El mundo visto a 7’5 centímetros, la medida perfecta para caber en el bolsillo de un niño

El turolense Pedro Sabio es, además de fotógrafo, el único turolense junto al alcañizano Manuel Griñón que forma parte de la asociación Click Aragón de coleccionistas de Playmobil, un grupo de apasionados por las populares figuras de plástico creadas en 1974. Tras medio siglo en el mercado, a las figuras diseñadas para caber en el bolsillo de un niño no solo no les pesa el tiempo, sino que siguen siendo una de las referencias predilectas entre muchos pequeños, al mismo tiempo que surten un ávido mercado de coleccionismo que ha llegado a pagar más de 6.000 euros por una montaña rusa que solo se comercializó en Japón en 1989, y que está considerada la pieza más rara y valiosa de la marca alemana.

Entre el 9 y el 11 de febrero el centro tecnológico y de investigación Etopía de Zaragoza acogió la cuarta edición de la Expo Playmobil Ciudad de Zaragoza, una cita a la que suelen acudir los dos representantes turolenses de la asociación, aunque en esta ocasión Griñón no pudo estar presente.

Entre los 25 participantes se montaron un total de 9 dioramas de gran tamaño y muy diferentes temáticas, y uno de los que más llamaron la atención fue precisamente uno de los creados por Pedro Sabio, que entre otras cosas representaba un yacimiento paleontológico en homenaje a Dinópolis. Es habitual que Sabio lleve un trocito de Teruel a las exposiciones de clicks y suele tematizar sus dioramas en relación a la provincia. En el segundo de los dioramas que montó este año, no sin cierta retranca, podía verse una moderna ciudad paralizada por las obras en cuya estación estaba entrando un tren. Y hace algunos años creó un diorama que representaba aquel vídeo en el que un tractor adelantaba a un tren a su paso por Navarrete del Río, que grabó la plataforma Teruel Existe en 2018 para denunciar el estado de las líneas férreas en la provincia. Al igual que ese vídeo, las fotos del diorama de Pedro Sabio se convirtieron en virales.

De hecho dentro de la afición por los Click de Playmobil, que a Pedro Sabio le viene desde pequeño, admite que las instalaciones férreas son su debilidad. “Mi familia paterna es ferroviaria y me encanta la temática”, explica. Sin embargo los trenes no son lo más abundante en la franquicia: “en su día salieron algunas series de ferrocarriles, sobre todo del oeste americano, pero son muy antiguas. Yo nacía en 1996 y mis padres ya no me los compraron para jugar”. En la actualidad están prácticamente descatalogados “y son caros y difíciles de conseguir, porque además los raíles eran de latón e iban conectados a la red, y por tanto eran caros de fabricar”. Uno de estos ferrocarriles del Far West pueden conseguirse desde 200 a 2.000 euros, dependiendo del modelo exacto y de su estado.

La comunidad lleva tiempo pidiendo a la marca que haga una reedición de esos ferrocarriles, aunque “en España seguramente los sets más míticos son el barco pirata, el fuerte de los vaqueros y el castillo medieval”, explica Sabio. Por alguna razón, el indio que en la caja salía con un caballo es una de las figuras más buscadas en nuestro país.

Pablo Sabio no se considera un coleccionista especialmente obsesionado, y desde luego no es de los que guardan las cajas sin desprecintar, que multiplican su valor pero su diversión es igual a cero. “A mi me compraban las cajas mis padres, las abría y jugaba con ellos”, afirma Sabio. “Pero es verdad que tengo compañeros que tienen auténticas joyas, gente que son grandes coleccionistas, cajistas, más bien, que guardan las cajas plegadas e incluso cerradas y con el plástico. El valor de mercado es grande y el personal incalculable”.

La colección de Pedro Sabio es de unas 100 figuras, aunque en casa no tiene dioramas, porque entonces no cabría él en su cuarto. Algunos de los Playmobil que tiene están customizados o pintados, “muchos de ellos como miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de la Unidad Militar de Emergencias” e incluso como Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón o bomberos de Sarga, entre otros. Con láminas de plástico y cutter, e incluso con impresoras 3D se fabrica sus propias piezas y logotipos. En el diorama de la obra que expuso en febrero aparecen varios palés de carga fabricados por él mismo.

Entre sus piezas más queridas hay un grupo de indios y vaqueros, probablemente con los que más horas ha echado jugando de pequeño, y un grupo de bomberos que formaron parte del primer grupo de clicks que tuvo y que dieron inicio a su afición. Fue hace algo más de veinte años cuando, paseando con sus padres por unos caminos de Teruel descubrió una pequeña cueva y se metió para jugar. Dentro descubrió una gran caja de cartón llena de figuras de Playmobil, que para él supusieron un auténtico tesoro. “Yo debía de tener como 4 o 5 años, me quedé impresionado y a partir de ahí mis padres comenzaron a comprarme figuras para jugar”. Entre los proyectos de futuro, Pedro Sabio, que ya ha expuesto en localidades turolenses como Alcañiz y Calamocha, quiere impulsar la celebración de un encuentro de coleccionistas de Playmobil en Teruel. “Requiere mucho tiempo de preparación, pero mi idea es que en 2026 pueda celebrarse”.

Un colectivo unido por la pasión de jugar y compartir

Click Aragón es solo una de las numerosas asociaciones que existen por toda España de coleccionistas de Playmobil, y tiene una importante actividad expositiva y divulgativa por todo Aragón y otros puntos de España. Además del encuentro anual que celebran desde hace cuatro, entre diciembre de 2023 y enero de 2024 expusieron ocho espectaculares dioramas en la Fundación Caja Rioja de Logroño. Han participado en las últimas ediciones de las Jornadas Ibéricas de Azaila, donde exponen un diorama muy didáctico y realista que representa fidedignamente un asalto romano a una ciudad íbera, y en mayo de 2023 recaudaron 4.000 euros para la investigación contra el cáncer infantil en la Exposición Solidaria Playmobil de Huesca. Además suelen exponer en encuentros y congresos de coleccionismo por toda España. En la mayor parte de sus exposiciones se cobra una pequeña entrada, que es donada para la investigación de enfermedades infantiles.