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Botones, tules o pinzas convierten el Museo de Teruel en un espacio de juego infantil Botones, tules o pinzas convierten el Museo de Teruel en un espacio de juego infantil
Unas niñas, en la actividad ofrecida por el Museo de Teruel. Bykofoto

Botones, tules o pinzas convierten el Museo de Teruel en un espacio de juego infantil

24 niños de entre 1 y 7 años constatan que los objetos cotidianos pueden ser muy divertidos
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Cruz Aguilar

“¿Habías jugado alguna vez en un museo?” Esa fue la pregunta que se lanzó a las familias con niños de corta edad que participaron en la actividad organizada por el Museo de Teruel para celebrar el Día Internacional de los Museos. Pinzas, telas con puntillas, algodones, botones o masa de sal son algunos de los objetos cotidianos, presentes en casi todas las casas, que adquirieron una nueva dimensión para 24 pequeños de entre 1 y 7 años que tomaron parte en Jugar lo cotidiano, el taller que llenó de alegría e imaginación infantil la última planta del Museo de Teruel.

Los niños demostraron que no necesitan juguetes caros, sofisticados ni, por supuesto, los últimos avances tecnológicos, para pasar un buen rato. Además, se divirtieron acompañados por sus madres y padres, lo que aún añadió más emoción a una mañana diferente para todos ellos.

“Queremos abrir un poco las mentes, que vean que cualquier objeto puede convertirse en un juego y elogiar a la vez a esa diversión cotidiana y sencilla”, explicó Esther López, que es una de las integrantes del proyecto MuiLab, que busca aunar pedagogía, arte y diseño para crear espacios singulares de diversión infantil.

La instalación tenía diferentes propuestas, todas ellas un “lienzo en blanco” donde padres e hijos pudieron plasmar en él sus propias ideas de diversión.

Sonia acudió con sus dos hijos, Lucía, de 5 años, y Pablo, de 2, en busca de “una actividad alternativa a los hinchables” y reconoció que les encantan los talleres manipulativos, aunque lamentó que no hay demasiada oferta de este tipo de actividades que, a su juicio, “son mucho más estimulativas”.

Por su parte Isabel y José acudieron con Sira, que acaba de cumplir un año y se lanzaba ávida a descubrir todos los objetos que se estrenaban en sus manos y en su mente. “Nos parecía muy interesante jugar con materiales que no han sido diseñados para eso”, argumentó la madre.

Pero además de disfrutar con el juego, las actividades desarrolladas son una buena forma de que los niños “vean el museo de otra manera”, dijo López, quien añadió que el proyecto sirve para mostrarlo como un lugar “donde pasan cosas y se hacen cosas”. Para varios de los niños que celebraron el Día Internacional de los Museos al de Teruel era la primera vez que entraban en un espacio expositivo.

María Cervera, que es otra de las integrantes de MuiLab, destacó la buena respuesta por parte de las familias y reconoció que había superado sus expectativas al llenar en apenas 12 horas las 24 plazas disponibles para la actividad. Tienen previsto realizar una nueva actividad próximamente, pero todavía no hay fijada una fecha, por el gran número de personas en lista de espera.

Esta actividad es una de las que ha organizado el Museo de Teruel para celebrar el Día Internacional de los Museos, que este año tiene como lema elegido Museos para la educación y la investigación. La programación conmemorativa se inició el 16 de mayo y culminará el 24. El martes 21 se presentará una nueva obra titulada Santa Emerenciana y realizada por el pintor valenciano Antonio Busquet. Además, entre el 20 y 24 de mayo, diferentes colectivos participarán en actividades desarrolladas en torno a la muestra La Ternura, de la artista turolense Remedios Clérigues, que ahora se expone.