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Alfonso Vila recoge en ‘En vía muerta’ 120 fotografías de estaciones de tren abandonadas por toda la geografía española Alfonso Vila recoge en ‘En vía muerta’ 120 fotografías de estaciones de tren abandonadas por toda la geografía española
Algunas de las estaciones que aparecen son de la provincia, como esta de Castelserás. Alfonso Vila Francés

Alfonso Vila recoge en ‘En vía muerta’ 120 fotografías de estaciones de tren abandonadas por toda la geografía española

Algunas de ellas son de Teruel
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Cruz Aguilar

“Las estaciones abandonadas son el territorio del olvido. El territorio del olvido es el territorio de la naturaleza. Llevo 5 años fotografiando estaciones abandonadas. Algunas solo he podido fotografiarlas desde el tren. Otras he cogido el coche y me he ido a buscarlas. Y me he encontrado con caminos tan malos y tan complicados que me he perdido varias veces o he tenido que dejar el coche y seguir a pie. Me pregunto quién ha construido esas estaciones en medio del monte. Y para qué”. El texto es de Alfonso Vila Francés, que es profesor de Historia en un instituto valenciano, pero se considera un gran aficionado a la fotografía y además colabora como escritor en diversas revistas, entre ellas Jot Down, cuyo editor, Ángel Fernández Recuero, es el que apostó por el proyecto de En vía muerta con su editorial West Indies. 

Se trata de un libro que recoge “la memoria de un mundo ferroviario que va a desaparecer”, relata el propio autor, que busca también denunciar que “dentro de la España abandonada, vacía o vaciada, como la quieras llamar, se está perdiendo todo”, critica. La reducción en los transportes hace que las carreteras permanezcan, pero no así las vías: “Se caen las estaciones y se pierden los puentes”, lamenta. Por eso su testimonio es tan importante, porque muestra un patrimonio que pronto no existirá, de hecho en el libro se incluyen algunas estaciones y apeaderos que ya se han caído.

En vía muerta es la continuación de otro libro en el que el autor también captó las imágenes de trenes, vías y estaciones, España en Regional, donde se plasma el recorrido que hizo Vila Francés por buena parte el territorio nacional en trenes regionales para captar el periplo con su objetivo. 

“Llevo muchos años montando en tren y cuando Ángel me dijo que quería un libro de fotos sobre estaciones nos pusimos a estudiar el enfoque. Vi que hacerlo por vías abandonadas era más fácil, porque yo iba fotografiando estaciones un poco a lo loco y no podíamos hacer fotos de estaciones por provincias porque de algunas no tenía”, reconoce el autor.

No es el caso de la provincia de Teruel, por la que Alfonso Vila Francés viaja habitualmente porque veranea en Viver, que aunque está en la provincia de Castellón casi roza con los límites turolenses. “En Teruel hay muchas estaciones y me las conocía todas, lo que pasa es que no he podido meterlas todas en el libro”, dice.

Destaca las estaciones que hay en la línea fantasma entre Teruel y Alcañiz, “son muy grandes, abandonadas en mitad del campo y del monte”, detalla. Todos esos edificios vinculados al ferrocarril esconden una compleja historia detrás, pero en el caso de esta línea “es una vía dos veces muerta, porque tuvo la mala suerte de que nunca llegó a funcionar y ni siquiera se ha hecho después una vía verde”, dice.

En su libro no incluye aquellos apeaderos que ahora tienen una nueva vida, como el de Perales del Alfambra, reconvertido en albergue u otros que ahora son hotel. Lamenta que la de Perales sea la única de esa línea que ha resucitado de sus escombros, “todas las demás son una lástima”, comenta, para añadir que se trata de una ruta tan inspiradora como “para escribir una novela romántica, de aventuras, ambientada en el siglo XIX”.

Tampoco hay fotos de la extinta línea de Sierra Menera, entre Ojos Negros y el Puerto de Sagunto, pero la razón es sencilla ya que es bastante conocida porque está muy bien explotada como vía verde y el fotógrafo busca mostrar “cosas que la gente no conoce”, destaca.

Con todo lo que ha viajado en tren Alfonso Vila Francés asegura no haberse quedado tirado nunca, ni siquiera en sus recorridos entre Valencia y Zaragoza: “Jamás he tenido que cambiar de tren en ninguno de mis viajes por España”, dice. Eso sí, reconoce que los retrasos han sido habituales cuando ha hecho el trayecto que pasa por Teruel. 

También hay un capítulo dedicado a la línea que va de Utrillas a Zaragoza y que sirvió durante décadas para transportar el carbón que salía de las minas turolenses y servía para calefactor las viviendas de la capital aragonesa. “Es una gran desconocida y las estaciones son muy bonitas, pero además la línea pasa por una zona con paisajes muy interesantes, se podría hacer una vía verde”, argumenta. 

Además de reivindicar el patrimonio que se está perdiendo, Alfonso Vila Francés pretende con su libro dar a conocer espacios poco transitados de la España interior. Por eso incluye algunas estaciones curiosas o que tienen un entorno destacado, y en este sentido recuerda la estación de Valdealgorfa, que la suma por formar parte de la línea de Alcañiz a Tortosa, ahora reconvertida en vía verde, y que tiene muy cerca el denominado túnel del equinoccio, por el que pasa la luz del sol en el equinoccio de otoño, que casualmente este año tuvo lugar ayer, 22 de septiembre.

En el libro también hay hueco para aquellas estaciones por las que sí pasa el tren pero no para y precisa que en la línea que va de Valencia a Cuenca hay un montón. También el regional de Teruel para en muy pocas estaciones, aunque matiza que algunas de ellas sí están bien conservadas y otras funcionan como apeaderos.  La provincia de Teruel también está reflejada en el capítulo dedicado al Ferrocarril Central de Aragón, con estaciones tan emblemáticas como la de Caminreal.

Las fotografías son tanto en blanco y negro como en color, según un criterio “totalmente artístico”. Se han hecho en diferentes épocas del año, aprovechando las vacaciones de la docencia para realizar los viajes, y son todas sin gente porque le gustan “los sitios abandonados”. Eso sí, priman las tomas de exterior y la estación suele aparecer enmarcada en el paisaje que la envuelve.

La imagen es la protagonista absoluta, pero en el libro, que salió a la calle a mediados de julio, también hay pies de foto y breves textos explicativos que contextualizan las diferentes líneas que aparecen reflejadas. 

Sus vías muertas no cerrarán posiblemente las publicaciones fotográficas de trenes puesto que reconoce que aún le quedan muchos viajes por hacer en regionales. Además, es pesimista con respecto a la evolución de las líneas de ferrocarril porque, como recuerda, las únicas nuevas vías que se construyen ahora en España son las del AVE, que a su juicio desvertebran más que otra cosa porque no paran en los pequeños municipios y suponen el desmantelamiento de otras líneas que sí lo hacen. “A veces casi pienso que es una suerte que no tengáis AVE en Teruel, si va a suponer que os quiten regionales y os cierren más estaciones”, indica con pena.