Alberto García, director general de Tauroemoción: “La crisis puede ser beneficiosa para el toreo, las estructuras están obsoletas”
“No tenemos una imagen de marca y quizá esta debacle nos haga reflexionar”, aseguraEl turolense Alberto García es el director general de la empresa Tauroemoción, que ya se ha convertido una de las principales firmas del sector en España. Además de la gestión de plazas de toros, García se está consolidando como apoderado de figuras.
-Anda la fiesta de los toros entre incertidumbres y desesperanzas, de ahí que pulsemos la situación que atraviesa el toreo con un empresario turolense con mando en plazas de otras latitudes. Pero comenzamos preguntando por la noticia que se ha producido hace apenas unos días. Joselito Adame es una gran figura en México que usted ya apodera...
-La verdad es que lo llevábamos hablando hace mucho tiempo. Es un torero importante con el marchamo de gran figura en su país pero en Europa aún no ha dado su verdadera dimensión y yo quiero colaborar en ese proyecto porque creo en él. Además creo que por su madurez y fuerza ahora tiene todas las de ganar.
-Por otro lado uno piensa que quizá con su apoderamiento demuestra interés por el mercado americano
-Si. Digamos que con su apoderamiento voy a conocer mejor cómo funcionan esos mercados y de estoy a expensas de que me informen si finalmente la plaza de Cali me la adjudican (horas después de esta entrevista se conoció que se la habían adjudicado). Sería muy importante para mí porque ese coso colombiano es legendario y sería la llave que me podría abrir esos mercados. Y con Joselito sé que podría conocer mejor cómo funciona la fiesta al otro lado del Atlántico.
-Muchos toreros en su nómina y no sé si eso obedece a algún tipo de estrategia
-Hay otros empresarios que también gestionan las carreras de varios toreros. Ahí tienes a Matilla que lleva a Morante, Manzanares y El Fandi. Y por otro lado tampoco debiera ser esto algo raro. En el fútbol hay managers que llevan las carreras de varios futbolistas y no tienen ningún tipo de problema. Pero lo que te quiero decir es que llevar a varios toreros no va a implicar colocarlos a todos en mis plazas. Tengo claro que el apoderamiento va por distinto sitio que mi actividad empresarial. Si interesa alguno en los carteles de una feria podré colocarlo y si no, pues no voy a tirar piedras contra mi tejado.
-¿Pero y los celos entre toreros?
No hay problema con ello. Piensa que Pinar está enfocado a entrar en carteles de corridas duras y que El Cordobés va a hacer una temporada de despedida en plazas de segunda y tercera con carteles bonitos. Yo creo que se complementan y que sus intereses particulares para nada están enfrentados. Y por otro lado está Emilio de Justo, un torero que es capaz de torear un Juanpedro de forma exquisita pero también puede ser emotivo y gallardo toreando un Victorino. Y eso es lo que se le está demandando a las figuras. Y en lo que respecta a Joselito Adame tiene que ganarse su sitio. La verdad es que no hay conflicto de intereses
-Hablaba de De Justo. Le está dando muchas alegrías pero uno nota que no termina de entrar como figura en las grandes ferias. ¿A qué se debe?
-Lo está consiguiendo poco a poco. De hecho esta temporada comenzaba entrando en Olivenza, Valencia y Castellón con carteles de relumbrón. Y en Madrid iba tres tardes, algo que ya determina una posición destacada. Pero esa percepción que se tiene puede deberse al pelotazo que dieron el año pasado Pablo Aguado con su triunfo en Sevilla y Ureña con el suyo en Madrid. Ocuparon mucho espacio y entraron en carteles fuertes. Si a eso unes las dos lesiones que sufrió Emilio y que le privaron de torear unas cuantas tardes pues se entiende esa percepción que se pueda tener. Pero no me cabe duda que De Justo ha de llegar a donde él se ha propuesto.
-De todas formas todo se ha roto con el problema sanitario que nos acucia. ¿Cómo está llevando esta situación un empresario taurino?
-Es un momento complicadísimo. Ten en cuenta que este negocio es estacional. Solo son ocho meses y hasta ahora no hemos facturado nada teniendo en cuenta que hay que hacer frente a los gastos fijos. El problema es grave porque el toreo es ocio de masas, justo lo que el virus está atacando. Pero fíjate que los que peor lo están pasando son los ganaderos. Tienen una situación muy difícil, la verdad.
-Oiga, ¿el toreo es invisible para el gobierno?
-Ayer (por el miércoles) era el día clave para que el Gobierno diera el paso adelante pero nos hemos llevado una gran decepción. Se nos habían hecho promesas pero el Real Decreto aprobado esta semana nos deja al margen de cualquier ayuda para esta actividad. Se ayuda al teatro, al cine y a cualquier ámbito de la cultura menos a la tauromaquia. Es doloroso porque se nos ha ninguneado teniendo en cuenta la gran aportación que en impuestos hace el toreo a las arcas del estado. Es indignante y solo es de esperar que se rectifique porque hay mucha gente que vive de esto.
-¿Corre peligro el toreo?
-No. Creo que al contrario. Yo creo que esta crisis puede ser incluso beneficiosa para el toreo. Mira… las estructuras de este espectáculo están obsoletas. No sirven para el siglo XXI. La prueba es que se nos han vetado regiones como Cataluña o Baleares y el número de festejos va descendiendo a pesar de que el toreo tiene muchos seguidores. El problema es que no tenemos una imagen de marca y quizá esta debacle nos haga reflexionar. Hay que poner nuevos cimientos a este negocio y es momento para ello. También porque el mundo rural va a salir reforzado con esta situación y el toreo es un espectáculo rural y se tiene que preparar para este posible nuevo tiempo. Y además otra cosa: El animalismo va a tener un problema si quiere coartar una actividad económica que da de comer a tantas familias. No son tiempos para jugar con el pan de la gente..
-Cambiando de tercio. ¿echa de menos Teruel?
-Lo de Teruel es algo más que un posible negocio. Teruel es mi ciudad y su plaza entra en el plano de lo sentimental.
-Entonces, ¿volverán las oscuras golondrinas…?
-Ahora hay una empresa que está tratando de hacerlo bien pero cuando salga a concurso sé que me voy a presentar y además sé que lo voy a hacer bien porque he aprendido mucho de mis errores, que por supuesto los cometí en su día. He ganado en experiencia y mi bisoñez de entonces ya no sería óbice para preparar grandes ferias y espectáculos muy interesantes.
-¿Le falta una plaza de primera para sentirse top ten?
-Hay plazas con las que uno sueña como Valencia o Zaragoza. Esos dos cosos los conozco muy bien como aficionado y también como recortador, de ahí que las tenga siempre en mente. Pero fíjate… Tengo 34 años y llevo 10 con mi empresa. Creo que llevamos buen ritmo y lo que tenga que llegar ya llegará. Y si eso es así será porque hemos trabajado bien todos estos años y porque la fiesta de los toros sigue viva.