Síguenos
Bartomeu Tur, Director Artístico de la Orquesta y Coro Sonora: “Es lícito que la música popular guste  a más gente, nosotros no juzgamos a nadie” Bartomeu Tur, Director Artístico de la Orquesta y Coro Sonora: “Es lícito que la música popular guste  a más gente, nosotros no juzgamos a nadie”
Bartomeu Tur, dirigiendo a la orquesta durante una actuación

Bartomeu Tur, Director Artístico de la Orquesta y Coro Sonora: “Es lícito que la música popular guste a más gente, nosotros no juzgamos a nadie”

La Orquesta y Coro Sonora debuta hoy en Teruel con el espectáculo ‘Aurum’ de música de cine
banner click 236 banner 236
El proyecto Sonora está formado por músicos muy jóvenes y con una sólida formación


La orquesta Sonora ese un proyecto musical puesto en marcha hace cinco años por Bartomeu Tur y Sofía Sainz -al que después se incorporó Santiago López-, dos jóvenes músicos que se conocieron en el Conservatorio de Madrid, con el objetivo de acercar los grandes conciertos a todo tipo de públicos y poder vivir de la música autoproduciéndose sus propios espectáculos. Esta tarde (Teatro Marín, 20.30 horas) recala por primera vez en Teruel, donde tiene previsto ofrecer su show Aurum, en un teatro que estará lleno a rebosar -ayer quedaban tres entradas por vender en el anfiteatro superior-. La formación, compuesta por veinte jovenes músicos y cantantes de coro procedentes de diferentes conservatorios de la capital de España, ofrece un repertorio de bandas sonoras originales muy conocidas, de El rey León  a La La Land, pasando por Titanic o Gladiator entre muchas otras, con un puesta de escena muy especial con iluminación de velas.

-¿Dónde está ubicada físicamente la Orquesta Sonora?

-Estamos ubicados en Madrid, que es donde tenemos nuestra base. Realmente contamos con músicos de muchos lugares, pero en la gran mayoría de los casos han pasado por conservatorios de música de Madrid, que es nuestro principal vínculo.

-Y es la primera vez que actúan en Teruel...

-Así es. De hecho es la primera vez que vamos a actuar en Aragón, aunque llevamos varios años saliendo con Aurum y con otros espectáculos fuera de Madrid. Nos hace muchísima ilusión que nuestro proyecto esté llegando a nuevas comunidades autónomas.

-¿Cuántos músicos podremos ver sobre el escenario del Marín?

-A Teruel vamos a ir veinte músicos, entre orquesta y coro, que es lo que solemos llevar a nuestro espectáculo Aurum, que es una propuesta en la que ofrecemos bandas sonoras de cine para orquesta y coro, con una puesta en escena muy bonita, iluminada por casi un millar de velas. Pero como orquesta tenemos a muchos músicos en nuestra órbita y somos muy versátiles. Hace poco hicimos un concierto de fin de año en Fuenlabrada en el que tocamos 70 personas, pero también organizamos conciertos de cámara con tres músicos.

-Y son todos jovencísimos...

-Menores de treinta años, así es. Eso forma parte de nuestra esencia. Sonora como proyecto tiene varios objetivos; el primero de ellos es acercar la cultura y la música a todo tipo de contextos y públicos, creando y produciendo espectáculos que sean atractivos para gente de gustos muy diversos. Ese es uno de los principales. Pero otro objetivo es promocionar y ayudar a los músicos jóvenes, contribuir a profesionalizar la actividad de los músicos, que han tenido una formación excelente y exigente, y pese a ello no lo tienen nada fácil para incorporarse al mercado laboral, pese al talento y dedicación que han puesto. Por eso queremos que nuestro proyecto de empleo a este tipo de músico joven.

-¿Hasta qué punto es complejo para un músico que acaba de terminar el Superior de Músico encontrar trabajo?

-Mucho, sobre todo teniendo en cuenta la dureza y la disciplina de los estudios, y quien ha hecho un Superior en el Conservatorio lo sabe. La música y las artes en general se caracterizan por su poca estabilidad. Nuestro trabajo es bonito, maravilloso, nos apasiona y por eso lo hacemos, pero al mismo tiempo es sacrificado e incierto como pocos. Puedes ser un gran músico, con un talento especial, y tener contratos y conciertazos puntuales maravillosos... pero luego estás cuatro meses seguidos que no ingresas ni un euro, literalmente.

