El Gloria Fuertes expone en Alcorisa grabados inspirados en los dibujos de Joaquín Borrás

El colegio público de educación especial Gloria Fuertes de Andorra no para de dar alegrías. Tras la reciente publicación de su calendario 2025 por la paz, este lunes el alumnado de la Etapa Secundaria presentó, en plena Semana Cultural de Alcorisa, los 18 grabados que ha realizado en el Taller de Plástica a partir de dibujos originales del fotógrafo, dibujante y pintor Joaquín Borrás, un calco del urbanismo de Teruel, Alcañiz, Andorra y Alcorisa.

Bajo la atenta supervisión del polifacético profesor del área de Plástica, Joaquín Macipe, los chicos y chicas del Gloria Fuertes han sido capaces de elaborar 50 grabados de cada uno de estos dibujos, entre los que se encuentran el Calvario y la iglesia de Alcorisa; la fuente de los 72 caños, la plaza de España o el Castillo de Alcañiz; la Catedral, el Torico o las torres mudéjares de Teruel; y la iglesia y el Labrador y Minero de Andorra, entre otros dibujos representativos.

Para dar a conocer el fantástico trabajo guiado de los artistas con discapacidad intelectual, el centro programó, junto al Ayuntamiento de Alcorisa, una exposición que este lunes fue inaugurada en el Centro de Día de la localidad y que permanecerá abierta del 20 al 26 de enero en el siguiente horario: del 20 al 24 de enero, de 10 a 19:30 horas, y 25 y 26 de enero, de 14:00 a 19:00. Mientras esté abierta, se podrán comprar piezas al precio unitario de 5 euros, que financiarán las actividades que organiza la escuela.
 

La muestra consta de 18 grabados realizados con la técnica del aguafuerte en relieve a partir de los dibujos originales de Joaquín Borrás.

Las planchas de zinc fueron donadas por la familia del autor al Gloria Fuertes para poder sacar adelante este proyecto.

Bajo la guía de los docentes del colegio, los alumnos y alumnas han participado activamente en todas las etapas del proceso.

Prensa calcográfica

De esta forma, el alumnado ha podido aprender sobre la importancia de los materiales de impresión, como el papel de alta calidad y las tintas especiales. Bajo supervisión, también participaron en el entintado y limpieza de las placas, un proceso que requiere paciencia y precisión.

Utilizando una prensa calcográfica, los estudiantes realizaron una serie limitada de impresiones, numeradas y firmadas. Cada grabado es un testimonio del esfuerzo colectivo y de la individualidad de cada alumno y alumna, ya que las variaciones en la impresión hacen que cada pieza sea única, indica el colegio en el panel introductorio de la exposición.

Esta iniciativa no solo promueve el aprendizaje en técnicas de grabado, sino que también fortalece habilidades sociales, motiva la creatividad y fomenta la autoconfianza del alumnado. Asimismo, le brinda la oportunidad de presentar su trabajo en una exposición pública, donde compartir sus creaciones con la comunidad.
 

Al concluir el proyecto, cada obra de arte se convierte en un símbolo tangible del talento y la dedicación de estos jóvenes artistas, que demuestran que el arte es un lenguaje universal capaz de trascender cualquier barrera.

La concejala delegada de Cultura en el Ayuntamiento de Alcorisa, Raquel Egea, ejerció de anfitriona. Agradeció la presencia de la viuda de Borrás, Mari Carmen Rovira, así como de la directora del Gloria Fuertes, Lola Oriol y del propio Macipe, de quienes valoró que hayan querido colaborar con la Semana Cultural de Alcorisa, al tiempo que animó al público a disfrutar de la exposición de grabados.

El centro entregó a Rovira la prueba de autor de todos los grabados, una edición propiedad del autor de la plancha original que precisamente cedió la familia del fotógrafo y dibujante para una causa tan noble.

La viuda de Borrás mostró su “admiración y agradecimiento por haber logrado, con la colaboración de las alumnas y alumnos del colegio Gloria Fuertes y todo el profesorado, los grabados que aquí se presentan”, lo que para la familia constituye “una gran satisfacción” que les ha “llenado de alegría”.
 

Un trabajo recompensado

Macipe destacó el “entusiasmo” de Rovira y animó al público a comprar alguno de los 900 grabados que se han editado en total para tener, a un precio módico, “un pedacito de este proyecto, que es lo bonito”.

“Cuando nuestros chicos veían la placa metálica y de repente pasábamos el papel por el tórculo y salía la copia bonita se les iluminaba la cara. Y solo eso ya vale todo el esfuerzo”, dijo el docente, quien valoró la habilidad del alumnado con diversidad funcional de “mantener la concentración” entre tintas grasas y papeles de gran calidad.

Macipe, que durante 20 años dio clase en el IES Damián Forment de Alcorisa, hizo mención al final de su última película, La estrella azul, dedicado “a los artistas anónimos”, pues “Joaquín Borrás es uno de ellos”. “El artista lo que hace es construir puentes para que otros pasen. Joaquín construyó éste y mis alumnos y yo hemos ido detrás”.

Por su parte, la directora del colegio valoró que el alumnado pueda participar en una nueva actividad inclusiva. Destacó que, aunque la muestra se expondrá del 17 al 26 de marzo en Andorra, era necesario estrenarla en Alcorisa porque “es lo que merecía la familia del autor”, afincada en la localidad bajoaragonesa.

“Para que esto sea posible hace falta la generosidad de la familia; una persona como Joaquín Borrás que crease unos dibujos tan magníficos de esos cuatro lugares; que los chicos y chicas de nuestra escuela, los verdaderos artistas, hayan hecho durante semanas esa obra”, y “que haya un mediador, un maestro que es Joaquín Macipe, a quien quiero agradecer públicamente que nos siga haciendo creer que el arte y la educación artística son una magnífica herramienta de comunicación, de expresión de todas las personas y, en nuestro caso, de personas con discapacidad intelectual”.
 

Pintaba al óleo y experimentaba con otras técnicas a su aire

Joaquín Borrás, que falleció el 24 de junio de 2021, nació en 1948 en Forcall (Castellón). Pocos meses después su familia se trasladó a vivir a Aguaviva, después a Montalbán y finalmente a Andorra. Su padre y su hermano mayor ejercieron como fotógrafos. De modo que él adquirió los conocimientos en la mejor escuela: la familiar.

En Andorra fue donde cambió los libros por una cámara, colgada al hombro, y así apareció por Alcorisa, donde abrió un estudio y continuó siendo fotógrafo hasta su jubilación. En paralelo con su profesión dedicó parte de su tiempo al dibujo y a la pintura, a veces al óleo y otras experimentando a su aire diferentes técnicas.