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Alcalá late  al ritmo de la naturaleza Alcalá late  al ritmo de la naturaleza
Algunos de los artistas, durante uno de los múltiples momentos de creación que se han desarrollado durante estos días pasados-. Louis Sicard

Alcalá late al ritmo de la naturaleza

El Festival Landares concentra en la sierra de Gúdar a una treintena de creadores de diferentes puntos del mundo
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Cruz Aguilar

Una treintena de artistas trabajan durante toda la semana en Landares, el festival de arte en la naturaleza de Alcalá de la Selva, para reflejar en sus obras, todas integradas con el medio en el que se encuentran, el ritmo de la madre tierra. Los ciclos vitales, el crecimiento, la evolución o el ritmo depredador del hombre son algunas de las temáticas abordadas por los creadores de Italia, Francia, Alemania o Taiwán que durante estos días se afanan por captar esa llamada de la tierra y transmitirla a todo aquel que pasee por la zona donde se van a colocar las obras.

Uno de los momentos del concierto del pasado jueves. Louis Sicard

Landares es el Festival de landart de Alcalá de la Selva y este año alcanza su séptima edición con récord de participantes. La propuesta surgió entre un grupo de amigos aficionados al landart, ahora ya está plenamente consolidada y aglutina a artistas tanto noveles como consagrados a nivel internacional.

Las materias primas para desarrollar la creatividad son principalmente elementos encontrados en el propio lugar, al que los artistas ponen en valor y les aplican su propia creatividad “para contar historias que este año tiene que ver con el ritmo”, apunta Josean Vilar, que es el director de Landares.

Los artistas, espectadores durante una de las actividades organizadas en el marco del séptimo festival de Landares. Louis Sicard

Cada uno plasma el ritmo que le inspira la tierra y que va desde el propio ciclo hasta la evolución o “la velocidad a la que estamos depredando la naturaleza y la respuesta de ella para intentar sobrevivir al impacto humano”, detalla. Vilar matiza que, aunque el tema central es el ritmo, éste se entiende “en un amplio espectro, cada artista lo interpreta de una forma, algunas son más participativas, otras más reflexivas, las hay de performance o las que introducen la música experimental”, enumera.

Papel preferente de la música

Precisamente este año la música ha adquirido un papel preferente a través de la visita de los músicos de Berlín Axel Dörner y Carina Khorkhordina, del colectivo Diàleg Obert. Los artistas llegaron desde Alemania para investigar y reinterpretar la música de vanguardia desde los parámetros del festival.

Axel Dörner, el pasado jueves durante el concierto. Louis Sicard

Landares se inició el día 24 de julio con la llegada de los artistas y una visita por la zona de trabajo con el fin de que conocieran diferentes aspectos del lugar, como la historia, la geografía, la geología o la botánica, “para introducirse en el paisaje y comenzar a buscar el concepto y los materiales con los que quieren trabajarlo”, especifica Josean Vilar.

Cada tarde, después de la jornada de trabajo, se realizan conciertos, performances y charlas a cargo de los artistas ya consagrados que participan.

Una de las propuestas artísticas que se podrán ver. Louis Sicard

La muestra se puede visitar en unos dos kilómetros de recorrido que parte del valle de la Virgen de la Vega, concretamente de la Masía de las Encrucijadas, que aunque está en estado de ruina es un referente en la zona. “Poco a poco las obras van surgiendo por el recorrido hasta llegar a la sima, donde concluye la visita”, concreta Vilar, quien añade que para hoy sábado está prevista la realización de un concierto “que será un diálogo con la puesta de sol” y que interpretarán los músicos berlineses. El domingo por la mañana se hará otro pase guiado, aunque no finalizará con concierto.

El festival tiene también una repercusión entre los turistas puesto que hay gente que, como apunta Josean Vilar, se desplaza hasta la localidad para visitar el festival: “Se trata de un perfil de turista muy interesante porque respeta la cultura y la naturaleza y tiene mucho interés en los asuntos que plantea este festival”. En este sentido los responsables de Landares destacaron que Alcalá constituye el escenario idóneo para la celebración del festival y alabaron el gran apoyo que tienen por parte del Ayuntamiento.

Las maderas son un recurso habitual en Landares. Louis Sicard

Vilar reconoce que Landares surgió entre un grupo de amigos y al principio eran ellos los que proponían a los participantes, pero este año se ha incluido también una invitación a los estudiantes de Bellas Artes del Campus de Teruel y también a artistas locales. Desde Teruel se han desplazado hasta Alcalá de la Selva los estudiantes Ignacio Aparicio, María Luis y Lydia Floría, además del artista ya consagrado Fernando Novella.

Entre los artistas que participan está Mònica Campdepadrós, una artista multidisciplinar que acude desde el Alt Ampurdá y que se ha propuesto la realización de una pieza que permita conectar el ritmo personal del visitante con el de la naturaleza. “Será como hacer una parada para escuchar el ritmo de la tierra, se trata de una pieza participativa, un megáfono o embudo para asomarse y conectar el ritmo personal con el de la naturaleza”, especifica.

Las materias primas proceden del entorno.Louis Sicard

Los materiales utilizados son troncos y cuerdas y Campdepadrós relata que precisamente el uso de los materiales es uno d los grandes retos de Landares, porque son “los que encuentras” y tienen que elaborar una obra de arte a partir de sus posibilidades técnicas. “Es muy diferente cuando trabajas en el taller, te tienes que adaptar a las características de cada material y al estado en el que está, hay que tener mucha escucha de lo que hay alrededor, y sobre todo no cortar nada vivo, tener mucho respeto”, especifica.

No es la primera vez que participa en un festival de landart, aunque sí se estrena en Landares, en Alcala´de la Selva, y valora la buena organización y también el tiempo compartido con otros artistas, “es algo muy preciado”, asegura, puesto que hallan mucha ayuda en ese intercambio de experiencias. “Tenemos un trabajo muy individual y poder compartir y estar con gente afín es bonito y enriquecedor”, asegura.

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