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El Mérito Cultural de Andorra 2022 recae en los Sedetanos de El Cabo El Mérito Cultural de Andorra 2022 recae en los Sedetanos de El Cabo
Fotografía de grupo de los Sedetanos de El Cabo con el ayuntamiento, el viernes por la tarde. Ayto. de Andorra

El Mérito Cultural de Andorra 2022 recae en los Sedetanos de El Cabo

La asociación dinamiza el parque arqueológico reconstruido en San Macario
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La asociación Sedetanos de El Cabo ha sido elegida por el Patronato de Cultura de Andorra como Premio al Mérito Cultural 2022 por su implicación en la difusión de la cultura íbera en la localidad y por la labor que realiza de reconstrucción y dinamización del parque de arqueología experimental que lleva el mismo nombre, sito en el monte de San Macario. El premio fue entregado el viernes en el espacio escénico de la casa de cultura, en una gala amenizada por Miguel Ángel Fernández, de la compañía teatral de marionetas El antídoto, y los alumnos de la Escuela Municipal de Música.

El concejal delegado de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Andorra, Juan Ciércoles, remarcó la gran labor de transmisión de la cultura íbera y de potenciación del turismo que realiza esta asociación y mostró su orgullo por la gran cantidad de actividades culturales que organiza el consistorio.

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Tras un vídeo producido por la Televisión Local de Andorra dedicado a los protagonistas de la tarde, recogió el premio el presidente de la asociación, Emilio Gracia, que mostró su agradecimiento y remarcó que el galardón supone un aliciente para seguir trabajando en El Cabo. Trasladó el compromiso de los Sedetanos para seguir reconstruyendo el poblado y seguir mejorando en las representaciones y visitas teatralizadas que realizan allí.

El alcalde en funciones, Joaquín Bielsa, puso en valor la riqueza cultural de la que goza Andorra y el gran trabajo que llevan realizando los Sedetanos del Cabo desde que se constituyeron en asociación.

Labor de dinamización

Los Sedetanos son un grupo de recreación que se encarga de dar vida y dinamizar el yacimiento. Formaron la asociación en 2013 a raíz de una reunión celebrada en el ayuntamiento, en la que participó el arqueólogo e historiador José Antonio Benavente, que planteó la conveniencia de convertir en parque arqueológico experimental el poblado del siglo V a.C., reconstruido piedra a piedra en 1999 desde la cercana mina de carbón a cielo abierto en la que fue encontrado.

Hoy, el yacimiento recrea a escala natural el poblado ibérico de El Cabo, de calle central con unas cuarenta casas de planta rectangular de unos 20-25 metros cuadrados de superficie protegidas por un recinto amurallado.

La asociación Sedetanos de El Cabo está formada por un grupo de 39 socios y nace con el objetivo de dar a conocer la cultura íbera a diferentes personas de distintos rangos de edad, desde niños hasta adultos, ofreciéndoles una visión más realista de cómo se vivía en la época íbera. El nombre “sedetanos” es el que tenía la etnia que habitaba en esta zona y en todo el valle medio del río Ebro en aquella época.

Para desarrollar toda su labor, los Sedetanos han contado con un buen asesoramiento y documentación por parte de arqueólogos expertos y entendidos en la época íbera, además del apoyo y colaboración de otros grupos recreacionistas de fiestas que se celebran en España. Uno de ellos es Antonio Madrigal, arqueólogo de Barchín del Hoyo (Cuenca). Para mejorar las recreaciones históricas y documentarse sobre los oficios y costumbres de la época íbera, los Sedetanos han viajado también a Villastar, Calafell (Tarragona) o Lezuza (Albacete).

Visitas teatralizadas

Realizan múltiples actividades de dinamización del poblado íbero, como son las visitas teatralizadas a El Cabo, en las que representan los diferentes oficios que se desarrollaban en los poblados íberos, desde el herrero al brujo. También se encargan de organizar el fin de semana de Cultura Íbera que se celebra cada año a finales del mes de junio, con puertas abiertas y ponencias con expertos reconocidos. Además, colaboran con los campos de trabajo Tres en Raya de Alcorisa que cada verano llevan a Andorra un multitudinario grupo de jóvenes que colaboran en la reconstrucción.

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