El Mercado del Siglo de Oro culmina una Semana Cultural de La Ginebrosa con actos de lo más variado

Los vecinos de La Ginebrosa disfrutaron este sábado de un Mercado del Siglo de Oro, rescoldo de lo que en 2011 fue la Fiesta de la Concordia celebrada junto a Aguaviva y Mas de las Matas, dentro de una completa Semana Cultural organizada por la asociación Tarayola que ha incluido pintura, correfocs, deportes, guiñote, actividades infantiles, cine y mucha gastronomía.

En el mercado participaron una veintena de expositores de comida, artesanía y literatura, todos ellos de particulares de la localidad o vinculados al pueblo, y con presencia intergeneracional.

Algunos de los participantes se vistieron de época para emular, un año más, lo que fue la Fiesta de la Concordia con la que en 2011 los municipios de La Ginebrosa, Aguaviva y Mas de las Matas celebraron el 400 aniversario de la independencia de estos dos últimos de la población principal de la zona en la época.

“Tanto nos gustó la fiesta a los rabosos y tanto participamos y colaboramos con ella que aún seguimos celebrándola”, dijo Ana Sabás, integrante de la asociación cultural Tarayola. Que 13 años después la localidad bajoaragonesa siga celebrando el mercado temático, con gran parte de la población vestida de época, quiere decir que la acogida sigue siendo buena.

Los expositores los montan “particulares y peñas del pueblo, muchos de ellos niños a los que les hace ilusión hacer alguna manualidad o galletas para vender y sacarse algún dinero para las fiestas” que tendrán lugar la semana que viene, explicó Sabás. En cuanto a los adultos, elaboran tapas y la comisión de fiestas pone barra. Una peña anima con mojitos y un apicultor vende miel. Artesanía, cuadros, bisutería o macramé completan los trabajos manuales.

Como novedad, este año participó Iván Ledesma, escritor y guionista que trajo algunos de sus libros, como Ante dioses diferentes, una novela de terror inspirada en La Ginebrosa. También hubo piedras esotéricas.

La actividad fue por la tarde y hubo presencia de los cabezudos locales. La asociación repartió la revista anual y entradas para el espectáculo de cartomagia Mis últimos milagros, este domingo a cargo del gran mago aragonés Mariano Lavida que realiza una gira de despedida.

Y es que, con tan solo 10 euros anuales, se contribuye a dar esplendor a la actividad cultural de la localidad, que ha vivido un mes de agosto de lo más entretenido con actividades como la protagonizada por Foc y Flama, grupo de correfocs de La Codoñera que se desplazó a La Ginebrosa para llenar de pólvora, fuego, chispas y ritmo la localidad.

También hubo cine, con la proyección de Un hípster en la España vacía (2024, Emilio Martínez-Lázaro), una divertida comedia ambientada en un pequeño pueblo de Teruel que se rodó en La Fresneda y Fuentespalda.

La película explica la historia de un joven y voluntarioso político que es enviado a un pueblo para implantar modernas medidas contra la despoblación. La confrontación entre dos maneras diferentes de ver la vida está servida, aunque al final unos y otros comprobarán que con diálogo y empatía podemos entendernos y lograr grandes cosas juntos.

‘Bellezas en el Camino’

Por otra parte, en el Horno Viejo de La Ginebrosa se expone Bellezas en el Camino, una muestra de la obra pictórica de la socia de Tarayola Querubi Huerta. Las obras expuestas responden a diferentes técnicas practicadas por esta aficionada a la pintura.

Además, con la colaboración de la Comarca del Bajo Aragón se disputó un torneo de fútbol infantil, mientras que el programa Culturalia comarcal trasladó sus Cuentos Supervitaminados con apasionantes aventuras. Los pequeños también disfrutaron con una fiesta de la espuma.

La gastronomía estuvo presente también con la presentación del libro El arte de la cocina aragonesa, de Ismael Ferrer, que tiene su origen en los años 70 del siglo XX, cuando Darío Vidal recorrió los pueblos de Aragón recopilando recetas tradicionales. El trabajo no vio la luz en su momento, pero sí sufrió plagios porque los platos aparecieron en otros libros sin citar autores. Ahora Ferrer, amigo de Vidal y a quien éste legó su trabajo antes de fallecer, se ha ocupado de honrarle, recogiendo los platos en un libro en el que cada receta está acompañada por el nombre de su creador y el pueblo al que pertenece. Cómo no, La Ginebrosa está presente de la mano de Amelia Ruiz, Concha Castel, Luisa Morales y Manolet Coma.

Hubo también un concurso de guiñote entre jugadores de La Ginebrosa y La Cañada de Verich que se llevó el pueblo visitante, aunque hace dos semanas cambiaron las tornas allí.

La Semana Cultural de Tarayola se viene celebrando desde 1987, por lo que pronto contará cuatro décadas al servicio del entretenimiento estival de rabosos y visitantes. Este año, como novedad, no se ha celebrado la tradicional guerra del agua para concienciar sobre la “profunda y preocupante sequía que estamos sufriendo este año en La Ginebrosa y la necesidad de cuidar de este bien tan preciado y necesario”, concluyó Sabás.