Burearte presentó ante un Teatro Marín de Teruel abarrotado su primer trabajo discográfico

El Teatro Marín de Teruel  registró una gran entrada para asistir a la presentación en directo de Burearte, el primer trabajo discográfico de la agrupación de música folk y de raíz turolense del mismo nombre, que ha resumido en dos CD con 27 canciones casi una década de andadura recopilando, arreglando, componiendo y fusionando folclore aragonés y autóctono de la provincia de Teruel con ritmos y músicas populares como el tango, el flamenco, el chachachá o los ritmos caribeños. 

Burearte es una formación musical en constante renovación, que a día de hoy cuenta con cerca de una cincuentena de músicos, cantantes y bailarines procedentes de más de una docena de localidades turolenses, desde Alcalá de la Selva a Cantavieja, pasando por Alfambra, Cedrillas, Monreal, Orihuela, Teruel, Torralba, Villafranca del Campo o Villarroya de los Pinares. Procedentes todos ellos de la música folclórica, formaron la banda al calor de la asociación cultural MusicArte, con la intención de recuperar el espíritu festivo de los antiguos bureos turolenses, que reunían a los habitantes de las masadas y los pueblos de las sierras en torno a la música, la danza y el teatro, que servían como telón de fondo para la forja de amistades, de matrimonios y de relaciones comerciales entre personas que vivían aisladas y con escasas comunicaciones. 

Burearte ha recuperado esa filosofía festiva pero desde sus comienzos no ha renunciado a reinventar su música, recuperando coplas y melodías antiguas, fundiéndolas con músicas de todo el mundo, desde valses austríacos a sones cubanos, pasando por el fado o el flamenco. 

Y Burearte, el disco que se escuchó ayer en el Marín, es el resultado de esa década de trabajo, de investigación, de creación musical y de visitar infinidad de escenarios por Teruel, por España y también por festivales en el extranjero. 

De unos cuarenta y cinco temas que lleva en su repertorio la banda, esta ha elegido 27 para plasmarlos en un disco grabado con Jesús Puerto. No ha sido sencillo hacer la selección, y según Jesús Sánchez, componente y director de Burearte, “se ha tratado de que fuera variopinto y representativo de Burearte. Que fuera un reflejo lo más fiel posible de un grupo que desde el principio nació con la vocación y la ilusión de hacer algo diferente, de conseguir que nuestro folclore sonara diferente, integrara músicas de otros lugares del planeta y consiguiera sorprender al mismo tiempo que gustar”.

En consecuencia Burearte es un disco variado, sorpresivo y absolutamente heterogéneo. Se trata de un doble CD conceptual con un primer disco titulado La Tierra y un segundo disco titulado Los Sueños. 

El primero contiene grabaciones de temas propios de los pueblos turolenses, de melodías y letras recuperadas al olvido y de endemismos musicales que sonaron hace un siglo, en algunos casos, por el Maestrazgo, Gúdar, Javalambre o Albarracín. “El segundo disco, titulado Los Sueños”, explica Jesús Sánchez, “responde precisamente a esos sueños que teníamos los que formamos el grupo, de transformar la música, de hacer que nuestro folclore sonara de otro modo”. 

Sánchez asegura que no falta quien ha acusado a Burearte de prostituir la jota, pero en general la acogida por parte del público es excepcional. “Yo creo que la tradición nace del pueblo”, afirma, “pero no puede quedarse estancada, o evoluciona o muere”. Según el músico, “la jota está muy bien, pero no podemos refugiarnos únicamente en ella, porque hay muchísimas más cosas, como los reinados los dances... En los años de los bureos se hacían muchas cosas diferentes y todas son interesantes”. 

Por otro lado, la experimentación de fundir esas músicas con otras no solo es apreciado por le público sino también por los propios músicos, que no dejan de sorprenderse en ocasiones “de lo bien que empastan las jotas u otras músicas aragonesas con ritmos con los que aparentemente no tienen demasiado que ver”.

Entre los 27 temas del disco, en torno a una quincena de los cuales pudieron escucharse ayer en el concierto del Teatro Marín, cabe destacar una versión de un popular chachachá fusionado con jota, titulado De amores a mí, en Teruel, u otra fusión de jota, esta vez con cumbia colombiana, inspirada en el Cancionero de Castellote y dedicada a Los quintos de Cantavieja.

Entre los temas propios puede encontrarse Narciso, una canción a ritmo de pasodoble dedicada al último pregonero de Cantavieja “y a todos los pregoneros de los pueblos, ya que su oficio va siendo sustituido y últimamente las cosas ya no se pregonan, sino que se dicen por Facebook”; o Mayos de Teruel, una de las composiciones de Jesús Sánchez a la que mayor cariño guarda, y que escribió en 2004 para poder cantar los Mayos en la capital turolense sin tener que robárselos a la sierra de Albarracín. 

También son muchos los temas de otros autores y que en Burearte han arreglado para llevárselos a su terreno experimental, y que están recogidos en el doble CD. Es el caso de un fado de Carlos Cano; de El barquero del Ebro, una canción navarra a ritmo de salsa, o un pasacalles que compuso el valenciano José Cebrián titulado Teruel en fiestas y dedicado precisamente a las fiestas de nuestra ciudad, “y que por alguna razón”, cuenta Sánchez, “no tuvo muy buena acogida entre los turolenses en su época”.   

Durante la velada de ayer, en el Teatro Marín, Burearte ofreció parte de su trabajo con algo más de una treintena de artistas sobre el escenario. Para saborearlo con detenimiento –aunque sin la magia del directo– el grupo ha puesto a la venta su primer disco a través de su página web y redes sociales, y este verano, como es habitual, volveremos a tener un buen número de ocasiones de escuchar al grupo por escenarios de toda la provincia.