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El reto de incorporar la IA en la gestión de las bibliotecas, a debate en Teruel El reto de incorporar la IA en la gestión de las bibliotecas, a debate en Teruel
Al fondo, la mesa inaugural de las jornadas, con Pablo Delclaux, Alfonso Belenguer, Francisco Cortés, Joaquín Juste y Carlos Méndez (de izda. a dcha.)

El reto de incorporar la IA en la gestión de las bibliotecas, a debate en Teruel

Arrancan las jornadas de la Asociación de Bibliotecarios de la Iglesia
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“Hay que adoptar una postura crítica ante el tema de moda, la inteligencia artificial (IA), pero en modo alguno tiene que ser negativa o catastrofista”. Así lo dijo este miércoles Ricardo Santos Muñoz, director del Departamento de Proceso Técnico de la Biblioteca Nacional de España, durante la ponencia inaugural de las Jornadas de la Asociación de Bibliotecarios de la Iglesia en España, que se celebran en Teruel hasta el viernes. Precisamente el uso de las IA en el ámbito de las bibliotecas centrará buena parte de las ocho ponencias que tendrán lugar en la sede de Cáritas en Teruel, donde tienen lugar estas jornadas anuales que llegan a su 16ª edición con el título Las bibliotecas eclesiásticas: de los manuscritos a la inteligencia artificial.

Ricardo Santos, que disculpó la ausencia por causas de fuerza mayor de su compañera en la BNE Elena Sánchez, jefa del Servicio de Innovación y Reutilización Digital, cuya intervención estaba prevista también en esa ponencia inaugural, afirmó que “es todavía pronto para hacer grandes inversiones en IA, caras y arriesgadas, debido a que se encuentra en un estado inicial y todavía muy inestable”, aunque durante su intervención dio abundantes pistas sobre la importancia que tendrán estos modelos lógicos en el futuro, en numerosos ámbitos y también en la gestión de bibliotecas, tanto en la catalogación, como en la recuperación y difusión de archivos.

Santos citó algunas de las predicciones apocalípticas que se han hecho desde la segunda mitad del siglo XX sobre las IA y su eventual capacidad para acabar con la raza humana o reducirla a la esclavitud, y que han salido de bocas tan acreditadas como Alan Turing, padre de la computación, el científico Stephen Hawking -que sin embargo se refería al hipotético caso del desarrollo completo de la IA- o Elon Musk.

En ese sentido recordó que toda tecnología disruptiva ocasiona un momento de shock en la sociedad, y mencionó como en los años 80 se manifestaban en Estados Unidos colectivos “en contra del uso de las calculadoras”. “Hoy en día todos las usamos y no tengo la sensación de estar haciendo nada malo”, aseguró Ricardo Santos.

La ponencia inicial de las jornadas se dividió en dos partes; en la primera se realizó una exposición general de conceptos sobre la inteligencia artificial y su relación con la biblioteconomía, y en la segunda Santos habló más concretamente sobre la catalogación de fondos asistida por IA, y las ventajas que puede suponer en el futuro.

 
Ricardo Santos (izda.), primer ponente de las jornadas, junto al presidente de la ABIE, Francisco Cortés


En ese sentido explicó que “la Biblioteca Nacional de España ya tiene muchas colecciones que no son fondos físicos sino datos virtuales, que van de los cien millones de páginas web digitalizadas a todos los depósitos legales. Se trata de una masa ingente de información que es donde más puede ayudarnos la inteligencia artificial”.

En términos parecidos se expresó Francisco Cortés, presidente de la Asociación de Bibliotecarios de la Iglesia en España, entidad organizadora de las jornadas. “Es un tema candente que nosotros ya tocamos en las jornadas del pasado año. En Teruel el objetivo es poner en conexión dos mundos que parecen contrapuestos, las bibliotecas patrimoniales y la IA”. En su opinión, “pueden estar muy bien conectados, y de hecho en la Biblioteca Nacional ya están haciendo experiencias de aplicación de IA a procedimientos que antes eran manuales, y que son capaces de procesar grandes cantidades de datos a una velocidad mucho mayor”.

Francisco Cortés preside una asociación promovida por la Conferencia Episcopal e integrada por trabajadores, religiosos o laicos, de bibliotecas eclesiásticas, “ya sean de seminarios, diocesanas, de órdenes monásticas o universitarias”.

Estas jornadas técnicas, que antes se celebraban siempre en Madrid, itineran desde hace cinco años, en los que han visitado Córdoba, Oviedo, Salamanca, Barcelona y Teruel, donde han reunido más de cuarenta personas de toda España, “muchos de los cuales es la primera vez que tienen oportunidad de conocer Teruel”.

Desde este miércoles en que fueron inauguradas las jornadas hasta el sábado se sucederán ocho ponencias técnicas con actividades lúdicas y turísticas, como la visita a la Catedral de Teruel, el Conjunto Amantes o Albarracín.

Entre los patrocinadores y entidades colaboradoras se encuentran la Diputación Provincial de Teruel y el Ayuntamiento de Teruel. En representación de estos, el presidente provincial Joaquín Juste y el concejal Carlos Méndez -que disculpó a la alcaldesa, que se encontraba en Madrid- estuvieron en la inauguración oficial y dieron la bienvenida a todos los asistentes. Por su parte el obispo de Teruel y Albarracín José Antonio Satué expresó -a través de una grabación de vídeo que presentó el vicario de la diócesis turolense Alfonso Belenguer, ya que Satué se encuentra en la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal hasta el viernes- su deseo de que el trabajo de las jornadas fuera fructífero, ya que “la digitalización plantea un gran desafío para todos”.

Por último, Pablo Delclaux de Muller, director del Secretariado de la subcomisión episcopal para el Patrimonio Cultural, recordó que durante todos los asistentes tendrán ocasión no solo de asistir a las ponencias y conocer Teruel, sino también de compartir experiencias laborales e información personalmente hasta el próximo sábado.