Dogma 95 y el cine de terror experimental se cuelan en la cartelera del Cine Maravillas

El realizador oscense Diego Saura estrenará este sábado (23 horas) en la Sala Maravillas Terror in Teruel Town (TTT), su ópera prima en el campo del largometraje. Se trata de una comedia negra experimental de terror sangriento, rodada íntegramente en Teruel, de forma independiente y con muy pocos medios -300 euros de presupuesto, en concreto-, siguiendo las directrices de Dogma 95 que reivindica el cine más directo y con el menor número de artificios posible.

La película narra la historia de él, un misterioso, pintoresco y -hasta cierto punto- cómico personaje que llega a Teruel eufórico porque va a participar en un castin de rodaje. Las cosas no saldrán como tenía previsto y todo se torcerá, con funestas y terroríficas consecuencias.

Con este planteamiento Diego Saura presenta una producción que bebe de numerosas influencias, producto de una precoz cinefilia. “En mi casa se veía mucho cine y con ocho años devoraba el cine de Tim Burton o la película original de Ben-Hur. Mis padres no tenían miedo de ponerme películas de mayores y desde entonces dirigir cine´” -más allá de la ilustración y el mundo del cómic- “ha sido una especie de sueño”.

Saura abarca una horquilla que va de clásicos como Barry Lyndon de Kubrick al  cine de terror de las décadas de los 60, 70 y 80, el cine de serie B o la serie Troma, caracterizada por su contenido grotesco y sus tramas absurdas, que reúnen violencia y humor negro con argumentos en ocasiones inexplicables.

También se inspira en la trilogía de terror The Evil Dead de Sam Raimi, en la corriente de cine trash como Blood feast de Gordon Lewis o Cannibal Holocaust de Ruggero Deodato, y el toque elegante que aportó el cine de terror giallo que se originó en la Italia de los 60.

Movimiento vanguardista

Pero más exactamente Diego Saura ubica Terror in Teruel Town dentro de la corriente cinematográfica Dogma 95, movimiento de vanguardia iniciado en 1995 por los directores daneses Las von Trier y Thomas Vintenberg caracterizado por la producción espartana, los presupuestos más bajos posibles y la renuncia voluntaria a efectos especiales y recursos considerados imprescindibles para el cine contemporáneo.

El oscense admite que en parte abraza el dogma por necesidad, “dado que mis medios son muy limitados”, pero también para reivindicar “la posibilidad de contar historias y provocar sensaciones al espectador limitando al máximo el presupuesto, haciendo de la experiencia algo mucho más directo”.

Diego Saura reconoce que tampoco ha seguido a rajatabla el draconiano decálogo de normas que establece Dogma 95 en su manifiesto, pero aún así no ha utilizado ningún tipo de trípode para la cámara, ni micrófono ni iluminación específica para cine.

El presupuesto de 300 euros totales ha supuesto un reto para conseguir un largometraje de algo más de una hora, para una película que ha sido grabada con una cámara de fotos Nikon D3200 -prestada-, un equipo de actores aficionados y sin experiencia previa, reclutado entre sus compañeros del grado de Bellas Artes, y un set de rodaje que, en el 95% de los planos, se situó en el interior del piso compartido del propio Diego Saura. “Ni los actores tenían experiencia ni yo la tengo como director”, explica el oscense. “De hecho dirigirlos ha sido una experiencia enriquecedora e interesante, casi como un juego de ajedrez en un ejercicio de ensayo y error que me ha enseñado muchas cosas”. Ese reparto está formado por David Puyo, que protagoniza la película, además de Alex Chillón, Dani León, Jairo Villacreses y Rebeca Vivas Opic.

Rodaje

El rodaje comenzó en febrero del año pasado sin un guion técnico como tal, y a medida que se desarrollaba iba incorporando nuevas escenas o personajes. Sobre agosto de 2022 concluyó la grabación y desde entonces hasta hace algunas semanas se ha desarrollado el montaje. “Cuando trabajas con muy pocos medios ocurren cosas no planificadas que decides integrar en la película. Por necesidad hay mucha improvisación, pero como experiencia creativa es interesantísimo”.

La banda sonora es original de Antonio Ballestín, y según el director “es la parte quizá más profesional del proyecto, porque Ballestín trabaja con Oregón TV y aceptó colaborar conmigo por amistad”. El tema principal, titulado Celesta, “tiene reminiscencias del cine italiano de los 70 y 80 y el cine de Darío Argento, muy fantasmagórico”. Suena en tres variaciones, a piano, con xilófono y con coros, “de forma que cada vez va ganando en tenebrismo”.

El espectador de Terror in Teruel Town tiene que acercarse a ella como puro cine experimental, “una comedia negra basada en el humor de lo absurdo y en el sarcasmo”. Saura reconoce que “los aspectos más cómicos del comienzo de la película van convirtiéndose en terror a medida que se enturbia la trama, aunque he intentado que no se quede en una película de mal gusto”. TTT contiene violencia, algún prostético de látex y bastante sangre, aunque su autor no la definiría como una película gore. “Hay escenas grotescas y explícitas, pero no lo suficiente”, asegura.

Bellas Artes

Diego Saura acaba de terminar el grado de Bellas Artes en el campus de Teruel y de hecho TTT es su TFG. Durante su formación en Teruel, Saura ya realizó varios cortometrajes y videomontajes. “Hice uno que hablaba sobre diversos autores de cine como Stanley Kubrick, Terry Gilliam, Hitchcock, Darío Argento, Wes Anderson o Clint Eastwood; y otro más dirigido al cine experimental y autores como Ingmar Bergman, Andréi Arsénievich Tarkovski, David Lynch, y Andrzej Zulawski”. Después realizó tres cortometrajes más relacionados con la ficción, titulados El cigarrito, Acción poética y Sonatta per uno Sbilanciato, “que como ejercicio resultaron muy bien, pero sentía la necesidad de contar una historia más larga y desarrollada.

Por lo pronto Diego Saura ofrecerá un estreno en la Sala Maravillas de Teruel este sábado, a partir de las 23 horas. No descarta que se proyecte en algún otro espacio de Teruel y que TTT pueda ser el germen de nuevas iniciativas relacionadas con el cine experimental y de bajo presupuesto.