Cuatro castillos de Teruel reabren sus puertas a las artes escénicas este verano
‘El Brujo’, Rafa Maza o Anthony Blake, entre las actuaciones del Festival de los Castillos 2020Teatro, música, circo y danza; 26 espectáculos y 7 escenarios. Esta es la propuesta de Festivales de los Castillos de Aragón que, por tercer año consecutivo, conquista alguna de las fortificaciones más emblemáticas de la comunidad autónoma, la mayoría de ellas en la provincia de Teruel.
Escenarios de ensueño, con cientos de años de historia escritos en sus muros y en los que, este año, Rafael Álvarez el Brujo, Maria Luisa Merlo o Anthony Blake, entre otros, quieren también dejar su impronta y formar parte de la historia.
Fue en 1987 cuando surgió el Festival Puerta al Mediterráneo como reactivo cultural del emergente turismo de verano de la Sierra de Gúdar-Javalambre. El castillo de Mora de Rubielos y el Anfiteatro de Rubielos de Mora son los causantes de que hoy en día numerosos castillos de localidades aragonesas se impregnen del género artístico de figuras del teatro, la música, el humor.
Desde 2018, tras tres décadas de éxito de lo que hoy se considera el festival más antiguo de Aragón, las administraciones intentan trasladar la experiencia del evento y recuperar otros festivales en castillos que desaparecieron a lo largo del tiempo dando lugar a la marca Festivales de los Castillos de Aragón.
En esta edición, que se celebrará del 23 de julio al 29 de agosto, los espectáculos se encuadran en marcos incomparables que recorren la historia aragonesa. Desde el anfiteatro de Rubielos de Mora, el castillo de Mora de Rubielos, el de Albalate del Arzobispo, hasta el corazón del Matarraña en Valderrobres.
También en Zaragoza, en el Castillo de Illueca, los Mesones de Isuela o en la fortificación militar de Sádaba se podrá disfrutar de las actuaciones.
Como novedad, en tiempos en los que la cultura y la industria audiovisual está marcada por la frialdad del distanciamiento, esta edición del festival, sin embargo, constituye una unión entre las tres provincias aragonesas, con el castillo de Loarre en Huesca como nueva incorporación.
Así lo explicaron este martes las autoridades implicadas y la organización del evento. En concreto, Diego Piñeiro, diputado delegado de cultura de Diputación Provincial de Teruel; Isabel Arnas, alcaldesa de Albalate del Arzobispo; Hugo Arquímedes, alcalde de Mora de Rubielos; Carlos Boné, alcalde de Valderrobres; y Toño Monzón, director del festival.
Por parte de la diputación de Teruel, Diego Piñeiro quiso felicitar a la dirección del festival, por conectar las tres capitales aragonesas, “un festival de espíritu turolense que ha ido creciendo hasta convertirse en un evento autonómico al conseguir integrar a las tres provincias”, explicó Piñeiro, así como mostró su deseo de que este festival siga siendo el gran referente de la cultura de las comarcas aragonesas en verano.
La programación de este año cuenta con un presupuesto total de 136.000€ y 26 compañías. “No es relativo con los años anteriores, pero sigue siendo una programación a la altura de otros años, muy variada y adaptada a la arquitectura de cada sede”,comentó el director del festival, Toño Monzón. Veinte de las compañías que actuaran son aragonesas y es que el festival hace una apuesta firme y comprometida por la creación escénica aragonesa tras el duro golpe que ha supuesto la pandemia para ellos.
En cuanto las entradas, Monzón destacó que en todos los castillos se ha rebajado el precio por empatía con la situación general, incluso hay actuaciones que son gratuitas como en Mesones de Isuela y Loarre. No obstante, el precio de las entradas oscila entre los 10€ y los 20€ y hay también abonos en todas las sedes.
La programación
En estos 30 días, los castillos más emblemáticos de Aragón albergarán las actuaciones de grandes artistas que forman parte del patrimonio cultural español. Las actuaciones arrancarán en Mesones de Isuela (23 al 25 de julio), continuará en Loarre (25 y 26 de julio), llegará al Castillo de Sádaba del 6 al 9 de agosto, y será del 6 al 8 de agosto cuando el ciclo escénico comience en Valderrobres con El Funeral más divertido e inocente de la compañía de Teatro Che y Moche (6 de agosto).. Continuará con el espectáculo de danza La maldición de los hombres Malboro de Excéntrica Prod (7 de agosto) y finalmente, la magia llegara a la capital del Matarraña con Cóctel de ilusiones de Civi Civiac (8 de agosto).
