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‘Desde el corazón de la piedra’; las mil formas que puede adquirir el alabastro ‘Desde el corazón de la piedra’; las mil formas que puede adquirir el alabastro
Pedro Anía junto a ‘Water Splash’, una de las piezas expuestas

‘Desde el corazón de la piedra’; las mil formas que puede adquirir el alabastro

El artista aragonés Pedro Anía Gérez expone en Albalate del Arzobispo
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El alabastro del Bajo Martín es el protagonista de dos nuevas exposiciones en la provincia, Desde el corazón de la piedra, de la mano de Pedro Anía Gérez, que podrá verse hasta el 29 de septiembre en Albalate del Arzobispo, y Más allá de la forma, obra de la escultora de Berge Estela Ferrer y que puede verse hasta el 6 de octubre en el Salón del Horno de Cuevas de Cañart.

Pedro Anía Gérez lleva tiempo vinculado al alabastro del Bajo Martín a través de la actividad artística y del Curso de Escultura en este material que la Universidad de Verano de Teruel imparte en el Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro de Albalate (CIDA). El artista, nacido el Calatorao -de donde procede un mármol negro que se cuenta entre otra de las piedras aragonesas apreciadas para la escultura-, formó parte además del grupo ArtaBastro Aragón que nació en 2013 durante el IX Simposio de Escultura en Alabastro de Albalate, una de las iniciativas que impulsan el uso de esta piedra blanca y traslúcida turolense.

Su propuesta expositiva, Desde el corazón de la piedra, es una muestra organizada por el Ayuntamiento de Albalate en colaboración con el CIDA, que anualmente se celebra con motivo de las fiestas patronales, y que desde 2018 ha traído hasta la localidad a Estela Ferrer, Rubén Vidal, Noemí Palacios, Jorge Egea, Adrián Arnau o Joaquín Hernández, entre otros artistas.

Desde el corazón de la piedra es una colección de piezas que reúnen las principales características del trabajo de Pedro Anía, hijo de canteros que comenzó a tallar la piedra de la cantera familiar desde muy joven. Para él adaptar su cincel a las particularidades de cada material, dialogar con él y extraer de cada piedra lo mejor que puede ofrecer es algo visceral, una actividad que lleva realizando desde hace tres décadas.

Según el propio artista, entiende el trabajo escultórico como un proceso en el que aligera la piedra de su lastre “para transmitir vida y movimiento”. Sus tallas abstractas muestran por igual formas orgánicas, curvas e irregulares, al mismo nivel que cuerpos geométricos rectos, con aristas simétricas y bien pronunciadas.
 

Una de las piezas en las que el escultor integra esferas móviles dentro del volumen

Es precisamente ese elemento geométrico uno de los que define la obra de Pedro Anía, que muestra especial predilección por las formas aparentemente imposibles, que invitan al espectador no solo a acercarse con curiosidad a la piedra tallada, sino también a acariciarla y tocarla para comprobar más allá de la vista su solidez, su textura y su naturaleza.

Una de las figuras fetiche de Anía, de la que hay varias muestras en la sala de Albalate, es la conocida como banda de Moebius. El zaragoza inspira muchas de sus obras en este peculiar objeto descrito matemáticamente a mediados del siglo XIX pero del que hay representaciones artísticas en mosaicos romanos del s. III, que consiste en una banda de una sola cara y con un solo borde, aparentemente imposible.

El artista también juega con piezas móviles, con esculturas ahuecadas en cuyo interior esculpe esferas sueltas, que pueden moverse y que incluso permiten cambiar en algún sentido el aspecto de la obra.

Entre sus piezas orgánicas destaca Water Splash, la representación de una gota de agua salpicando en el mismo instante que impacta contra la superficie, y que evoca la naturaleza extraña del tiempo detenido.

En cualquier caso Anía alterna la ligereza de algunas esculturas, con formas estiradas, curvas, estilizadas, que se doblan al azar como si de una superficie maleable se tratara, con volúmenes que transmiten gravedad, cuyas aristas y segmentos paralelos o perfectamente perpendiculares anclan la composición firmemente al suelo.
 

Imagen de la sala del castillo-palacio de Albalate del Arzobispo

La abstracción también tiene presencia en buena parte de su obra pública, como es el caso Infinito -esta es una cinta de Moebius perfecta-, en Novelda (Alicante) o A los colonos, en San Lorenzo del Flumen (Huesca), aunque por encargo también trabaja la forma figurativa, como el caso de la fuente de la Aguadora que puede verse en la localidad oscense de Buerba.

Pedro Anía ha participado en numerosas exposiciones individuales desde 1994, por toda la geografía aragonesa y fuera de ella en lugares como Madrid, Maubourguet o Saint-Lary Soulan, estas dos últimas localidades en Francia. En la provincia de Teruel, el artista ha mostrado su obra en la Casa de Mayores de Andorra (2010).

Entre los numerosos galardones que ha recibido en su extensa carrera destacan el Extraordinario Reina Sofía del 80º Salón de Otoño de Madrid; Aigle de Nice d'Or, en el 25º Salon Internatio-nal L'Aigle de Nice; Prix des Artistes en el 23º Festival sculpture Camille Claudel, en La Bresse; Medaille d'or de Sculpture taille direc-teau 63º Salon des Amis des Arts. Point de Cheruy; Prix sculpture au 20º Salon d'ex-pression plastique de Aureilhan; Premio Real Maestranza de Caballeria de la Exposición Internacional de Otoño de Sevilla; 2º Premio Certamen de pintura y escultura Antonio López, en Pinto; Medalla de Bronce en el Salon International des Beaux-Arts Luxem-bourg; y Madella de Plata en el Salon Internacional Villa de Vittel.