?

-El criterio de Esteve Betrià, que vive habitualmente en Barcelona pero que procede de la Franja aragonesa, ha sido el mismo que utilizó en la traducción anterior: expresar la variedad lingüística de nuestro territorio. El catalán del Matarraña y de la Franja en su conjunto tiene personalidad propia y ciertas diferencias respecto al catalán normativo que responde a las propuestas de Pompeu Fabra. Está en la línea de recuperar el lenguaje autóctono, que sufrió un grave deterioro durante la dictadura. Es una propuesta que yo apoyo por la riqueza cultural que supone para Aragón. 

-Cuando un escritor ve una de sus novelas traducidas a otro idioma, por otro autor... ¿no siente cómo si adquiriese la obra una nueva identidad? ¿Hay sentimiento de pérdida?

-Ver traducidas al idioma autóctono unas obras que he escrito con mucho cariño me produce gran satisfacción. Es un sentimiento de ganancia, no de pérdida. En realidad, tanto la primera traducción que hizo Antoni Bengochea (Los follets del Matarranya), como las dos que ha realizado Esteve Betrià, confieren a los libros una nueva identidad muy próxima a su origen. Personalmente me han supuesto una aproximación al ambiente, a las sensaciones y a las emociones que siempre me han producido esa tierra, esos paisajes, esas gentes. Al leer las propias obras en el catalán de la comarca me siento más próximo, más complacido, más identificado tanto con la trama como con los personajes. 

Portada de ‘La Dama del Matarranya’

-¿Trabajó muy estrechamente con Esteve para traducir la obra?

-He mantenido un contacto frecuente con los traductores, tanto Antoni como Esteve, mientras hacían su trabajo, aclarándoles algún detalle cuando me lo han pedido, pero dejándoles en completa libertad porque son ellos quienes conocen el idioma. El resultado me parece espléndido en ambos casos. Son dos traductores de gran profesionalidad, expertos conocedores de su idioma vernáculo. Además de excelentes personas.

-Para quien no la conozca, ‘La Dama del Matarraña’ es una historia inspirada en la Guerra Civil...

-La dama del Matarraña gira en torno a la recuperación de los restos de un vecino de Valderrobres que fue asesinado al comienzo de la guerra, no por motivos políticos sino como venganza personal, a causa de los celos. Hay un marco histórico que se encuentra dentro de la recuperación de la memoria, pero finalmente, como muy bien indicó Enrique Cebrián Zazurca en su crítica, cuando apareció el libro en castellano, se trata de un estudio sobre el amor en sus diversas manifestaciones y escalas. Al mismo tiempo, se destaca el papel de la mujer, la dama, que recupera los restos de su abuelo, y contiene episodios de matizada sensualidad, circunstancia que llevó al editor a encargarme el aludido libro Cupido en el Matarraña cuatro años después de publicada esta otra novela.

-Cuénteme la historia de la portada del libro... ¿por qué un cuadro de Nati Cañada, artista nacida en la comarca de Andorra?

-La ilustración de la cubierta del libro pertenece a un cuadro que Nati Cañada pintó en Teruel hacia 1984. Lo tengo en casa y pedí permiso a Nati para utilizarlo en el libro, a lo cual accedió generosamente. Es un retrato de mi hija mayor, entonces adolescente. Una enamorada del Matarraña, como su padre, su madre y su hermana. Me pareció que respondía plenamente a esa imagen de energía y sutileza femenina que tiene la protagonista de la novela. Además, el retrato hecho por Nati, que nació en Oliete, refuerza el carácter turolense del libro. 

-Usted es riojano de nacimiento, has vivido en Teruel capital y en Zaragoza, pero el Matarraña te conquistó el corazón hace años... ¿por qué?

