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El concierto de Navidad no defraudó y la Banda Santa Cecilia elevó el nivel musical con su repertorio El concierto de Navidad no defraudó y la Banda Santa Cecilia elevó el nivel musical con su repertorio
La Banda Santa Cecilia haciendo sonar a Henry Mancini. Bykofoto/Antonio García

El concierto de Navidad no defraudó y la Banda Santa Cecilia elevó el nivel musical con su repertorio

Los fondos recaudados en las dos sesiones de este espectáculo irán a colaborar con la AECC Teruel
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La Banda Santa Cecilia de Teruel no defraudó en el Concierto de Navidad. El espectáculo mantuvo el nivel en todo momento desde el principio hasta el final y de ello se encargaron todos los personajes, encabezados por Tobogán y Colibrí (Jesús Cuesta e Isabel Cuesta), que, ataviados del Sherlock Holmes y la Dra. Watson, se encargaron de guiar y conducir la velada. No faltó el humor y la comedia ni tampoco las parodia y el entramado para localizar la tuba, motivo por el cual se monta todo el dispositivo de investigación alrededor de la música. Misterio antes de Navidad fue el título del concierto, cuyo intríngulis era desvelar el robo de dicho instrumento.

El repertorio de temas, todos ellos conocidos y muy apropiados para la investigación y el espionaje, flotaron en torno a la trama por la pérdida del instrumento musical. Uno a uno fueron pasando los personajes de película, con la esperanza de que pudieran dar pistas o llegar a proporcionar la prueba final y descubrir al ladrón de la tuba. “El motivo por el que se llevan la tuba es para hacer espacio en el escenario, ya que no caben todos los músicos y hay que hacerles sitio”, indicó Daniel Ibañez, director de la Banda Santa Cecilia en este concierto de Navidad.

El público llenó por completo las casi seiscientas butacas del Teatro Marín. Bykofoto Antonio García


Emoción, incertidumbre, espera; se apagan las luces y comienza la función, suena la música y, tras unos segundos, se inicia el proceso, la tuba ha desaparecido y el director cuestiona a su interprete: “¿Dónde esta tu instrumento?” Él, no sabe no contesta. Y es el momento en que aparecen Tobogán y Colibrí.

Empiezan a desfilar los personajes del cine, James Bond, que por arte de magia se convierte en Jaime Bono, músico de profesión que toca el clarinete y que “sabe guardar secretos”, como buen agente de seguros. Se mezclan el rock y el jazz, más música dirigida por Daniel Ibañez.

Suena la melodía de Misión Imposible, unos compases, silencio, se encienden las luces de butacas y llega Tom Cruise o ¿su doble?. Llega en paracaídas y con un aterrizaje forzoso -también en su marcha-, pero no es la persona buscada. En realidad es Tomás Cruz y su título es ser monitor de paracaidismo en el Aeropuerto de Teruel. Tobogán y Colibrí no han tenido suerte, tampoco esta vez. Tienen que seguir buscando.

El Sherlock Homes estaba seguro de llegar hasta el final y descubrir al culpable


El público reclama seguir. Y ya se oyen los acordes de Superdetective en Hollywood y suena la Fantasy Dream Orchestra, bajo la batuta de Daniel Ibañez, a la que no tardan en sumarse otros nuevos protagonistas de la escena cinematográfica y televisiva como fueron el Equipo A, con M A, el Dr. Hannibal y el Loco Aullador. Se les acercan, una vez más, nuestros protagonistas (Tobogán y Colibrí) para vez qué posibilidades pueden tener de llegar a algo positivo. Falsa alarma, no son quienes aparentan y no pasan de ser unos simples aulladores: el equipo aaaaahhh. Suena la música de nuevo, clarines, trompas, flauta travesera, sentadillas y flexiones pero no hay respuesta a las indagaciones del Sherlock Homes y la Dra. Watson.