Carlos Boné, edil de Valderrobres manifestó su júbilo de poder celebrar un año más el festival cuando eventos similares a este han sido suspendidos. Así como felicitó al director del festival Toño Monzón por su esfuerzo de adaptar el evento de acuerdo con las medidas de seguridad e higiene impuestas por el coronavirus.. Festivales de los Castillos de Aragón trata de acercar el espectáculo al medio rural así como a la vez, atraer turistas y potenciar la economía. Es por esto que Boné resaltó la importancia de esta cita estival. “En muchos municipios turolenses por el enclave o el número de habitantes, no hay capacidad para facilitar que los vecinos puedan disfrutar de espectáculos del nivel de los festivales. Pero no solo los vecinos, sino también todo el turismo que a lo largo de estos meses nos va a acompañar”, concluyó Boné.
Siguiendo en la provincia turolense, el Castillo de Mora de Rubielos será el escenario de actuaciones como El lazarillo de Tormes de Rafael Álvarez “El Brujo” (11 de agosto) o Korps de Miquel Barcelona (13 de agosto). La nota musical la aportaré el grupo Astí Queda Ixo con su melodía tradicional aragonesa (15 de agosto). De la mano de Miguel Á. Berna con su obra Berna Íntimo se representará un viaje simbólico por la memoria del artista (19 de agosto). Finalmente, Descalzos Producciones con su obra Mentiras inteligentes trae una comedia disparatada de sexo, amor y secretos matrimoniales.
Hugo Arquímedes, alcalde de Mora de Rubielos, manifestó su ilusión por seguir adelante con este trigésimo cuarto año de festival, pese a la incertidumbre de la situación que se vive actualmente. “Aunque sopesamos cancelar, creímos que no debíamos dejar este verano sin ninguna actividad y apostar por la cultura, sobre todo la aragonesa. El objetivo es permitir a la gente disfrutar de la cultura e intentar aprovechar la situación para que conozcan la provincia y animarles a que hagan tours turísticos”, explicó el alcalde.
En el anfiteatro de Rubielos de Mora, será Rafa Maza el encargado de abrir boca con Fabiolo “el pijo más irreverente de los cinco continentes ”en la obra Fabiolo Connection (12 de agosto); Livalone de José y Sus Hermanas narrará un relato en primera persona sobre los caminos para conseguir la autosuficiencia antes de los treinta (14 de agosto); La compañía Javier Arnas con la obra Informe para una academia traen a escena la metáfora de la lucha interna de cada hombre (20 de agosto) y finalmente será Diego Peña con Increíble pero cierzo quien, a través de sus monólogos cierre el ciclo en Rubielos de Mora.
La programación de Albalate será el colofón final de esta tercera edición teniendo un papel protagonista la jota con la actuación de Beatriz Bernad y Nacho del Río (27 de agosto). Un homenaje para celebrar el 50 aniversario del primer monumento a la jota que hubo en Aragón, obra del escultor Orensanz y que se encuentra en Albalate. Por otro lado, serán Jorge Asín los encargados de traer la comedia a este municipio con la obra Manual de instrucciones propias; Anthony Blake será el último en actuar con su espectáculo de interpretar pensamientos Más allá de la imaginación
Según ha explicado la alcaldesa del municipio, Isabel Arnas, para garantizar las medidas de seguridad, en este municipio, la plaza de toros se convertirá en el escenario de las actuaciones y lo mismo pasará en el antiguo patio de armas del castillo donde se encuentran más de 3.000 localidades y seis accesos.
Contra la despoblación
Tras la experiencia de estos años, Festivales de los Castillos de Aragón sigue apostando por un turismo de verano vinculado a las artes escénicas, con complementos en artes plásticas, visuales y gastronomía, poniendo en valor cada uno de los Castillos sede de los Festivales.
Esto supone una importante herramienta contra la despoblación en las zonas rurales de Aragón, atrayendo turistas a las provincias y creando empleo para los residentes.