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Del retablo digital a la escultura en clave femenina; esto es Spiritu 2023 Del retablo digital a la escultura en clave femenina; esto es Spiritu 2023
Alfonso del Moral, ganador del Premio Spiritu 2023, frente a su obra en el MAST

Del retablo digital a la escultura en clave femenina; esto es Spiritu 2023

El Museo de Arte Sacro expone las mejores piezas del certamen nacional
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El Museo de Arte Sacro de Teruel (MAST) acoge  hasta el 31 de enero la exposición de piezas ganadoras y seleccionadas del II Premio Nacional de Arte Joven Contemporáneo Spiritu 2023, convocado por el  propio museo para impulsar la obra y la creación de los artistas jóvenes y emergentes, y también los discursos artísticos relacionados con la espiritualidad del arte, la trascendencia y la subjetividad humana, no necesariamente desde un punto de vista religioso.

El director del MAST, Pedro Luis Hernando, inauguró la muestra de arte contemporáneo en un acto en el que, además del ganador del Premio Spiritu 2023 dotado con 1.000 euros que patrocina la Fundación Térvalis, el murciano Alfonso del Moral, se dieron cita algunos de los artistas que exponían, además de la alcaldesa de Teruel, Emma Buj.

Pedro Luis Hernando explicó que es especialmente destacado que, gracias al Premio Spiritu y a otras iniciativas expositivas de arte contemporáneo que ha emprendido el MAST en los últimos años, “el arte contemporáneo y el histórico de la colección permanente conviven en las mismas salas, codo con codo, en lo que parece no responder a lo que se espera de un museo de arte religioso”, y que sin embargo pone de manifiesto las diferencias estéticas y conceptuales entre creadores separados por varios siglos de diferentes y, lo que es más importante, las similitudes.

Además Hernando aseguró que las piezas presentadas a la segunda edición del Premio Spiritu han superado las expectativas “tanto en calidad como en cantidad”, en una serie de obras en las que “se observa la frescura propia de un artista en formación -el premio se convoca para estudiantes de Bellas Artes y recién graduados de facultades de toda España- y la incorporación de lenguajes propios de la modernidad, pero también la destreza en el manejo de las técnicas tradicionales”.

Alfonso del Moral, ganador de la segunda edición del premio, agradeció la oportunidad de exponer en el MAST y fue el encargado de dar comienzo a la visita guiada que los artistas ofrecieron al público asistente.

La muestra Spiritu 2023 está formada por la pieza premiada de Alfonso del Moral, además de las tres que obtuvieron por parte del jurado un accésit y de otras once que fueron seleccionadas por su especial calidad, de entre las cerca de treinta que se presentaron este año a concurso.

Andrea Tolosa-Cotoré, ante ‘Catarsis’, una pieza sobre las conexiones personales

Retablo de Ícaro o dispositivo religioso de caída libre, obra ganadora del Spiritu 2023, forma parte de una serie más amplia titulada Caída Libre, que constituye parte de la tesis doctoral que actualmente está realizando Alfonso del Moral, y que de forma general reconstruye el mito griego de Ícaro, que nos habla de la ambición, la arrogancia y la falibilidad, y lo contextualiza en la actualidad poniéndolo en relación con las redes sociales y la pseudorealidad digital.

Ícaro representa la rebeldía juvenil, aquella que se cree indestructible e invulnerable gracias al desarrollo tecnológico a su alcance. Ícaro se extralimitó utilizando sus alas artificiales y quiso volar cerca del Sol para estar a la altura de un Dios, con el resultado de que la cera que sujetaba sus  plumas se derritió, precipitándose y muriendo. “Cambiemos alas por redes sociales y Sol por fama, reconocimiento o éxito, y todos podemos ser Ícaro y caer en picado por la distorsión de la realidad que se produce en nuestras pantallas”.

En lo formal, Del Moral construye la obra como si fuera un políptico de un retablo religioso, pero con formato de multipantalla. En ella se combinan rasgos de estilo y elementos icónicos de la cultura popular en internet y las redes sociales con otros que aluden a la tradición academicista clásica o del arte sacro. “El objetivo es generar una potente paradoja visual que manifieste las contradicciones propias de la subjetividad europea en un mundo posmoderno, capitalista, digital y en constante crisis”, afirma el murciano.

Tres accésit

La artista Andrea Tolosa-Cotoré aporta una de las tres obras que ha conseguido un accésit en el certamen Spiritu y que puede verse en la exposición, la escultura de fundición de latón Catarsis, una composición de dos figuras femeninas sustentadas por sendos peones de ajedrez, que se relacionan entre sí a través de una falsa sensación de unión: con la pieza de frente -viendo las figuras lateralmente, en realidad- se crea el efecto de que ambas están conectadas por medio de su pelo trenzado, aunque solo es un efecto óptico creado por la perspectiva. La pieza recuerda en parte a los extremos que no se tocan de la escultura de Juan de Ávalos -en el Mausoleo de los Amantes- o del monumento instalado por Pascual Berniz en la Fuenfresca, ambos inspirados en la tradición amantista.

