El Matarranya Íntim ocupa más de 1.500 butacas en Calaceite en una edición mágica

Calaceite ha vivido un intenso fin de semana con la cultura como gran protagonista. El interior de sus casas señoriales y los rincones más emblemáticos del municipio han acogi­do una de las ediciones del festival Matarranya Íntim más emotivas que se recuerdan. El programa de este año ha generado una gran expectación, y constata una vez más que el público quiere cultura. De hecho, la organización amplió de 1.200 a 1.500 el aforo total del festival, incluso ofreciendo algún pase extra, dado el enorme interés que generaron algunos espectáculos. Es el caso de Hipólito, una revisión contemporánea sobre el mito de Fedra.

Cultura en mayús­culas y mucha vida en la calle desde el minuto cero gracias a uno de los festivales más singu­lares de la provincia de Teruel. Un Matarranya Íntim que arrancó el viernes por la tarde con La Boda, propuesta de clown familiar en la plaza Mayor que reunió a numeroso público de todas las edades.

Han sido tres días de intensa actividad cultural, con espectáculos que se han movido desde el cabaret a las nuevas dramaturgias, pasando por los títeres, la danza contemporánea, la memoria his­tórica, el clown o el teatro inmersivo. Las couchers in progress, la propuesta clown de Las Couchers para adultos que cerró esta novena edición reunió a unas 200 personas en la Bassa.

Calidad, respuesta y entrega

“Ha sido un fin de semana muy intenso y agotador, pero muy gratificante para todos. Estamos muy satisfechos por todo. Por la calidad de los espectáculos, por la entrega de las compañías, por la respues­ta del público y por la acogida que ha tenido Calaceite con el festival", subrayó con entusiasmo Jacobo Julio, director del festival.

Un Matarranya Íntim que llega a su ecuador, después de haber recorrido nueve de los 18 pueblos que integran la Comarca del Matarraña. Ráfales, Monroyo, Peñarroya de Tastavins, Fuentespalda, Cretas, Val­junquera, Arens de Lledó, Fórnoles y ahora Calaceite forman parte de la historia del esta coqueta propuesta.

Desde la organización anunciaron que el certamen tendrá conti­nuidad en 2023 y explicaron que la sede de la señalada décima edición regresa al pueblo que lo vio nacer: Ráfales. “El público nos ha dicho una vez más que la cultura es necesaria y que merece la pena invertir en ella”, dijo Julio, que hizo un lla­mamiento a las administraciones públicas para que apuesten firmemente por la cultura y concretamente por el teatro. Y es que el Íntim "ha llenado las calles de Calaceite durante tres días", con un público fiel no sólo del Matarraña y comarcas de alrededor, sino también procedente de lugares tan distantes como Bilbao, Barcelona, Valencia, Madrid o Menorca. Desde la organi­zación del festival agradecieron el respaldo de entidades, Ayuntamiento, Diputación de Teruel y otras administraciones, así como de los vecinos, imprescindibles para el desarrollo y el mimo de un festival tan singular.

También agradecieron la confianza de los propietarios de las viviendas que se han convertido en escenario del Matarranya Íntim; de Marcos Mateu, como facilita­dor del festival; de Ioli Valsells, como diseñadora del cartel; así como de Antonio David, de la Fundació Noesis, que "durante estos tres días ha vuelto a ser una auténtica residencia de ar­tistas".

Arte de vanguardia en el rural

El festival nació hace una década como una propuesta singular pa­ra que llegara el arte de vanguardia a municipios pequeños. Un proyecto cultural de carácter itinerante como ha demostrado.

Entre los espectáculos de esta edición, todos ellos de gran nivel, sobresale el clown poético de Empar, nuevas dramaturgias con Amarillo 102 o El paso millonario, títeres con Un zapato, un poe­ta y su nieta, o teatro de memoria histórica con José Antonio y Federico.