Beatriz Bertolín homenajea a la botánica con obras cargadas de detalle y simbolismo

Natura es el título de la exposición que desde el pasado 8 de julio y hasta el próximo 30 estará en la Salón Azul del Centro Cultural de Manzanera. Allí, con un total de 25 obras, Beatriz Bertolín hace un repaso por la naturaleza y fija la mirada y la paleta de color “en las buenas hierbas”, esas que han utilizado nuestros antepasados durante generaciones y que ahora no sólo no sabemos para qué sirven sino que, mucha de ellas, pasan incluso desapercibidas.

Entre los cuadros, todos realizados en el último año, hay tanto láminas de acuarela y pinturas acuarelables como otros trabajos en acrílico y lápiz, con texturas y pastas volumétricas. Entre los elementos plasmados se encuentran a su vez una gran variedad de motivos inspirados en la naturaleza que van desde las llamativas grullas hasta detalles de líquenes o semillas, plantas a las que la artista de Albentosa ha cambiado la escala para que el espectador las valore en toda su plenitud.

“Muchas son plantas pequeñas y si jugamos con su misma escala hay detalles que pasan desapercibidos para el ojo, por eso me gusta plasmarlo en una escala mucho mayor”, dice, para añadir que en numerosas ocasiones la espectacularidad de un paisaje la medimos con la escala, como por ejemplo un bosque o una montaña elevada: “Me gusta ampliar esas pequeñas plantas para demostrar que también son valiosas”, detalla.

Precisamente ese valor que siempre han tenido como farmacia y fuente de alimentación para el ser humano es el que quiere revalorizar Bertolín, quien matiza que somos la generación más formada “porque hemos salido a estudiar fuera, como se suele decir”, pero alerta de que en apenas unas décadas se ha perdido todo un bagaje de conocimiento vinculado a la naturaleza.

Esa capacidad para plasmar los detalles de Bertolín hace que algunos de los espectadores redescubran sobre el lienzo plantas que habían pasado desapercibidas pese a verlas todos los días.

Atmósferas envolventes

Buena parte de los cuadros ya se expusieron en el Festival de las Grullas en Gallocanta y ahora los ha completado también con otros trabajos vinculados a la naturaleza. Atmósferas envolventes, pinturas inspiradas en las fotografías del monrealense Uge Fuertes y la artista polaca Agnieszka Florczyk, así como en los paseos por la laguna y por Albentosa. De todo ello hay mucho en unos cuadros cargados de realismo, que es la línea que está siguiendo  Bertolín en los últimos trabajos. Además, las láminas son un homenaje a las ilustraciones botánicas antiguas, de las que ha recuperado “el color y el aura” de las plantas.  Durante la inauguración de la muestra, el pasado 8 de julio, la artista realizó una visita guiada en la que reivindicó, como suele hacer también en los talleres, el trasfondo que hay detrás de cada obra artística, con horas y horas de trabajo observando las especies.

Los 25 cuadros estarán en el Salón Azul de la Casa de Cultura Manzanera hasta el día 30 d julio y posteriormente la artista expondrá en Albentosa, la localidad natal de Bertolín, entre los días 26 y 28.