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El cellano Juan Iranzo crea un audiovisual de la Pasión a través de 24 pequeñas piezas en materiales reciclados El cellano Juan Iranzo crea un audiovisual de la Pasión a través de 24 pequeñas piezas en materiales reciclados
El diseñador turolense Juan Iranzo con una de las piezas de su última serie, ‘La Pasión de Cristo’

El cellano Juan Iranzo crea un audiovisual de la Pasión a través de 24 pequeñas piezas en materiales reciclados

El trabajo del turolense se resiente con la anulación de numerosos festejos taurinos
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En 2020 se cumple el décimo aniversario de la creación de la serie El toro imaginario, esculturas creadas por el artista y diseñador Juan Iranzo con el objetivo de acercar el mundo de la tauromaquia a los no iniciados, con una estética minimalista, diferenciada e innovadora. Esta serie, que nació tras la creación por Iranzo del que hoy es uno de los portales web más prestigiosos sobre el toreo, Culturo.con, y que junto a otras del cellano como Toros y flamenco o Minotauro ha visitado numerosos centros expositivos de toda España a lo largo de la última década, ha servido como inspiración para La Pasión de Cristo, un proyecto, similar en su concepción, sobre el mundo de la Semana Santa. 

La Pasión de Cristo se ha manifestado finalmente en una serie de 24 pequeños volúmenes, de entre 8 y 15 centímetros de alto, realizados como la mayor parte del trabajo escultórico del turolense con maderas, chapa y alambre procedentes de materiales reciclados. Con ellos y utilizando la técnica de stop motion Juan Iranzo ha realizado un pequeño audiovisual, de algo más de cuatro minutos de duración, en el que se recrea la Pasión de Cristo según los evangelios, de forma minimalista y sintética dirigida a un público infantil. “Es un resumen grosso modo de la parte más intensa de la Semana Santa, desde el Domingo de Ramo con la entrada de Jesús a lomos de una burra, hasta el Domingo de Resurrección, pasando por la última cena, la oración del huerto, la traición de Judas, el juicio de los romanos y los sacerdotes, la tortura, la crucifixión y el monte Gólgota”, explica el artista turolense.

Aunque la animación o el stop motion no son géneros o técnicas con las que habitualmente trabaje Iranzo, en esta ocasión decidió echar mano de ellos “porque me apetecía que fuera un proyecto más interdisciplinar, que no se quedara solo en las esculturas o en fotografías de ellas”.

No es un proyecto que haya surgido a través de un encargo, sino que respondió a una pulsión del turolense. “Como se cumplían los diez años desde que hice El toro imaginario le di vueltas y me apetecía retomar algo en esa línea, aunque no tuviera nada que ver con la tauromaquia”. 

La pasada Semana Santa ha sido la más atípica de los últimos 80 años, ya que no se ha celebrado en ningún lugar debido a la crisis sanitaria. “De alguna forma también me apetecía ayudar a combatir de alguna manera la sensación que se ha quedado en mucha gente, tras esta Semana Santa que ha pasado prácticamente de largo”, asegura Iranzo. 

Buena parte de la producción escultórica que hace Juan Iranzo está creada para sí mismo y para compartirla con la gente a través de muestras, pero no está a la venta. Y este es el caso de La Pasión de Cristo. “Probablemente termine pasándola a unos marcos con cristal y al año que viene, si alguien se muestra interesado, podemos exponerla en alguna sala. Será una exposición chiquitita, pero creo que tendrá su interés”, explica. 

Además del minimalismo con el que Juan Iranzo expone su argumentario artístico, y que es también una de las señas de identidad de su obra gráfica, entre las 24 esculturas de la serie, que representan a Jesucristo, a Pilatos, a Longinos, a los doce apóstoles y al resto  de elementos que intervienen en la Pasión, destaca la utilización de materiales reciclados en su creación. 

Iranzo reivindica así el valor del material reusable con fines estéticos o expresivos, una línea coherente que comparte con cada vez más artistas en la provincia de Teruel y del resto del mundo. “Una madera vieja tiene texturas mucho más bonitas e interesantes que cualquier madera nueva industrial”, explica Juan Iranzo, que tiene una parte de su estudio dedicada a almacenar materiales de deshecho que encuentra, sobre todo en madera, hierro y chapa, pero también de otro tipo de materiales. 

Cuando llega el momento de utilizarlos, Juan Iranzo los manipula para darles la forma que busca, con el mínimo de impacto posible sobre la propia pieza. Así pues, hay trozos de madera o de chapa viejos que por su forma, textura o tamaño ya están predestinados a ser la cabeza de una vaca, un travesaño o un capote, y solo esperan al momento en el que el cellano necesite echar mano de ellos. En ese sentido “lograr una pieza de madera que tenga la forma para que te encaje a la perfección es casi un milagro”; pero un milagro que a veces sucede, porque todos los materiales utilizados apenas han sido transformados; “solo en el concepto de su utilidad”, apostilla Iranzo.

Juan Iranzo ha hecho públicas numerosas fotografías de las piezas de la serie escultórica, así como el vídeo que grabó con ellas, a través de su perfil oficial de Facebook, JuanIranzoOficial.

El día a día

Aunque no en las formas, porque el diseñador gráfico Juan Iranzo lleva varios años trabajando desde su casa, la alerta sanitaria por Covid-19 también ha alterado sustancialmente el día a día del cellano. No solo porque no puede moverse con libertad, como el resto de la población, sino porque la actividad laboral se está viendo muy afectada. “De momento están entrando algunas cosas, algún encargo, pero en general todo se ha parado en seco”. Juan Iranzo diseña carteles taurinos para numerosas ferias, pero este año la temporada taurina todavía no ha comenzado tras la suspensión de Las Fallas, La Magdalena o Sevilla. El turolense tenía trabajo para la Feria de San Isidro, prevista entre el 12 de mayo y el 14 de junio, y aunque no hay nada oficial a nadie se le escapa que está en el aire. Y lo mismo con otras muchas citas en España y Francia. “Ya veremos por donde va evolucionando la cosa, pero las implicaciones de todo esto son muchas y afectan a muchísima gente, eso está claro”, explica el artista turolense. 

Por el momento uno de los últimos trabajos de Juan Iranzo tiene que ver precisamente con el Coronavirus. Se trata de una creatividad publicitaria para Caja Rural realizada al calor de la crisis sanitaria, y que recrea un abrazo post-confinamiento.