Otro factor es que, además, el músico tiene que moverse mucho para encontrar trabajo, porque si esperas a que alguien te llame sin más para tocar jamás lo harán. Por eso Sofía (Sainz) y yo creamos Orquesta Sonora, para autoproducirnos nuestros propios espectáculos y no tener que esperar a que alguien nos llame para tocar.

-Encontrar trabajo de músico será difícil, pero montar un proyecto empresarial tampoco lo es.

-Pero ha sido muy gratificante. Sofía Sainz (violonchelista) y yo nos conocimos hace cinco años en el Conservatorio, yo estudiaba dirección de orquesta y ella composición. Y decidimos poner en marcha todo esto... después, en 2023, conocimos a Santiago López, que pone esa pata de marketing y de emprendimiento que nos faltaba, y gracias al cual por ejemplo nació el espectáculo Aurum, el que llevamos a Teruel, que está funcionando muy bien.

-¿Han conseguido que Orquesta Sonora sea un proyecto viable y rentable? ¿Están ahora mismo pagando las facturas con él?

-Estamos en ese proceso de conseguirlo. Como cualquier proyecto tiene detrás una gran inversión. Las exigencias a nivel artístico y legal son enormes; alquiler de teatros, altas de los músicos... son muchos gastos y, como te digo, estamos en ese proceso de conseguir la rentabilidad, porque los espectáculos grandes, como Aurum, solo hace dos años que los realizamos. Pero el público nos está acogiendo de maravilla y estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado hasta ahora.

La verdad es que los espectadores son muy agradecidos, pero realmente no saben cuánto hay detrás de cada concierto. La entrada puede que le parezca cara o barata, pero cada céntimo que paga es necesario, imprescindible para poder tocar. No tenemos financiación externa ni patrocinadores, somos nosotros con nuestros medios y lo que recaudamos en taquilla. Pero estamos orgullosos porque estamos construyendo un proyecto viable, rentable, y dentro de poco tiempo podremos hacer cosas muy grandes.

-Un proyecto viable es un proyecto que interesa al gran público, y a veces el ‘main stream’ está reñido con la calidad. Aurum es un espectáculo basado en las bandas sonoras de cine, que es lo más parecido a la música clásica dentro de los estándares populares, pero no es música clásica...

-Ese es un debate eterno que existirá toda la vida. Pero hay una cosa que está clara. Los músicos no bajamos ni un centímetro el listón por tocar BSO... la dificultad de este repertorio es altísima, y la dedicación, estudio y responsabilidad que requiere enorme. Especialmente para un grupo de veinte músicos, donde no estás arropado por una orquesta con 70 instrumentos. En ese sentido que uno solo de nosotros se ponga enfermo y no pueda venir ya supone un riesgo importante. Es cierto que las BSO son más populares y conocidas que el repertorio de música clásica, pero ha evolucionado mucho y se han creado proyectos musicales para cine absolutamente extraordinarios y de una grandísima calidad. Y sí, siempre habrá temas más ligeros, pero es completamente lícito que a la gente le gusten. Nosotros hacemos conciertos más populares y más cultos, pero estamos muy orgullosos y no juzgamos a nadie por lo que le gusta. Todo tiene cabida, y si nos cerrásemos solo en un tipo de repertorio, estaríamos dejando a una parte del público fuera. Sé que hay gente que viene a Aurum y lo disfruta, y sin embargo no iría a un concierto de música clásica porque la considera aburrida... pues ese es nuestro objetivo; hacer que todo el mundo venga a escuchar buena música, sea la que sea.

-Una parte característica de Aurum, además de recrear con voz y orquesta temas conocidos del cine clásico y contemporáneo, es la iluminación a través de velas. Imagino que serán velas led...

-Sí, claro... de lo contrario no nos dejarían tocar en ningún teatro. Esa puesta en escena tiene que ver un poco con lo que hemos hablado de los públicos. Esa iluminación llama la atención, convierte un concierto más o menos normal en una experiencia con otro elemento que se sale de lo ordinario, y cada elemento suma. A mucha gente se le queda grabada la escena de escuchar música con esa iluminación tan especial. Y te aseguro que, aunque sean velas led, cuesta un montón de rato encenderlas y colocarlas bien, pero merece la pena.