El fantasma de Viridiana vaga en libertad por Teruel en busca del ángel exterminador
Desafío Buñuel llega hoy a su fin con el reto de que los cinco equipos participantes entreguen acabados sus cortometrajes a mediodíaEl IV Rally cinematográfico Desafío Buñuel, que organizan la Fundación Amantes y la DGA, finalizará esta noche en Teruel con su particular tedeum, como terminaba la película El ángel exterminador, quién sabe si con el público atrapado por la magia del cine y sin poder salir después de la Escalinata, que es donde se proyectarán los cortos que compiten y tendrá lugar la gala de clausura. A la espera de ese momento, a las doce del mediodía de hoy los cinco equipos participantes deberán entregar sus trabajos totalmente concluidos en la plaza del Torico, después de que durante los dos últimos días el fantasma de Viridiana haya vagado en libertad por Teruel impregnando a la ciudad de ese espíritu surrealista que nos legó el calandino.
Este año hay grandes expectativas con los cortos en competición, cuyas influencias buñuelianas parece que van a ser muy explícitas a la vista de lo que se ha podido ver durante estos días en los rodajes. Los cineastas exprimían ayer las horas para poder entregar hoy los trabajos, y algunos equipos reconocieron que habían tenido algún problema que les había retrasado y obligado a improvisar sobre la marcha para recuperar el tiempo perdido. Ese es el desafío del rally, hacer frente a los contratiempos que surgen en toda filmación y rodar en poco tiempo como estaba acostumbrado a hacerlo Buñuel, con austeridad de medios pero mucho ingenio.
Coches fúnebres por las calles como si ríos de la muerte se tratara, estéticas góticas en medio de las cumbres borrascosas que se han vivido en la última semana, y algún muslo pecaminoso y perverso objeto de deseo exhibido en el cementerio ante las cámaras, aventuran platos fuertes para esta noche con abundantes homenajes a Buñuel y a la película sobre la que gira este año el festival, Viridiana.
La proyección de los cortos y la gala de clausura con la entrega de los premios y alguna sorpresa tendrá lugar a partir de las 19:30 horas de hoy en la Escalinata. El acto contará con la asistencia de representantes institucionales, entre ellos la consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, y del consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci.
Antes, los turolenses están convocados a las doce del mediodía en la plaza del Torico para aplaudir a la llegada de los participantes del rally que hayan cumplido con el desafío y conseguido terminar sus películas. Tendrán que tener una duración máxima de 10 minutos, ya que si superan ese metraje quedarán descalificados. También quedarán excluidos de la competición aquellos que no hayan incluido en alguna escena un Jamón de Teruel que se les entregó el primer día, y el vehículo Seat que se les cedió para estos días con el equipo de rodaje. Además, deberán aparecer dos actores del casting hecho por Desafío Buñuel y ofrecido a los realizadores.
Recorrido por los rodajes
Ayer en los distintos sets de rodaje se veía mucha concentración mientras no dejaban de mirarse los relojes de reojo. Buñuel era un auténtico obseso de la puntualidad, y hasta en eso el rally marca a los participantes como uno de los sacrosantos mandamientos de todo buen buñueliano, el primero de los cuales dice que “no citarás a Buñuel en vano”.
Jaume Planas, uno de los directores del cortometraje del equipo azul, El refugio inhumano, comentaba ayer que estaban viviendo el festival como una “carrera que te lleva al límite”, a pesar de lo cual reconocía que estaban “contentos” de los resultados que estaban obteniendo. “Sabíamos que esto era una guerra y estamos a tope, pero contentos exprimiéndonos”, dijo.
Desde el balcón del Ayuntamiento, donde pasadas las dos de la tarde preparaban un plano, Jaume explicó que uno de los momentos más hermosos vividos había sido de la mano del actor Mariano Anós, que les había obsequiado con una escena que les conmovió. “Ha sido de las mejores miradas que he grabado, y eso nos subió la moral de una manera que flipas”, indicó el realizador. El veterano actor interpreta el papel de un cura con doble moral en este cortometraje, quién sabe si un Nazarín o un Simón en conflicto permanente consigo mismo.