El público más menudo se mueve, se altera, escuchan: es alguien conocido y fácilmente identificable en los acordes de la música. Es la Pantera Rosa. Es Henry Mancini. Esta vez la pieza suena completa y con intensidad suficiente, allegro, piano. El director de banda marca las pautas y el ritmo cambia, se atenua, se eleva y el público escucha atentamente, disfrutando del tema.

El director de la Banda, Daniel Ibañez también recibió alguna regañina


Pero la trama no para y nuestros protagonistas continuan su labor. Las pesquisas llegan a la sala, se buscan los culpables o simplemente a los sospechosos. ¿Quién ha cometido el robo? No es fácil averiguarlo y para ello no les queda más remedio que ir casi butaca a butaca, para regocijo de los más pequeños. Tobogán y Colibrí sacan sus artilugios para intentar obtener resultados con su Detector. Todo son conjeturas pero ni un ápice de llegar al fondo de la cuestión, ¿Dónde está la Tuba?.

Otro de los habituales investigadores de la pequeña pantalla aparece en escena y las niñas y niños corean su nombre. El inspector Gadget y sus múltiples armatostes y trastos. Y su mano mágica. Main Theme y su autor Geek Music suenan bajo la batuta e instrumentos de la Banda Santa Cecilia, en la que también participan los niños y salen a acompañar los ritmos de esta canción. Pero de nuevo, falsa alarma, el inspector(a) Gadget no tiene respuestas y lo que sí tiene es prisa por marcharse: “Yo ya he cumplido. Me voy tengo cena de empresa”, argumenta en su despedida, antes de salir corriendo.

Sherlock Homes y la Dra. Watson con su Detector de sospechosos. Bykofoto/Antonio García/


Suena la música, una vez más, el concierto avanza y las esperanzas de averiguar algo no decaen, pero cada vez se está complicando más y más. Aparecen de nuevo Tobogán y Colibrí, con ellos otra esperanza. Es Superman ¿o no?. Es mister Formidable. No tiene superpoderes, pero “todo le resbala”. No es superelástico, pues apenas se dobla. Tampoco tiene superfuerza, ya que no puede ni con el pelo. Solamente es ¡Un Mamarracho!. No está en forma. Todo “le importa un bledo”, dice. Suenan saxos y flautas, la trompa, el trombón y timbal.

Los niños también participaron del espectáculo. Bykofoto/Antonio García


Hay nuevas pistas y aparecen los imitadores de Tobogán y Colibrí, que hacen que se destape el Misterio antes de Navidad. La trama se está desvelando y ya se dan las condiciones para que aparezca la tuba.

El resultado es que han robado la tuba para hacer más espacio a los músicos en el exiguo escenario, motivo por el cual no caben los 125 músicos, teniéndose que dividir en dos partes y solamente 95 de ellos estar presentes y tocando sus instrumentos en cada una de las dos sesiones que actuó la Banda Santa Cecilia.

Daniel Ibañez pauta a tubas y  flauta travesera el ritmo. Bykofoto/Antonio García


Suenan villancicos de Navidad, All I for christmas is you y como colofón, cual típico concierto de Año Nuevo, y para finalizar la Marcha Radetzki, que pone el broche final a un gran concierto y a la tarde de niños, grandes y mayores.

Solidarios

Casi 1.200 personas entre las dos sesiones del concierto pasaron por el Teatro Marín para disfrutar de la música y el humor. “El concierto era muy esperado por los niños de la Escuela de Música, porque es muy divertido con la historia teatral y lo cómico”, señaló el director de la Banda Santa Cecilia en este concierto de Navidad.

El presidente de la AECC Teruel, Miguel Ángel Sauras, dijo “estar muy agradecido de que se hayan acordado de nosotros y que puedan colaborar en nuestra causa”. También se sumó el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Teruel y se mostró “orgulloso de la doble sesión y de que todos los turolenses celebremos la Navidad de esta manera”.

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