Ana Torres estrena ‘Con lo que a mí me gustan las flores’ en Valladolid

La obra de teatro Con lo que a mí me gustan las flores pasó este fin de semana con nota la prueba del público. La dramaturga turolense Ana Torres estrenó su texto en la sala Andén 47 de Valladolid, donde se hizo un pase el sábado y otro el domingo, con un resultado excelente para la autora. “La obra consiguió llenar los dos días, y la gente salió emocionada y felicitándonos. Ha sido muy bonito”, asegura la dramaturga y actriz turolense.

Está previsto que la obra pueda verse además en el teatro La Cervantina de Madrid durante el mes de diciembre, “y estamos pendientes de nuevas fechas y nuevas ciudades, que empiezan a aparecer”, asegura Torres.

Con lo que a mí me gustan las flores fue escrita durante una beca-residencia que Ana Torres ganó en Andén 47, que no es una sala de teatro convencional sino un espacio -de gestión privada- enfocado a la creación de actividades artísticas y culturales, planteado como una plataforma de lanzamiento y un semillero.

El compromiso de estrenar la obra en la propia sala pucelana y a continuación en Madrid, más allá de las contrataciones que surjan después, permitió a Ana Torres, turolense formada como directora y dramaturga en la Escuela de Arte Dramático de Castilla y León, en Valladolid, dejar volar su imaginación y experimentar tanto como pudo.

Tiene una puesta en escena minimalista, con solo dos actrices, pero tremendamente personal, sugerente y onírica. De hecho la pieza reflexiona sobre los trastornos del sueño, las pesadillas o el insomnio crónico, en una interesante apuesta por el teatro experimental. La obra estuvo interpretada por dos actrices, Cristina Hilenia que interpreta a una joven y Pilar Bayón, en el papel de su abuela, cuya relación llega incluso al sorprendente parecido físico, como si fueran familia fuera de las tablas.

El staff de la obra escrita dirigida por Ana Torres lo completa Emilio Seco como ayudante de dirección, Patricia Roldán como asesora de movimiento e iluminación, David Manso al frente del sonido y Chayanna Ferreira, junto a la propia Ana Torres, como responsable de escenografía. Además la obra contó con la colaboración de Claudio Castro Filho y José Luis Gay.