El equipo azul se pasó toda la noche del jueves al viernes rodando a la luz de la Vía Láctea, hasta ver la salida de la aurora a las siete y media de la mañana. El codirector de esta película, Ismael Piqueras, explicó antes de que se diera la salida al rally que su corto era un drama que de alguna manera daba la vuelta a Viridiana.
En el cementerio se pasó buena parte de la mañana de ayer el turolense Juan Corellano, entre tumbas, nichos, y almas que suben al cielo. Su película se acerca a Viridiana desde el duelo de la muerte y la forma de ver la sexualidad que tenía el calandino. Filmó la belleza diurna de unas mujeres en el camposanto tras haber caído durante la noche en los abismos de la pasión y haberse dejado llevar por los placeres de propios de la edad de oro.
Mientras, en un chalé de las Viñas la joven actriz Andrea Fandos aguardaba en un jardín, quién sabe si la muerte de alguien, mientras dentro se ensayaba tal vez un crimen, porque el equipo rojo, a cuyo frente están María Teresa García y Javier Salcedo, promete con su corto Eucaristía un filme que roza el terror. Y eso que el día anterior las primeras escenas que rodaron en la plaza de la Catedral no apuntaban para nada a eso con una encantadora niña, que bien podría ser hija del engaño, que encuentra a un personaje olvidado y bruto, un mendigo pidiendo limosna sin un pan que llevarse a la boca.
El equipo marrón, que dirige Javier Balaguer, quedó varado en la pedanía de la Aldehuela, como si de robinsones se tratara, donde rodaron buena parte del corto Alba. Su protagonista, Carlos Olalla, parecía evocar a tres grandes personajes de la filmografía del calandino, a Francisco Galván, a don Lope y a don Jaime. El día anterior este calavera había iniciado ilusionado un viaje con su particular Viridiana, en la primera escena rodada nada más darse la salida del rally. En una vivienda de la Aldehuela, donde se encontraron con perros y una variada fauna rural, rodaron uno de los cortos más ambiciosos del certamen sobre una mujer sin amor expulsada de un convento que acaba con su tío en una antigua casa familiar.
Equipo hispanomexicano
El equipo hispanomexicano, que lleva el temido color amarillo para las artes escénicas, se fue de nuevo de bares ayer para rodar las escenas de su corto La noche del exabrupto. Ayer filmó en el Café 1900 después de que el jueves comenzara el rodaje en otro bar, el Lebowski, y solo les hubiese faltado acudir al Casino para completar una ruta de bares y poder escribir también el diario de una camarera.
Aparte de ver trabajar a los equipos en las calles, los turolenses pudieron disfrutar también ayer del discreto encanto de Pedro del Rey, el montador de la película Viridiana. Estaba previsto que acudiese a Teruel, pero por problemas familiares no pudo hacerlo en persona pero sí de forma diferida después de que el lunes Guillermo Chapa viajara a Madrid para hacerle una entrevista.
Chapa prepara una prometedora serie de televisión titulada Operación Viridiana sobre la historia de esta película, después de haber disfrutado del programa de residencias de la Academia del Cine para empaparse de todo lo que rodeó la filmación de esta obra maestra. Este joven realizador turolense, heredero de otros que lo fueron antes que él, estuvo acompañado por el crítico de cine Paco Martín que hablaron sobre la película tras su proyección en el Jardín de los Amantes.
- Teruel lunes, 24 de mayo de 2021
Luis Planas se compromete a que la nueva PAC sea justa con Teruel
- Cultura jueves, 23 de febrero de 2023
El Teatro Marín proyectará la versión definitiva de los cortos del Desafío Buñuel
- Cultura miércoles, 24 de agosto de 2022
Lagartija Nick y sus poemas de Buñuel: aperitivo de lujo para el Desafío Buñuel
- Cultura jueves, 25 de agosto de 2022
Ruth Gabriel y Maite Uzal desvelan sus secretos de interpretación a los turolenses en el Desafío Buñuel