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El curso de Metales recupera desde un peine andalusí oxidado hasta un calvario de plata El curso de Metales recupera desde un peine andalusí oxidado hasta un calvario de plata
Varios alumnos, trabajando en las diferentes piezas que componían el calvario del siglo XVII, que está totalmente desmontado

El curso de Metales recupera desde un peine andalusí oxidado hasta un calvario de plata

Los alumnos se especializan en la restauración de todo tipo de materiales en Albarracín
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Cruz Aguilar

Desde una oxidado peina de hierro del siglo XI hasta un rico calvario de plata del XVII o una custodia de plata sobredorada, cualquier material se puede recuperar si cae en las expertas manos de los alumnos del Curso Superior de Restauración de Metales. Todos ellos son titulados superiores que buscan en las actividades formativas de la Fundación Santa María una especialización en su profesión y atender aspectos que en las aulas no se abordan.

La actividad, que se inició el pasado 23 de septiembre, ha recuperado varias piezas de orfebrería y ha abordado el análisis de algunas de arqueología, entre las que destaca un peine hallado en las excavaciones del castillo y que tiene gran interés, tanto desde el punto de vista histórico como por la complejidad en la recuperación de los materiales por parte de los restauradores.

La actividad, que culminará el próximo día 11 de octubre, está impulsada por el Gobierno de Aragón a través del Instituto Aragonés de Empleo.

La profesora del curso, María Méndez Villafañe, indicó que el peine se extrajo de las excavaciones y podría ser del siglo XI. Los arqueólogos realizaron en su momento un tratamiento de urgencia, que consiste en aplicar una resina acrílica para evitar que la corrosión siga haciendo efecto. La experta indicó que esa resina se ha retirado y han eliminado parte de la corrosión, pero de forma superficial porque, además de que protege el metal, al quitarla a veces se pierde decoración. Por eso, es aconsejable realizar una radiografía para comprobar cuestiones como si tiene decoraciones o marcas o comprobar hasta dónde llegan las púas del peine, que es de hierro forjado y con unas pequeñas anillas en una aleación con base de cobre.

Otro de los objetos arqueológicos es un colgante de cobre que, al limpiarlo ha desvelado unas pequeñas láminas de oro.

Calvario

Entre las piezas de orfebrería en las que han trabajado destaca un calvario cuyos relieves están realizados en plata, con el fondo de terciopelo y pegado a una tabla en cuyo revés figuraba quién había realizado el encargo y el año, 1659, en que se había regalado. Los calvarios son elementos religiosos que se usaban con fines decorativos.

La docente especificó que el proceso para recuperar las piezas es extenso y se inicia con la toma de fotografías para que todo quede registrado. Cada uno de los objetos se observa con lupas para ver las alteraciones, que se registran en un mapa de daños. A partir de ahí se realizan pruebas de limpieza, se desmontan y se atienden por separado, teniendo en cuenta los diferentes materiales, como en el caso del calvario, que tiene plata, madera y terciopelo. Después se da una capa de inhibición, que es una protección para que dure más tiempo.

También se ha trabajado en uno de los seis blandones de plata enviados desde México y en los que ya se iniciaron tratamientos en años anteriores.

Los alumnos, todos ellos titulados, proceden de lugares tan diversos como Madrid, Andalucía, Huesca, Asturias o Alicante.
 

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