El río, San Gregorio y los masicos triunfan en el Concurso de Fotografía de Aguaviva
López arrasa en Paisaje, mientras que Edo y Salvador comparten el primer premio de PatrimonioLas Dos Rocas del río Bergantes, la ermita de San Gregorio y los masicos rústicos retratados por Omar López, Héctor Salvador y Benilde Edo han sido las instantáneas ganadoras de la sexta edición del Concurso de Fotografía de Aguaviva.
El certamen, que este año ha perdido dos categorías por la suspensión de las Fiestas Mayores y las Alfombras del Santísimo Misterio a causa de la pandemia de la Covid-19, se ha visto reducido este año a las secciones Naturaleza y Paisaje, y Patrimonio Histórico y Arquitectónico.
En total, el jurado, reunido recientemente de manera telemática, valoró más de sesenta imágenes entregadas por una veintena de participantes.
Claro protagonista
Omar López Margelí fue el absoluto dominador de la sección de Naturaleza y Paisaje, alzándose con el primer premio y los dos accésits, valorados con 100 y 50 euros cada uno para gastar en los comercios y establecimientos de hostelería de la localidad cuando la situación sanitaria lo aconseje.
El primer premio recayó en el trabajo Las dos rocas que detienen el tiempo, una fotografía realizada en el paraje que albergó el camping Dos Rocas. Un entorno que permanece inalterable por más que pasen los siglos, circunstancia que López reflejó añadiendo a su composición un reloj de bolsillo de su tatarabuelo. “Era una fotografía que tenía en mente hacer y en septiembre, que estuve todo el mes de vacaciones en el pueblo, coloqué allí el reloj en un día espléndido y en un lugar fotogénico de por sí. Es un sitio muy especial del que mi abuelo siempre me habló. Cambia la profundidad del pozo si hay riadas, pero el resto poco varía”, explicó el autor, que desde el primer momento supo que la fotografía tenía posibilidades de ganar el certamen.
La misma sensación tuvo cuando fotografió a su mujer bañándose en el río Bergantes, esta vez en la emblemática zona de Cananillas. La instantánea está hecha Desde lo Pont del Arenal –así se titula la foto– en una tarde soleada en la que la pareja disfrutó en solitario del bello paraje entre barbos y truchas. “Vivimos en Barcelona y estos rincones se disfrutan muchísimo si no hay gente, y más en estos tiempos”, destacó el fotógrafo amateur.
Para hacer su tercera fotografía premiada, Amaneceres desde el depósito, López tuvo que madrugar para captar las primeras luces del día desde el depósito de agua. “Hice la foto mientras el calor de la mañana ganaba terreno al frío de la noche”, una lucha representada por una neblina de fondo que ocupaba parte de la comarca del Bajo Aragón mientras el sol del Este iluminaba el casco urbano de Aguaviva.
López celebró la idea de ayudar al comercio local con los bonos y ya piensa en darse un capricho con un buen jamón.
Patrimonio
En cuanto a la categoría Patrimonio Histórico y Arquitectónico, los galardones estuvieron mucho más disputados. El primer premio lo compartieron –ex aequo– Héctor Salvador y Benilde Edo, que fotografiaron la ermita de San Gregorio impasible y los Masicos rústicos, respectivamente. El accésit recayó en Damián Ferrer por su Monumentalidad en el tiempo, una bonita fotografía nocturna de la iglesia iluminada.
Según las bases, el concurso tiene como finalidad fomentar la creatividad y promocionar el municipio mediante la creación de un fondo fotográfico representativo del mismo, así como poner en valor y dar a conocer la diversidad y riqueza cultural, arquitectónica, natural y paisajística de la localidad.
El Jurado estuvo formado por tres personas con conocimientos reconocidos en los ámbitos de la fotografía, la gestión cultural y el turismo, tales como Daniel Millera, técnico de Cultura y Turismo de la Comarca del Bajo Aragón, Nieves Ballestero, gerente de la Asociación Turismo Bajo Aragón, y Michael Romano, fotógrafo.
El Ayuntamiento de Aguaviva quiso transmitir, a través de su página web, su felicitación a los diferentes ganadores, así como su “profundo agradecimiento por el interés y el esfuerzo demostrado una vez más por todos los concursantes en un certamen que se ha ido consolidando año tras año y cuya participación va creciendo en cada edición”.
Según explicó el alcalde, Aitor Clemente, el certamen se suele lanzar en julio para que el libro de fiestas contenga algunas ilustraciones ganadoras de la categoría de festejos. Este año el plazo ha sido mayor al no haber celebraciones, y se ha fallado en fechas próximas a lo que tenía que haber sido la Feria de Productos y Servicios del Medio Rural, tercer fin de semana de noviembre. No hubo entrega de premios.
Clemente mostró su satisfacción porque, pese a que la pandemia ha obligado a suspender categorías, “desde la primera edición la participación ha ido creciendo, el concurso se ha consolidado y este año no solo se ha mantenido, sino que ha crecido”.
El río Bergantes, la iglesia y la ermita se llevan la palma en cuanto a elementos más fotografiados, destacó el regidor.