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Alcalá vuelve a aplaudir a los músicos en su despedida y los emplaza para el año que viene Alcalá vuelve a aplaudir a los músicos en su despedida y los emplaza para el año que viene
Carlos Civera, uno de los trece profesores que han estado en el campamento de jóvenes músicos de Alcalá de la Selva, dirige ayer el tema basado en la banda sonora original de ‘The Rock’. M. A.

Alcalá vuelve a aplaudir a los músicos en su despedida y los emplaza para el año que viene

Una orquesta sinfónica de más de 100 miembros clausuró el campamento de música de la Polster
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Alcalá de la Selva volvió a ser escenario este domingo, como cada año desde hace 34 a excepción de los dos de la pandemia, del concierto de clausura del Campamento de Músicos Juveniles que organiza la Diputación Provincial de Teruel cada verano. Ochenta y dos músicos de entre 12 y 17 años además de 23 profesores y monitores, tocaron en la plaza del Ayuntamiento para unas trescientas personas entre familiares, vecinos de Alcalá y turistas, en lo que ya es una cita tradicional del verano en esta localidad de Gúdar-Javalambre. 

La banda que ayer pudo escucharse en Alcalá fue una sinfónica, ya que también presentaba músicos de cuerda. Entre los 82 músicos, procedentes de quince de las 21 bandas de música que existen en la provincia -en concreto Teruel, Mora, Alcañiz, Calanda, Rubielos, Monreal Utrillas, Sarrión, Valderrobres, La Mata de los Olmos, Montabán, Andorra, Alcorisa, Escucha y Linares de Mora-, había cinco violonchelistas -cuatro alumnas y la profesora del campamento, Ana Antón, que es profesora en la Escuela de Música de Teruel e intérprete en formaciones como Hidenisi Klezmer Experiment-. No es la primera vez que la banda del campamento de músicos de Alcalá lo es, ya que en otras ocasiones ha contado con contrabajos, pero nunca hasta ahora con chelos. 

El concierto contó además con siete directores diferentes, tantos como obras se interpretaron. Para tres de ellos, Marta Toledo -profesora de saxo-, Cristina Esteban -de oboe- y Dani Ferrer -de trombón- fue su estreno en la dirección. Como explicaba Antonio Civera, “este campamento es una buena oportunidad para los chavales para coger experiencia en la banda, aunque también lo es para los profesores para iniciarse en la dirección de banda”.
 
Parte de los clarinetes, trompas y trompetas. M. A.

La condición para participar en el campamento, que está financiado por la Diputación Provincial de Teruel, es que lo jóvenes tengan formación en el instrumento y pertenezcan a una de las bandas de música que existen en la provincia. Pese a que todos ellos tienen por tanto experiencia tocando en este tipo de formación, no ensayan ni tocan juntos de forma regular, por lo que sorprenden los buenos resultados que obtienen en tan solo nueve días. La pasión que sienten por la música es una de las claves, pero hacer cuatro horas y media diarias de clases y ensayos seguramente tiene más peso. 

El concierto fue muy heterogéneo porque no existe un criterio a la hora de elegir el repertorio, sino que cada profesor elige la obra que le apetece dirigir. En el caso de ayer la música arrancó con el pasodoble Viva Teruel, compuesto por Bernabé Sanchis y la dirección de Marta Toledo. Toledo, además de impartir clases de saxofón en el campamento, ofreció un taller sobre cómo minimizar y gestionar correctamente el pánico escénico.
 
Uno de los músicos de percusión, cuya sección ayer tuvo un protagonismo especial en el final del concierto. M. A. 

Otra de las debutantes como directora, Cristina Esteban, ofreció al público Antonin’s New World, un arreglo de Dizzy Stratford sobre la Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonin Dvorak, plagado de frases y motivos espectaculares y muy conocidos. 

Lorena Escriche dirigió a los músicos en la interpretación a continuación de The Baron of Dedem, una de las piezas para bandas de viento y orquesta de Carl Wittrock, que inspiró en la figura histórica de un noble y militar neerlandés. 

A continuación la banda ofreció un arreglo para banda de Copenhague, realizado y dirigido por Sebastián Guitarte, para atacar después una suite sobre la banda sonora de la película The Rock, compuesto Nick Glennie-Smith y Hans Zimmer y arreglo de John Glenesk. El tema, que dirigió Carlos Civera, repasó algunos de los movimientos más conocidos de la banda sonora de la película.

 Daniel Ferrer dirigió otra suite de música de cine, en este caso con una selección de los temas que forman parte de la banda sonora de The Greatest Showman, arreglados por Paul Murtha. 

Y para finalizar, Txelis Ocón, profesor de tuba y bombardino, ofreció al público un arreglo creado por él mismo y titulado Aragón suena, en que se iban intercalando diferentes temas relacionados con la comunidad autónoma; desde una jota hasta Son mis amigos de la zaragozana Amaral, pasando por el Himno de la Libertad de Labordeta o el Himno de Aragón compuesto por Antón García Abril, entre otros temas. Durante todo el arreglo tuvo un especial protagonismo la sección de percusión, que imitaba el sonido de una batukada entre tema y tema. El final del arreglo hizo bailar a todo el mundo, ya que el concierto se cerró con una adaptación a banda de la conocida Potra Salvaje, una canción que también tiene su parte aragonesa, ya que aunque fue compuesta por la segoviana Isabel Aaiún, la versión tecno lanzada por el DJ turolense Fernando Moreno fue la que la convirtió en la canción del verano, con más de 33 millones de escuchas hasta ahora. 

Esa conocida melodía puso fin al concierto y a un edición del Campamento de Jóvenes Músicos que transcurrió “con normalidad”, según Antonio Civera. El músico, que coordina el equipo de profesores del campamento, agradeció a la Diputación Provincial de Teruel que mantenga su apoyo a esta iniciativa creada desde hace más de tres décadas, y que es una de las que esta institución mantiene en marcha para seguir apoyando la actividad y la interacción de las bandas de música de la provincia. La DPT financia con 25.000 euros este campamento, de forma que el precio para las familias es muy económico. Otras ayudas de la institución en este sentido son los 60.000 euros con los que subvenciona a las Escuelas Municipales de Música y los 75.000 que dedica al Curso de Dirección de Banda. 

Durante el desarrollo del Campamento los jóvenes músicos practican en torno a cuatro horas y media al día, entre clases por familias musicales y ensayos grupales. Muchos de estos se realizan al aire libre, y bajo la carpa que la DPT instala a propósito para la cita. “Se han ido talando muchos de los árboles del exterior de la Colonia Polster debido a que estaban enfermos y ponían en peligro a los edificios”, explicó Antonio Civera. “Así que si no fuera por esa carpa no podríamos ensayar en el exterior”. 

Además de cierta cantidad de tiempo libre, los asistentes a este campamento también disfrutan de actividadaes guiadas, como talleres o concursos. Este año han disfrutado de una vista a la piscina municipal y de una excursión-yinkana, y se organizó un concurso para grabar y reproducir videoclips musicales populares, en el que participaron ocho cortometrajes realizados por diferentes grupos de alumnos y uno que realizaron los profesores. 

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