Cannes estrena 'Buñuel, un cineasta surrealista', de Javier Espada

La Sala Buñuel del Festival de Cannes acogió ayer el estreno de Buñuel, un cineasta surrealista, el documental del calandino Javier Espada proyectado 60 años después de que el aragonés universal ganara la Palma de Oro del certamen francés por Viridiana.

La cinta, de una hora y 23 minutos de duración, participa en la Selección Oficial de la XVIII edición de Cannes Classics, la sección del prestigioso festival francés que permite mostrar el trabajo de revalorización del patrimonio efectuado por las productoras de cine, los titulares de derechos, las cinematecas o los archivos nacionales en todo el mundo, así como una selección de documentales.

Durante la proyección oficial, a las 9:30 horas de ayer, Espada estuvo acompañado por el alcalde de Calanda, Alberto Herrero, quien subrayó que es “un logro muy importante que un hijo de Calanda sea nominado en el festival más importante del mundo” con un documental que repasa la trayectoria del archiconocido Buñuel, al que la localidad bajoaragonesa debe toda su proyección internacional.

“Buñuel, Calanda, Teruel y Aragón estamos de enhorabuena porque internacionalmente proyecta a nivel turístico, artístico y cultural nuestro territorio”, manifestó Herrero, quien mostró su “honor como alcalde” por acompañar a Espada y su proyecto, “en el que Calanda, sus tambores y bombos son el principio y final de este nuevo éxito cinematográfico”.

Por su parte, Espada mostró su agradecimiento “a Thierry y a Gerald por seleccionar” su nueva película documental, así como “a todos los amigos, a todos los profesionales, a todas las instituciones y empresas que han apoyado este proyecto, porque sin su colaboración no habría existido”. También “a quienes a lo largo del camino” le han “ayudado, han compartido sus recuerdos” y “regalado su amistad”.
 

En concreto, el cineasta valoró el apoyo de instituciones como el del Ayuntamiento de Zaragoza o el de Calanda, así como el de las filmotecas nacionales o el Centro Pompidou de París, que junto a la familia Buñuel aportó imágenes inéditas para este documental.

Además, el calandino desvelo que es “Alfonso, un sobrino de Buñuel, quien presta su voz para dar vida en el documental a la historia y vivencias del internacional cineasta calandino”.

“Este documental habla de la influencia de la infancia de Buñuel en su obra, en definitiva, de la influencia de Aragón y de Calanda, que aflora en su obra creativa”, apuntó Espada entrando en materia.

Producción aragonesa

“Aborda el universo creativo de Buñuel con amigos surrealistas, pero también con las pinturas negras de Goya”, continuó el cineasta, quien recordó que el documental es la primera película de producción y factura aragonesa que se estrena en Cannes, “lo que también sirve para reivindicar el talento de nuestra tierra, el de los profesionales que han trabajado en este documental, en su amplia mayoría aragoneses”.

La idea germinal del film surgió de una conferencia que impartió su director, coincidiendo con la inauguración de una gran exposición dedicada a la figura de Buñuel en la Cineteca de México.

“Hablé sobre Buñuel, un surrealista en México con muchas imágenes y fragmentos de películas, y tras la conferencia fueron muchas las personas que me recomendaron transformarla en un documental, por la gran cantidad de material gráfico utilizado y porque les pareció original el planteamiento”, explicó Espada.

La pandemia y el confinamiento empujaron al calandino a transformar la conferencia al lenguaje cinematográfico, contribuyendo así a seguir ensalzando la figura del universal cineasta.

Buñuel, un cineasta surrealista incluye materiales inéditos, como las poco conocidas fotografías estereoscópicas realizadas por el padre de Buñuel en Zaragoza y Calanda, además de analizar la influencia de Aragón en la creación del rico imaginario que el director calandino y mexicano plasma en sus películas. 

Luis Buñuel fue precursor del cine surrealista más puro desde Un perro andaluz, y aunque tácitamente abandonó ese movimiento tras La edad de oro, mantuvo referentes continuos a los postulados surrealistas a lo largo de su carrera cinematográfica en México y posteriormente en Francia y España 

Espada no deja de mostrar su asombro “por el hecho de que un modesto documental creado en Zaragoza, en la soledad de la pandemia, con materiales muy interesantes, haya despertado un gran interés y apoyo por parte del Festival de Cannes”, al que agradece su selección.