‘Creative muzzles’, de Toñín Lizana, premio de Arte Digital en el Festival de Igualada
El alcañizano da voz a las máquinas en su última creación de vídeo con inteligencia artificial¿Quién decide qué es arte? ¿Quién establece lo que es el alma del arte? ¿Y de dónde ha salido eso de que el arte tenga que tener alma? ¿Existe el alma? ¿Existe el arte? ¿Por qué un plátano pegado con cinta carrocera vale 6 millones de euros y un audiovisual creado por síntesis digital podría no ser considerado arte?
Docenas de interrogantes como estos surgen en apenas 119 segundos, los que dura Creative Muzzles -mordazas creativas-, el último audiovisual creado por el alcañizano Toñín Lizana, con el que acaba de ganar el XXVIII Premio de Arte Digital Jaume Graells de Igualada (Barcelona), una de las citas de referencia en el ámbito del arte digital en España.
Una Raneta, como se le conoce artísticamente a Lizana, recogió el premio el pasado 17 de noviembre en una gala que tuvo lugar en el emblemático Teatre Municipal Ataneu de Igualada, en el contexto de los Premis Ciutat d’Igualada 2024.
El premio en la categoría Arte Digital, dotado con 1.500 euros y una exposición monográfica el año que viene en Igualada, le fue concedido a Lizana en reconocimeinto a “la creatividad y el uso innovador de la inteligencia artificial (IA) en las artes visuales”, según el jurado.
Contra los prejuicios
El audiovisual fusiona imagenes surrealistas basadas en el rostro y la figura humana que evocan las disciplinas artísticas de la pintura y la escultura, generadas por IA de animación avanzada y música original, también diseñada por IA. La pieza está creada a partir de reflexiones sobre el papel del arte y los prejuicios que existen hacia las tecnologías emergentes. “Creative Muzzles explora temas como la censura en el arte y las críticas hacia el uso de la inteligencia artificial, cuestionando los límites y definiciones de lo que significa ser artista en la era digital”, explica el propio creador.
Teniendo en cuenta que el audiovisual está creado estrictamente por IA programada y operada por Toñín Lizana-, la pieza parece un auténtico lamento por parte de una máquina que expresa su deseo de superar las barreras censoras que le impiden formar parte de la comunidad de creadores artísticos.
La pieza pone al espectador en una compleja tesitura: suponer que una máquina es capaz de lanzar ese grito por sí sola es verse obligado a colocarla al mismo nivel creativo que el ser humano. Por el contrario, suponer que algo así solo puede hacerlo gracias a la concurrencia de un ser humano, considerar que la IA es una mera herramienta, significa tener que darle la misma consideración de arte que al cuadro que un pintor realiza con ayuda de un pincel.
La letra de la canción, que suena a base de sonido sintetizado, está en inglés aunque con subtítulos en castellano. El conjunto es decididamente sobrecogedor y desasosegante, probablemente tanto como lo fue Un perro andaluz, considerada la película más significativa del cine surrealista, en 1929. Bien mirado, tanto en estética como en profundidad de discurso aventaja a muchos de los maniestos que durante las primeras décadas del siglo XX dieron por inauguradas buena parte de las vanguardias artísticas, algunas de las cuales siguen gozando de excelente predicamento entre la crítica.
El de Arte Digital de Igualada es el último de los galardones que ha logrado Una Raneta, máximo exponente del arte IA en la provincia de Teruel. Este 2024 ha sido un año especialmente pródigo para el alcañizano. En junio obtuvo el primer premio del Certamen Internacional de Vídeo Generado por IA de Valencia, y a lo largo de todo el año obras suyas han participado en más de una veintena de festivales por todo el mundo, destacando la proyección de su cortometraje Momentos en varios certámenes de La India; participación en Silhouettes, exposición itinerante por pantallas led móviles por Nueva York, finalista en el concurso organizado por la revista AI Art Weekly; participación en una exposición de Finlandia con la serie Genetic Seabed Sagas y otras muestras en las que algunos de sus audiovisuales han podido verse en París, Los Ángeles, Las Vegas, Moscú, Brasil y Portugal.
Para cerrar el año, está previsto que en diciembre exponga algunos de sus vídeos en la colectiva Kaugummi im Motherboard, en Berlín.
A través de las redes sociales de Toñín Lizaga es posible ver buena parte del trabajo que está desarrollando el turolense.