Buñuel animado, la partitura que transporta "a los lugares de don Luis"
Crítica y público elogian la BSO de Arturo Cardelús, en la que destaca su talento y buen gustoNominado en los prestigiosos Hollywood Music in Media Awards —antesala de los Oscar de la música de cine—, nominado a la Mejor Música Original en los Premios Goya, en los Premios Feroz y en las Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos, ganador del Premio a la Mejor Banda Sonora en el Festival de Annecy —el certamen de animación más importante del mundo—, en el Festival de Málaga y el premio MundoBSO, Arturo Cardelús, el compositor español que despunta en Hollywood, arrasa en los certámenes españoles e internacionales con la banda sonora de Buñuel en el Laberinto de las Tortugas.
El joven compositor madrileño afincado en Los Ángeles afianza cada día su posición conquistando crítica y premios. Calificada como “la banda sonora del año” por The Wrap, su trabajo es una de las partituras del momento. En su gestación, Cardelús compuso esta música para orquesta de cámara y coro. Un total de 61 artistas se pusieron a sus órdenes durante su grabación en Abbey Road: profesionales que ya intervinieron en la grabación de otras grandes bandas sonoras oscarizadas como La forma del agua, Expiación o Gran Hotel Budapest, y un coro de 40 voces de la Royal Academy of Music dirigido por Alfonso Casado, conductor de musicales como Los Miserables.
Más talento que expectativa
El productor de Buñuel en el Laberinto de las Tortugas, Manuel Cristóbal, está muy orgulloso de Cardelús: “Cuando llamé a Salvador Simó para dirigirla sabía que tenía que estar bien respaldado y por eso me puse a buscar un talento español formado en Berkeley, una de las escuelas más prestigiosas del mundo para compositores. Alvar Carretero, un publicista español afincado en Los Angeles, me habló de Arturo y enseguida vi su potencial. Presenté a Arturo a Salva y el resto es historia. Como productor es maravilloso ver como el talento excede con mucho tus expectativas y tanto Salva como Arturo lo han hecho”.
Esteban López Juderías y Carlos Moreno, dos aragoneses miembros de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, también se deshacen en elogios. Para López Juderías, director del rally Desafío Buñuel, la banda sonora es “absolutamente espectacular. Me parece que te transporta a la época y a los lugares de don Luis, y tiene una calidad de superproducción. Como toda la película, creo que su sencillez es la clave de que funcione tan bien y sea tan especial”, destaca el realizador.
Para el profesor Carlos Moreno, la música también es espléndida. Con las composiciones musicales de Arturo Cardelús “se completa la creación de una atmósfera adecuada que refuerza a los personajes y a la acción dramática incrementando el mensaje emocional. Cardelús desgrana la banda sonora subrayando de forma activa las secuencias animadas, adaptando una a una sus creaciones al contexto gráfico-narrativo, manteniendo el leitmotiv que se asoma entre armonías y melodías diferentes. Nos permite contextualizar los espacios mediante instrumentaciones peculiares, bandurria en una taberna en Huesca, tambores en Calanda o acordeones a las orillas del Sena en París y siempre destacando la orquestación que acompaña a las diferentes melodías que juegan con el contenido narrativo y las relaciones de los personajes, con sucesivos cambios de tempo y aceleración instrumental”, apunta Moreno.
Así, continúa Moreno profundizando en cada uno de sus temas, “las composiciones discurren con matices emotivos (Ramón Acín, Escuela, Lluvia, Amigos, Por Ramón); con un carácter más festivo que encontramos en partituras como Viaje, La Alberca o Cabras, que nos evocan algunos temas de Nino Rota; las composiciones relacionadas con las ensoñaciones buñuelescas acentúan cierto desorden sonoro, incluso comparten notas iniciales (Faro, Sueños, Salvador Dalí) o recurren a la intensidad de las voces del coro (Padre); se recrean en el dramatismo del paisaje (Laberinto, Niña muerta, Entierro) y acompañan a los estados de ánimo de Buñuel (La edad de oro, Leyendo Las Hurdes, Perdido)”.
Exquisita y con misterio
Para Juan Carlos Ajenjo, responsable de comunicación de la decana Tertulia Cinematográfica Perdiguer, Arturo Cardelús compone “una magnífica banda sonora que ya desde el tema del comienzo vamos percibiendo unas notas de misterio y pasajes surrealistas en torno a la figura de Luis Buñuel que nos marcarán el leitmotiv en muchos de los demás parajes de la película. Para la infancia de Buñuel en su Calanda natal, el músico compone un tema coral de voces angelicales que dan un aire místico y religioso que desencadenará con las escenas del los tambores de Calanda tan queridos para don Luis”.
El film, subraya Ajenjo, “aparte de retratar los avatares del rodaje del documental de las Hurdes, trata sobre todo de forjar una amistad entre Ramón Acín, amigo de Luis y mentor en la participación como productor de la cinta de Buñuel; para ello el compositor se vale de una melodía cálida y llena de afecto. La llegada a la Alberca pórtico de las Hurdes está llena de una composición colorista a base de los acordes de acordeón y piano en el que irán adentrándose en esa tierra hostil”.
En resumen, termina Ajenjo, “estamos ante una banda sonora en la que cada uno de sus cortes podrían ser un tema independiente, a veces lúcidos, otras veces oscuros y melancólicos en el que vienen a culminar con un exquisito tema final interpretado por unas voces corales con aires místicos de nuevo como Calanda, como una premonición de los futuros acontecimientos que iban a depararle al bueno de Ramón Acín, todo un homenaje a su figura”, remata el zaragozano experto en música para el cine.
Una gran trayectoria
La faceta de Arturo Cardelús como compositor clásico fue reconocida al ser elegido Associate de la Royal Academy of Music de Londres en 2016, tras el lanzamiento a cargo de Naxos, sello histórico en el mundo de la clásica, de un álbum de música de cámara de Cardelús en 2015. El álbum incluye la suite Con Aire de Tango, que fue encargada por solistas de la Filarmónica de Berlín y grabada en la Filarmónica de Berlín. Cardelús también ha compuesto obras de cámara encargadas por Natalia Ensemble, Cuarteto Granada y Tanya Gabrielian, y sus obras han sido igualmente interpretadas por Kremerata Baltica de Gidon Kremer y el violinista japonés Iwao Furusawa.
Formado en varias de las escuelas de música más prestigiosas del mundo, desarrolló sus estudios como pianista con Kornel Zempléni en la Academia Franz Liszt de Budapest y en la Royal Academy of Music de Londres, obteniendo un diploma de postgrado en interpretación bajo la supervisión de Colin Stone. Pero ese recorrido le llevó a descubrir su verdadera pasión, la composición, para lo que saltó al Berklee College of Music, donde estudió becado por la propia institución y la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes graduándose suma cum laude.
Ganador del Richard Levy Award —el mayor honor otorgado por el departamento de composición de Berklee— y del primer premio en la Berklee Contemporary Symphony Orchestra Composition Competition, Cardelús arrancó su carrera como compositor destacando desde el primer momento con obras como la pieza orquestal Loons Lament estrenada en el Auditorio Nacional de Madrid o el Concierto para Piano estrenada en el Jordan Hall de Boston, y su música ha sonado en numerosos escenarios de todo el mundo.