Emma Buj y Pedro Luis Hernando durante la presentación de la exposición

Por su parte, la montisonense Lydia Floría Muelas presentó La tri-unidad del ser, una pieza que aborda el autoconocimiento y los aspectos que contribuyen a la construcción de la persona, inspirada en la Trinidad católica, y creada con tres bastidores bordados con hilo rojo, que a su vez los une, con una imagen de cianotipia en cada uno de ellos. Las imágenes aluden a tres elementos que en opinión de Floría forman la unidad del ser humano; alma, espíritu y cuerpo. El hijo rojo y el azul de la cianotipia hace referencia a los colores de la sangre y el agua, elementos bíblicos centrales, y la unión entre los tres elementos a través del hilo sugiere la delicadeza y fragilidad del equilibro que necesariamente debe existir entre ellos.

El tercero de los accésit fue concedido a la artista burgalesa Cristina Guerrero Rey y su pieza fotográfica Exvotos. Está formada por varias piezas inspiradas en los exvotos de plata -pequeños objetos que se ofrendan a una divinidad-, creados mediante planchas de fotopolímero y sus estampas, trenzas realizadas con el pelo de la propia artista y reliquias de una danzante regional burgalesa conformadas por la blusa, enaguas y calcetas que portan las ejecutantes. En estas prendas aparecen rostros, sombras y figuras mediante la técnica de la cianotipia. También se incluyen numerosos autorretratos e imágenes de seres queridos, acompañados de fotografías antiguas de desconocidos. Estas imágenes conviven en un mismo espacio que, mediante los elementos descritos previamente, forman una única historia.

Once piezas seleccionadas

Además de las cuatro obras premiadas, la exposición Spiritu 2023 está formada por otras once seleccionadas de entre la treintena que entraron a concurso.

Estela Ferrer, de Berge, expone una talla de alabastro titulada Esencia, en la que se expresa a través de las formas orgánicas, las vetas y la translucidez característica de la piedra del Bajo Martín el universo interior y emotivo del ser humano, mostrándolo como un espacio donde sentirse seguro y crecer, sin ocultarlo o silenciarlo.

Brais Abal presenta Neuma, una talla de madera posteriormente quemada que representa un rostro, y que alude a la vocación constructora y artística del ser humano, y del concepto del arte como una forma de aproximación a Dios como creador de todo lo bello.

Christian Montes Hervás ha creado en escayola ¿Qué somos?, un volumen escultórico que apela al origen común del ser humano entendido como algo creado a imagen y semejanza de Dios, y que trata de destacar aquellos aspectos que le son comunes a todas las personas, y que por tanto pueden ser entendidas como huellas que dejó sobre ellas el creador divino.

Sacra Conversación es el título de la obra de Álvaro Soto López, una composición creada con fotografía digital y negativos escaneados que pertenece a una serie más amplia de su proyecto Igual que la Dolorosa, que fue expuesto en la Fundación de Cultural Andaluza de 2022.

Algunos espectadores ante ‘Exvotos’, otra de las piezas que se llevó un accésit
La turolense Estela Ferrer presenta su escultura en alabastro ‘Alma’

Jorge Fortea titula Al Firmamento 3 una talla en madera barnizada y policromada que reflexiona sobre la espiritualidad y la búsqueda de lo divino. Retoma el concepto de retablo y compositivamente se imitan algunos de los iconos religiosos habitualmente en el arte gótico o barroco.

María C. Ramos presentó Sentarse a sentirse, que reflexiona sobre la muerte y el concepto de transmutación del cuerpo.

Por su parte Yasmina Oliveros Ortín expone Quesusín Quesuseca, en óleo y pan de oro sobre lienzo, como una pintura que trata de trascender a lo reflejado en primera instancia para evocar lugares, vivencias y experiencias subjetivas que tienen que ver con la trayectoria pictórica de la autora, algo así como un retrato -sin serlo- vivencial.

El misterio de la fe es la serigrafía sobre tela que aporta a la muestra Susana Alamán Sanz. Es una reinterpretación de la Sábana Santa conservada en Turín, con una imagen que representa la transición de la muerte a la vida con diferentes elementos y características que tienen que ver con la naturaleza de Jesús de Nazareth.

Mateo G. Patón expone A dónde van los espíritus que habitan en lo desconocido, un bajorrelieve creado sobre una concha marina, que pretende poner el foco sobre las criaturas pequeñas, desconocidas y que frecuentemente pasan desapercibidas, como desprovistas de una espiritualidad semejante a la del ser humano.

Ignacio Aparicio presenta una pintura de medio formato sobre tabla en la que aplica técnicas como óleo, pastel, collage, rotulador, spray, lápiz y relieves. Titula su obra La experiencia trascendental y reflexiona sobre el ser, su transformación y los ciclos. A partir de una compleja simbología icónica -flores, mano, roca, raíces, escarabajo, montaña, ventana- Intenta tomar el fenómeno de la trascendencia, del ir a más allá de sí mismo, y despojarla del sentido místico y en parte inalcanzable que le ha dado la tradición, para convertirla en una vivencia universal al alcance de todas las personas.

Por último Clara Romeo Pasamar expone en el MAST Acristalar el duelo, una instalación creada en torno al fallecimiento, en 2011, de una persona del ámbito íntimo de la creadora, simbolizada por el fruto de la granada. Los seis grabados exploran el concepto del duelo, la simbología y significado que puede tener la desaparición de unas personas sobre otras, y sal, un elemento que la artista relaciona con el duelo a través de la composición de las lágrimas y del fenómeno físico y metafórico de la cristalización.