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Juan Villalba, Ana Ubé, Fernando Burillo y Toni Losantos, de izquierda a derecha, en la presentación del libro

"Con la II República, Teruel avanzó hacia la sociedad del confort, pero a un ritmo lento"

Ana Ubé y Fernando Burillo analizan el periodo 1923-1936 en su último ensayo publicado
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Los historiadores Ana Ubé y Fernando Burillo presentaron este miércoles su última obra publicada, De la dictadura a la II República en la ciudad de Teruel (1923-1936), coeditada por el Instituto de Estudios Turolenses (IET) y Prensas de la Universidad de Zaragoza. El acto tuvo lugar en el Museo de Teruel, donde estuvieron acompañados por Juan Villalba, subdirector del IET, y Toni Losantos.

El libro pretende establecer la base histórica de un periodo escasamente estudiado en la historia local, en comparación con otros como la Edad Media o la Guerra Civil.

La obra forma parte de una trilogía de historia contemporánea sobre Teruel escrita al alimón por Ubé y Burillo. La primera se publicó en 2020 con el título Tras la memoria del agua. Abastecimiento y usos en la ciudad de Teruel (1879-1951), y la tercera, que cerrará la serie, todavía no tiene fecha prevista de publicación, aunque hablará sobre la Restauración en Teruel (1874-1923).

De la Dictadura a la II República en la ciudad de Teruel (1923-1936) arranca con el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera en la ciudad, “que lo acogió apáticamente”, según Burillo. En esta etapa tuvieron importancia el comienzo del ferrocarril Teruel-Alcañiz, u obras como “el Mercado Municipal, el Matadero, el arreglo de las rondas y, en un primer momento, la traída de las aguas a los hogares turolenses”, un servicio que terminó privatizándose a través de la empresa del ingeniero José Torán, llamada Aguas de Guadalaviar.

Alborozo

A diferencia de la dictadura de Primo de Rivera, Teruel sí acogió con alborozo la II República. Tras las primeras elecciones municipales, José Borrajo Esquiu fue proclamado alcalde, pero desapareció progresivamente del primer plano de la política turolense al ser elegido diputado constituyente para el Congreso de Madrid. De los sucesivos alcaldes, un inicialmente desconocido Manuel Sáez Sáez es el que más ocupó el cargo, “en torno al 70% de todo el período republicano”, añadió Burillo.

El historiador turolense explicó que la gran obra arquitectónica republicana en Teruel es el barrio del Ensanche. “Los planos del arquitecto turolense José Antonio Muñoz se habían quedado obsoletos y se pidieron otros nuevos a  Luis González. Este arquitecto presentó una propuesta basada en el modelo ciudad jardín, como se llamaba en aquella época, y el desarrollo del Ensanche se produjo según ese diseño”.

Aparte de los aspectos políticos y urbanísticos, los autores recalcaron que la pretensión del libro es dar una visión integral de la vida de los turolenses, por eso han investigado sobre “los asuntos que más les podrían preocupar, como la sanidad o la educación”, dijo Ubé al inicio de su intervención. “La sanidad estaba muy mal estructurada y los problemas de salud que padecía un turolense podían resolverse o agravarse dependiendo de sus posibilidades económicas”, admitió Ubé.

Educación

En la educación, la República comenzó a cambiar un panorama dominado por el gran absentismo escolar en infantil, el elevado índice de analfabetismo o la poca consideración hacia la figura del maestro y su baja remuneración, aunque la escasez de medios económicos municipales lastraron las reformas.

Aunque Teruel fue la última ciudad donde el agua llegó a los hogares, la gran mejora higiénica que supuso, junto a la electricidad y los nuevos inventos propiciaron que Teruel avanzara “hacia la sociedad del confort, del gusto por la intimidad y del consumo de masas, aunque a menor ritmo que otras capitales”.

El libro se desarrolla por capítulos independientes los unos de los otros, y Burillo y Ubé se mostraron especialmente orgullosos del dedicado a la mujer, “que casi siempre se queda fuera de los análisis históricos”. De hecho el historiador recomendó a los asistentes a la presentación leer “esta noche ese, con lo que estamos viendo de Catar o Irán... lo encontrarán interesante y sorprendente”, aseguró.

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