El callejero de Libros ya incluye las direcciones del Gran Wyoming y Alejandro Palomas

La plaza de Javier Sierra (antes conocida como plaza Mayor) de Libros se quedó pequeña este sábado por la mañana durante la entrevista que Maribel Medina realizó al presentador de televisión El Gran Wyoming después de haber descubierto una placa rebautizando la calle Horno con el nombre del carismático conductor del programa El Intermedio. Después, por la tarde, la fórmula se repitió con el escritor Alberto Palomas, cuyo nombre ya consta también en el callejero oficioso del municipio del Turia y que han pasado a engrosar la lista de autores del callejero paralelo que se está construyendo en Libros y en el que ya se leen nombres como los de Javier Sierra, Defreds o Sonsoles Ónega.

El Gran Wyoming aprovechó su regreso a Libros para grabar parte del próximo programa acompañado de su colaborador Isma Juárez, responsable de la sección Un país en la riñonera. Esta ha sido su segunda visita al municipio después de que realizara allí un reportaje con motivo de la iniciativa #LibrosaLibros a través de la cual el municipio sigue recibiendo libros para el futuro complejo cultural que proyecta construir y que incluirá una gran biblioteca y una residencia, entre otras dotaciones.
 

La presencia del Gran Wyoming en Libros fue un bombazo. Aunque la escaleta de la mañana aseguraba que el descubrimiento de la placa con el nombre de la calle sería a las 11:30 horas, desde el punto de la mañana por la plaza y el bar deambulaban grupos de seguidores.

El alcalde de Libros, Raúl Arana, se mostró este sábado más que satisfecho por la respuesta de los seguidores del polifacético presentador. “Creo que es la vez que más gente ha venido. La plaza está llena, ha salido todo muy bien y estamos todos muy contentos”, aseguró Arana, que recordó que “cuando nos hicieron el documental hicimos una apuesta. Fue algo improvisado pero somos gente de palabra, pues dijimos que le poníamos su nombre a una calle si venía y aquí tiene su calle”.

Arana explicó la gran afluencia de público de la sesión matinal por la importancia del invitado pero también porque se trata de un festival consolidado que “poco a poco está cogiendo nombre está conociendo en toda España”.
 

Aunque hasta ahora ya se habían celebrado cuatro ediciones del certamen Libri. Mi pueblo lee, el alcalde se resistía este sábado a hablar de una quinta y se refería a la cita de este sábado como la segunda parte de la cuarta edición. “Wyoming no podía venir al festival de junio y nos pidió, por favor, que hiciéramos un festival especial en septiembre para que pudiera venir” por lo que en la cartelería se ha mantenido el número cuatro en el ordinal de las ediciones. La de este sábado fue el primer Festival Libri de Libros, que organiza Maribel Medina a través de la asociación Mi Pueblo Lee, que se celebra desde que el Ministerio de Cultura lo reconoció con el Premio Nacional al Fomento de la Lectura 2024.

Medina estaba este sábado exultante. “Es maravilloso. Seguimos fomentando la lectura” e insistió en el carácter literario del evento, a pesar de lo rutilante del invitado, invitando a “que la gente entienda que un evento literario. Porque esto es literario, han comprado libros, está vendiendo, hemos hablado de libros. El fomento de la lectura no es algo casposo o elitista y lo que perseguimos es atraer al no lector, que eso es lo importante”.

La escritora todavía se mostraba sorprendida por la concesión del premio nacional. “No somos nadie para un premio nacional. Hay gente que lleva 25 o 30 años desde que se instauró, y la sorpresa fue mayúscula, pero ¿sabes qué? Que fue merecido”, concluyó con rasmia.

Tras algo más de cuatro ediciones , Medina reconoció que el festival tiene margen de mejora, aseguró, en aspectos técnicos. “Si tuviéramos más dinero mejoraríamos, por ejemplo, las infraestructuras, el sonido, hay muchas cosas y es difícil en estos pueblos tan pequeños, la verdad, porque no tienes un recinto, no tienes un sitio cerrado para hacer las cosas”, aunque ensalzó el trabajo desinteresado de los organizadores. También explicó que ante la proyección del festival, ya han empezado a “dividir calles en tres o cuatro” para poder asignar cada vial a más de un autor.

Medina vs Wyoming

Maribel Medina se subió con el Gran Wyoming a un escenario frente a la puerta de la iglesia para entrevistarle repasando su vida y su forma de entender la vida a través de las experiencias y reflexiones recogidas en tomos como De rodillas, Monzón, No estamos solos o La furia y los colores.

Entre otras reflexiones y a propósito de su faceta como músico, el Gran Wyoming señaló que “la música es un lenguaje universal y si en Japón hay un señor tocando, conectas con él enseguida”.

Sobre la evolución de la sociedad, aseguró que “el mundo ha cambiado más en 30 años que los últimos 5.000” por lo que, continuó, “las personas de cierta edad (recordó que va a cumplir 70 años) pueden diferenciar entre el valor de las cosas y su precio”. Su razonamiento le llevó a asegurar que “estamos inmersos en un sistema en el que no sabemos. Usamos herimientos pero no sabemos cómo funcionan. Nunca ha habido una generación con tanta información y tan ignorante”.
 

Tras un incisivo repaso a la actualidad política y a la evolución de la sociedad en las últimas décadas, reconoció haber “vivido el mejor momento de la Historia” en el que hubo un desarrollo que “producía euforia” y aseguró que prácticamente nadie quiere vivir una guerra, aunque ahora, continuó, “hay cuatro hijos de puta que han decidido que van a destruir el planeta”

Legión de fans

La plaza mayor, ahora conocida como plaza de Javier Sierra, empezó a recibir a los primeros curiosos desde primera hora. Los grupos de seguidores del Gran Wyoming deambulaban alrededor de la latea de sillas de plástico improvisada para la ocasión, a la espera de que el conductor del programa El Intermedio, de La Sexta, hiciera acto de presencia.

Mientras Wyoming y su colaborador Isma Juárez grababan parte del espacio que se emitirá en el programa, los primeros grupos de aficionados miraban desde una distancia prudencial para no interferir en el rodaje.

Sin embargo, entre plano y plano, Wyoming y Juárez se dirigían a sus incondicionales desde una barandilla provocando sonrisas en unos y sonoras carcajadas en el resto.
 

Una buena parte de los asistentes había llegado desde Teruel. Mari Carmen Hernández reconoció haber ido “a propósito” a ver y escuchar al presentador, del que se declaró “muy fan” porque “lo vemos todos los días, todas las noches”. Hernández celebró que una calle del municipio lleve su nombre, “me parece fantástico que ya estaban tardando, ya había muchas calles y faltaba él. No podía faltar en este pueblo”.

A su lado, una joven Natalia Villanueva, coincidió en su devoción por el presentador, que empezó desde que empezó “ a ver El Intermedio siendo bastante pequeña que me lo ponía mi madre en la tele”.

Mientras, Teresa Alegre y su amiga Mariluz Ascensión se abrazaban orgullosas a su colección de libros de Wyoming para que se los firmase. Lo hacían junto al puesto de venta de Mónica Adalid, librera en Ademuz, que reconoció de los cuatro años, en esta ocasión “ha venido más gente”, mientras se le agotaban las existencias de ejemplares.