-Fue un amor a primera vista. Cuando llegué a Teruel en 1978, una de mis competencias era el apoyo a las bibliotecas municipales de la provincia. Solo sabía del Matarraña que era un río afluente del Ebro. Al conocer la comarca, a la que no era fácil viajar hace cuarenta y cuatro años, me quedé sorprendido y prendado. Me impresionaron muchas cosas, desde el paisaje hasta la arquitectura civil y religiosa, pasando por el lenguaje vernáculo que la gente sabía hablar, pero no leer ni escribir. Ahora se ha ido remediando esa carencia. Como las comunicaciones eran entonces difíciles, cuando tenía que trabajar por el Bajo Aragón me quedaba a dormir en Alcañiz o Valderrobres. Eso me permitía conocer aspectos de las comarcas, más allá de mi tarea oficial. Fue una etapa de satisfacciones intensas. Por cierto, que ni Alcañiz ni Valderrobres tenían biblioteca municipal en aquellos años. También hice en 1979, coordinando un equipo de seis personas, el primer censo oficial de los archivos municipales y eclesiásticos de la provincia. Eso me permitió conocer más a fondo todo el territorio. 

-El lanzamiento de esta traducción se ha solapado con ‘En busca del Lobo’, que transcurre en el Maestrazgo y que publica el editor turolense Muñoz Moya. Hasta cierto punto ambas novelas tienen relación, verdad?

-Efectivamente. En busca del Lobo es la reedición de una novela breve que tuvo un premio en Córdoba en 2017 y que apenas se difundió. La edición que ha hecho ahora Muñoz Moya es preciosa en cuanto a estructura y maquetación, además de muy asequible. Le estoy muy agradecido a Juan Ignacio Jiménez-Velasco, director de la editorial. Aunque se enmarca en otra comarca turolense, el Maestrazgo, efectivamente está conectada con La dama del Matarraña porque también se trata de la recuperación de la memoria, en este caso de un combatiente republicano a quien su hijo va a buscar por si aún vive. Ambas novelas tienen en común esta circunstancia y arrancan poco tiempo después de la muerte del dictador.

-¿Qué motivos le han llevado a escribir ‘En Busca del Lobo’?

-La búsqueda del padre es un tema recurrente en la literatura. También un referente en la psicología. Yo lo había abordado anteriormente en una novela muy cruda titulada Desertores de Dios (2010), que publicó la editorial zaragozana Nuevos Rumbos de forma excelente, con cubierta y láminas a todo color del artista turolense José Manuel Ubé, de modo que alguna conexión tiene con esta tierra, aunque la trama se desarrolla en el País Vasco, donde pasé buena parte de mi infancia y adolescencia. Ahora, en la novela breve En busca del Lobo cambio de registro, pero se mantiene la tensión narrativa invitando al lector a implicarse en su trayecto y en su final, que es abierto e incierto, contrariamente a La dama del Matarraña que tiene una conclusión cerrada y contundente. 

-¿En qué proyectos, literarios y confesables, está inmerso ahora mismo?

-Tengo varios proyectos en marcha, dos de ellos vinculados con Teruel, uno de manera más específica que el otro, que se refiere al conjunto de Aragón. El primero es una secuela de la novela El último infierno de Juan V. (2018), relato carcelario en el que no se desvela el lugar donde ocurre. Siendo muy fuerte la primera historia, puedo decir que la continuación es tremenda y que se produce un giro brutal en la trama. Su final cierra una situación muy tensa, que quedó abierta en la primera entrega. Y se revela que todo arranca en la cárcel de Teruel. La historia también acabará en nuestra ciudad.

El segundo es una novela catastrofista, cuya trama se desarrolla a mediados del siglo XXI, dentro de 28 años aproximadamente. El territorio ha quedado despoblado drásticamente, a causa del cambio climático y de la mala administración pública. Quedan en pie muy pocos núcleos habitados, que además han cambiado de nombre. Entre ellos Teruel y Alcañiz, que se llaman de otra manera. Es una novela cáustica, surrealista, estrambótica, divertida unas veces, terrorífica otras. He hecho varias versiones hasta ahora. Veremos si tiene cauce editorial.

El redactor recomienda