El Museo de Teruel abre al público sus almacenes para celebrar el Día Internacional de los Museos

El Museo Provincial de Teruel ha celebrado el Día Internacional de los Museos (DIM), conmemorado hoy 18 de mayo, abriendo las puertas de sus almacenes al público. Ha realizado dos visitas guiadas para mostrar parte de la colección de indumentaria tradicional y dar a conocer el trabajo de conservación desarrollado por el personal del centro de la Diputación de Teruel (DPT).

La novedad del DIM 2022 por parte del Museo de Teruel ha permitido que una cuarentena de personas haya conocido piezas inéditas que no se pueden contemplar en el Museo habitualmente. Las visitas organizadas en dos turnos han tenido una gran aceptación, completando la totalidad de las plazas, y han estado guiadas por la conservadora Pilar Punter, quien ha valorado positivamente la iniciativa porque, ha dicho, “los visitantes están acostumbrados a ver solo una parte pequeña representativa, pero no se hacen a la idea de todo lo que tiene el Museo y de lo que significa, así como de todo el trabajo desempeñado para conservar las obras y su custodia, que es otro de nuestros objetivos además de la exhibición”.

Punter ha estado acompañada por el diputado de Cultura y Turismo de la DPT, Diego Piñeiro, quien ha dado la bienvenida a los participantes en este Día Internacional cuyo lema es “El poder de los museos”, y sobre el que se ha pronunciado Piñeiro: “En esta jornada reflexionamos sobre el poder de los objetos para contar historias y el poder de los museos para transmitirlas, y este año nos centramos en el textil y con estas piezas únicas nos trasladamos a diferentes épocas y lugares de nuestra provincia”.

Selección

El almacén de indumentaria tradicional situado en el Polígono La Paz de la capital provincial guarda una colección muy numerosa e interesante, de la que hoy se ha exhibido una selección representativa muy concreta, compuesta por varios tipos de prendas de vestir de mujer, hombre y niño/a, del día a día y de ocasiones especiales, algunas tejidas por sus propietarios, “por ejemplo con la lana de sus ovejas”, ha dicho Punter, así como calzado, complementos, ropa de casa, etc. Los visitantes han podido contemplar mantones, trajes como uno de seda del siglo XIX, sombreros o gorros de niños, que integran un conjunto total de 1.394 bienes, de los que 226 son de ajuar doméstico.

Asimismo han podido conocer el proceso y los elementos necesarios para guardar cada pieza, ya que las prendas se almacenan de acuerdo a sus necesidades particulares. La indumentaria diaria, como es el caso de los trajes, las faldas, los pantalones o los chalecos, generalmente va colgada en unas perchas especiales, realizadas con materiales neutros y forradas, y se cubre con una funda de algodón neutro.

En el caso de los zapatos, se guardan en cajas de cartón neutro confeccionados en el propio Museo, y las prendas de gran formato se conservan en rulos suspendidos, para evitar roces y que vayan rodeadas y no se marquen los pliegues. A esto se suma el clima de las instalaciones, controlado a en torno a los 20 grados y una humedad relativa del 50%, “para no someter las prendas a estrés”.

Esta colección se inicia con la creación del Museo y el origen de las piezas, correspondientes a los siglos XIX y XX, recae en donaciones particulares, “de personas que guardan este tipo de piezas en sus casas porque para ellas tienen un significado y dado un momento las donan porque son conscientes de que es la mejor forma de mantenerlas”, ha detallado Pilar Punter.