Alcorisa cierra diez días de actividad frenética tras una exitosa Semana Cultural

La Semana Cultural de Alcorisa echó definitivamente ayer la persiana tras diez intensos días durante los que se han programado más de treinta actividades, organizadas por el Ayuntamiento de Alcorisa y que han involucrado a la práctica totalidad de las asociaciones culturales y recreativas de la localidad. Con el lema Motivarte, este año la Semana Cultural alcanzó su 45 edición, y aunque la mayor parte de su actividad se concentró este fin de semana y el anterior, no dejó de programar propuestas ningún día entre el 19 y el 28 de enero.

El acto central de la Semana Cultural de Alcorisa, el que más espectativa había levantado y el que más público reunió, fue la comparecencia de la escritora zaragozana Irene Vallejo, que firmó ejemplares de sus obras durante la tarde del miércoles, 24 de enero, y junto al periodista cultural Antón Castro participó en un encuentro titulado La voz de los libros y de la lectura.

El Centro Cultural Valero Lecha se llenó de público que no quiso perderse el discurso sensible, cercano y comprensible de la autora, ganadora del Premio Nacional de Ensayo con su celebérrimo El infinito en un junco, quizá uno de los ensayos más leídos por el gran público de las últimas décadas y que hace una defensa a ultranza de la lectura y del libro, poniéndolo en su sitio como una de las más elevadas manifestaciones de la cultura, el sentido común y el progreso sostenible del ser humano.

El acto sirvió además para celebrar el 30 aniversario del Club de Lectura de la Biblioteca Municipal de Alcorisa La Palabra Atrapada, y contó con la participación de la bibliotecaria Maite Pérez, la música de Víctor Monzón y la lectura de algunos textos por Sara Giner.

Entre otras cosas, Irene Vallejo habló sobre la importancia del libro y de las bibliotecas como lugares seguros para la sabiduría, explicó algunas anécdotas que desde su infancia la unieron indisolublemente a estos espacios, y desveló que una de sus obras favoritas es La Odisea de Homero, que desde pequeña la dejó atrapada y la enamoró de la mitología clásica, despertando su interés por la Filología Clásica que luego ha dirigido su vida. “Lo que sucede en la infancia es imborrable”, explicó, y por ello dijo que era tan importante contar cuentos a los niños, para “abrirles el apetito y la mirada hacia realidades que de otra manera no conocerían”.

También explicó las dudas que generaron la publicación de su ensayo, en un mercado, el español, donde se venden principalmente novelas. Según contó, ni ella ni la editorial (Siruela) tenían claro si conseguirían vender la primera edición entre profesores de latín y griego, quizá los únicos interesados en este temática. Pero la realidad es que El infinito en un junco ha vendido más de un millón de ejemplares y se ha traducido a más de cuarenta idiomoas. “Sigo en un permanente estado de incredulidad, asombro e irrefrenable gratitud”, ha declarado la escritora que ha sabido sacar lo mejor de sus propios lectores.

El libro ha ganado tantos premios que resulta ya difícil llevar la cuenta, aunque seguramente el Nacional de Ensayo, el Premio Ojo Crítico o el Premio Aragón 2021 son los más importantes. Es cierto que quizá, sin quererlo, Vallejo fue oportunísima presentando su obra durante la pandemia, en un momento en el que los libros salvaron la vida de muchas personas y donde todo el mundo se replanteó su propia existencia. Pero por sí solo eso no explica que, más allá de la crítica académica, un ensayo como El infinito en un junco haya vendido más de 45 ediciones en un momento en el que los gurús culturales han dado por muerto y enterrado al libro tradicional en papel.

En el Valero Lecha también habló sobre su nuevo libro, La leyenda de las mareas mansas, una historia que adapta Las metamorfosis de Ovidio en una versión llena de optimismo y luz.

Igual que un gran libro es requerido en cualquier rincón del mundo, Irene Vallejo simultanea presentaciones y actos en cualquier lugar que se la requiera y tenga paciencia suficiente para adaptarse a su agenda. La zaragozana ha participado en actos en grandes capitales de todos los continentes, pero no ha dejado de acudir a presentaciones en pequeñas localidades de cualquier provincia española. Un mes antes de su multitudinaria comparecencia en la Semana Cultural de Alcorisa junto a Antón Castro, visitó la Librería Santos Ochoa de Alcañiz, de la es Madrina de Honor y donde presentó sus primeras obras, hace una década, cuando era una autora completamente desconocida.

Concurso de pintura

El domingo, 21 de enero, tuvo lugar durante toda la jornada el concurso de Pintura Rápida José Aced que se desarrolló durante toda la jornada. Cerca de cuarenta pintores de numerosos lugares de España tomaron parte en una competición que cumplió 28 ediciones. El ganador absoluto fue el multipremiado acuarelista internacional Pablo Rubén López Sanz (Madrid, 1978) -ganador del Premio de la American Watercolor Society de Nueva York, o del Certamen de Pintura Rápida de El Retiro, uno de los más importantes de España en su clase, cuando solo tenía 12 años-.

