El 46% de los miembros de los equipos que participaron en el Desafío Buñuel eran mujeres y dos alcanzaron el 60%
El rally cinematográfico se celebró la semana pasadaReconocer a mujeres cineastas debería ser una costumbre. Parece que el camino de baldosas amarillas que dificulta la identidad de género y su convivencia puede diluirse, gracias a iniciativas socioculturales que normalizan con naturalidad la manida cuestión de la equidad. Terminada con solidez la tercera edición del rally cinematográfico Desafío Buñuel, merece la pena destacar uno de sus aspectos, resultado de la coherencia y de la gestión de la iniciativa, que no es otro que la cuestión de género, la participación de la mujer en los diferentes equipos.
Como apuntó la actriz y madrina de uno de los cortometrajes, El tiempo se come hasta los diamantes, Athenea Mata, “más que ser mera copia de la realidad, el arte tiene la obligación social de adelantarse a ella. En este sentido, el cine debe de ser uno de los motores fundamentales desde los que se potencie que la mujer ocupe un lugar en la sociedad, en el que tenga las mismas posibilidades que los hombres y en el que esté valorada de acuerdo a unos mismos criterios”, destacó la protagonista de Campeones, de Javier Fesser.
Para la directora de la Fundación Amantes, Rosa López Juderías, entidad organizadora junto al Gobierno de Aragón, “otro de los éxitos de Desafío Buñuel ha sido la participación de la mujer en todos los ámbitos. El entusiasmo y la profesionalidad de todas ellas hacen posible este sueño. Es un buen referente que evidencia el talento, la valía y el empoderamiento femenino en este gran trabajo en equipo. Por muchas mujeres al poder, en la toma de decisiones de la vida, la sociedad y la política, y en la producción de cortometrajes tan maravillosos como estos”.
Y es que en el último estudio presentado este verano por la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA), la socióloga Sara Cuenca ya profundizaba en los diferentes aspectos de representatividad de la mujer en los puestos de responsabilidad de la producción audiovisual. Guion, sonido, composición musical y producción son las áreas de la industria en las que parece ha aumentado más la presencia femenina durante este año.
Datos globales
Pero, en cifras generales, esta representatividad de las mujeres en el sector cinematográfico solo ha crecido un 3% en los últimos cuatro años. El informe sobre los largometrajes presentados a las nominaciones de los últimos Premios Goya arrojó una presencia total de mujeres que no llegaba al 30%. Cifras, en general, que la propia presidenta de CIMA, Cristina Andreu, adjetivó como datos “sobremasculinizados del cine español”.
Volviendo al rally turolense, Verónica Echegui, actriz del equipo de Capricho y popularmente conocida por su papel en Yo soy la Juani, de Bigas Luna, subrayó cómo “el día que estos datos no sean noticia y que lo habitual, lo normal, lo común sea que las mujeres estén presentes en todos los ámbitos profesionales y no haya siquiera que comentarlo, realmente ese día habremos conseguido una equidad real”.
Analizada la presencia y actividad femenina de los cinco cortometrajes a competición en Desafío Buñuel, se puede decir que la equidad es casi una realidad, ya que de los 50 jóvenes profesionales que completaron los diferentes equipos, 23 han sido mujeres, estableciendo una cuota del 46%, muy superior a esa media nacional del casi 30%. Y más en concreto, trabajos audiovisuales como Los olvidables, de Laura Calavia, y Capricho, de Álvaro García Company y Andrea Trepat, contaron con una mayoría de mujeres, un 60% por cada equipo, además de tener la firma de una autora detrás.
Presencia
Ana Arrieta, presidenta del jurado de este rally y la que fuera directora general de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, se encuentra “encantada de haber logrado una presencia casi igualitaria de cineastas y profesionales del sector, contribuyendo a que ésta sea equilibrada y justa y, sobre todo, no forzada ni implantada sino ya producida de forma natural. A seguir luchando por ella así”, animó.
Viene al caso terminar con una declaración de Laura Calavia, directora y coguionista de Los olvidables, que hace seis años ya ganó también el Primer Premio del III Certamen Aragonés de Cine y Mujer de Andorra con su cortometraje Crece: “Una de las cosas más bonitas que me dijeron después de la proyección es que no se veía el género de quién dirigía el corto”, afirmó. “Como mujer, entiendo que a veces es un poco más difícil llegar a determinados cargos dentro del cine. Pero en cualquier caso, todos tenemos que demostrar nuestra valía. Desafío Buñuel me ha regalado una oportunidad de otro para hacerlo por lo que me siento muy agradecida. Espero que llegue el día en que ni siquiera miremos si es un hombre o una mujer quién está detrás de la cámara. Sólo puedo decir que en Teruel esto ya pasa”.