Además otros diez pintores recogieron sus respectivos premios, otorgados por los patrocinadores del concurso: María José Escuder (Premio Faveker Gres de Aragón), Miguel Carlos Montesinos (Aragonesa de Obras Civiles), Piedad Santamaría (Construcciones Lecha), Yolanda Urango (Clínica Dental Acosta), Julio Gómez (EESS Murria Hermanos), Antonio Darias (Alkura Petfood), Sergio Rocafort (Hierros Iranzo), Blai Tomás (Restaurante El Castillo), Juan Pons (Áridos Gracia) y Carlos Montero (Audio Pro Mudéjar).

Durante una de las mesas redondas de la Semana Cultural de Alcorisa, en concreto la primera de ellas, se abordaron diferentes temas de interés sobre la educación, la didáctica creativa y la necesidad de crear una comunidad educativa. Con el título Crear una comunidad educativa humana y del cuidado. Educación inspiradora y creativa, comparecieron dos ponentes de lujo; Alberto Quílez, profesor universitario nominado al premio al Mejor Docente de España en 2023, y Alejandra Cortés, profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza, ganadora del galardón a Mejor Docente Universitaria en 2020. La conversación entre ambos expertos se prolongó durante hora y media, y es posible escucharla íntegramente en formato podcast, al igual que la mayor parte de los actos y conferencias que han tenido lugar durante la Semana Cultural de Alcorisa, en el canal que Onda Balcei tiene en la plataforma Ivoox.

La cerámica también tuvo su espacio durante la semana con la conferencia de José Manuel Grao, directivo de Gres Aragón, habló sobre los orígenes de la compañía fundada hace ocho décadas, y que hoy está presente en numerosos países de todo el mundo. También participó en la conferencia Fidel Ferrando, hablando sobre La otra cerámica con la importancia que ha tenido este material desde la antigüedad, a través de los usos prácticos y artísticos y sus múltiples aplicaciones. Fidel Ferrando creó además el mural Lenguajes del Signo, de grés porcelánico, que recibió el Ayuntamiento de Alcorisa en donación por parte de la empresa, y realizó una visita guiada a la exposición Historia de un sueño, 80 años, de la que es comisario, y donde en la Casa de la Villa se narra la trayectoria de Faveker Gres Aragón. La muestra podrá verse hasta el 3 de febrero, de lunes a viernes de 10 a 13 horas y de 18 a 20 horas.

El olivo, patrimonio natural

Además el Agente de Protección de la Naturaleza Fernando Zorrilla ofreció la conferencia TIerra de Centenarias, sobre las oliveras del Bajo Aragón que siguen siendo una de las señas de identidad más reconocibles del territorio. Zorrilla explicó la necesidad de concienciarse sobre la conservación de las grandes oliveras, como un patrimonio natural inigualable, apoyando a los propietarios entre otras medidas, como la realización de catálogos, difundiéndolos entre la población eimpulsando el oleoturismo. En este sentido se inauguró una exposición, titulada también Tierra de Centenarias, que estará abierta hasta el 31 de enero. Entre otras cosas la muestra habla de la dendrocronología, la ciencia que permite datar la edad de las oliveras y otras especies arbóreas, y que han permitido estimar que algunos ejemplares de la olivera del Mas de Conesa en Las Parras o del Mas de Cervera, en Belmonte de San José, superan incluso los mil años de edad.

Y a las representaciones teatrales y escénicas del fin de semana previo, en el que arrancaron los más de 30 actos previstos en la Semana Cultural -El último que apague la luz con Emma Ozores o la propia gala inaugural, con José Antonio Simarro y Ana Roche-, en los últimos días se unieron otras como Perdidas en el Teatro, montaje de una de las compañías decanas de Aragón en espectáculos infantiles y circenses, Producciones Kinser, o Llámame bruja, organizado por Amas Rurales sobre una historia relacionada con el progreso científico y el conocimiento.

Entre los actos que cerraron la Semana Cultural de Alcorisa, con la que la concejalía de Cultura del Ayuntamiento demostró un año más la fortaleza del tejido cultural y asociativo de esta localidad, destacaron el espectáculo folclórico Figuras de la jota aragonesa organizado por el Grupo de Jota Alcorisa y que contó con ocho cantadores, ocho bailadores y cinco músicos de guitarra, bandurria, violín, laud y cajón; y la charla coloquio que tradicionalmente organiza la Peña Taurina Nicanor Villalta. En esta ocasión la cita contó con la presencia de Antonio López Rivas, representante de la ganadería Antonio López Gibaja y autor del libro Nada sucede sin ser antes un sueño, que fue presentado en el mismo acto; Miguel Cuartero, director de la escuela taurina Mar de nubes, en Zaragoza, y Aaron Palacio, uno de los alumnos del centro, y el periodista de Cadena Copa Valencia Salvador Ferrer, que moderó el acto.