36 rodajes y 2,1 millones de impacto económico directo en el primer año de vida de Teruel Film Commission de la DPT

Treinta y seis rodajes que han generado un total de 2,1 millones de euros directos en las diez comarcas de la provincia, en 284 días de actividad con productoras procedentes de España y de tres países diferentes. Son alguna de las cifras que ha dado de sí el primer año de actividad de la Teruel Film Commission (TFC), entidad que gestiona la Diputación Provincial de Teruel para coordinar la acción de todas las Film Commission comarcales que existen y la municipal de Teruel. Diego Piñeiro, diputado provincial del área de Cultura, afirmó que tras un año de actividad el balance es “excelente”, los objetivos marcados “se han cumplido” y las previsiones para el próximo año son incluso “mejores”.

Según los datos oficiales que hizo públicos ayer Piñeiro, esos 36 rodajes cristalizaron de un total de 73 solicitudes de información por parte de diferentes productoras, y se corresponden a 20 anuncios publicitarios, 7 rodajes de ficción entre series de TV y cine, 4 videoclips musicales, 2 docuseries de televisión y 3 de otra índole. Piñeiro aclaró ayer que “estos datos se corresponden a las producciones que ha gestionado la TFC, que no son todas. Hay producciones que tienen todas sus necesidades cubiertas y vienen, ruedan y se van, pero en general las productoras están apreciando muy positivamente esta labor”, ya que además de ofrecer acceso para un gran número de tipos de localizaciones diferentes, entre ellas algunas complejas de obtener, como las pistas del aeródromo o carreteras sinuosas y sin tráfico, “les ponemos en contacto con todo tipo de servicios locales que van a necesitar”, desde catering o gremios hasta profesionales vinculados con el audiovisual, como vestuario, maquillaje, ayudantes de producción o dirección, etcétera.

De todas las producciones, destacan la película El páramo o la serie web Bienvenidos al Edén, de Netflix, o un episodio de The Climb the HBO. En este sentido Diego Piñeiro se congratuló de que en el primer año de actividad de la TFC ya hayan utilizado sus servicios dos de las plataformas audiovisuales más importantes, “y estoy seguro que irán repitiendo en ejercicios próximos”.

En este sentido la primera experiencia cinematográfica con Netflix fue el rodaje de Centauro -que finalmente parece que llevará otro título­- por parte de Daniel Calparsoro, aunque no está incluida en este informe porque pertenece al ejercicio anterior, cuando la TFC todavía no estaba formalmente constituida. “De hecho fue esta producción, junto con la de García y García, la que nos llevó a decidir que era necesario crear una oficina de rodajes” que centralizara la actividad de las que ya existían e impulsara la creación de otras nuevas. En aquella producción de Netflix, que se rodó en Motorland y en Alcañiz, “conseguimos tener 20 kilómetros de autovía cortada durante 12 horas, algo muy complicado de conseguir en cualquier otro punto de España”, lo que fue muy positivamente valorado por Netflix.

Pero además también se rodaron en diferentes escenarios de la provincia cortometrajes como El buen padre o campañas publicitarias de KIA, Mercedes, Volvo o Hoff, entre muchas otras.

Además de ofrecer los servicios que necesitan las producciones, TFC también trabaja en el ámbito de la promoción. La DPT ha estado en la feria de turismo FITUR o en el Festival de Cine de Sitges, y tiene previsto durante la segunda quincena de marzo acudir al Festival de Cine de Málaga. “Nos estamos moviendo bien, pero lo más importante es que en este mundo el boca a oreja funciona muy bien, y nos están empezando a conocer, dando una buena impresión, en todas partes”.

Más de dos millones

El retorno estimado de los rodajes que ha gestionado la TFC en la provincia durante el pasado año es de 2,1 millones de euros. Un dato que Piñeiro quiso destacar es que “habitualmente en este mundillo se considera que el retorno de la industria del audiovisual es de 16 euros por euro invertido. En nuestro primer año el retorno ha sido de 80 euros por euro invertido”.

Este dato hace pensar a los responsables de la TCF que el audiovisual no solo es un mecanismo para promocionar turísticamente el territorio, sino que, sobre todo, “es una industria en sí misma, en la que tenemos mucho que ofrecer y mucho que ganar”, según Piñeiro. “No solo por lo ingresos directos que genera”, sino porque además genera trabajo para diferentes negocios locales e incluso “impulsa a que los turolenses puedan dedicarse al mundo del audivisual sin que tengan que salir necesariamente del territorio”.

El impacto económico durante este primer año de actividad de la TFC se ha traducido sobre todo en la hostelería, con más de 9.500 noches de hotel, destacando el área de la capital como la más de demandada por tener variedad de oferta. También ha sido importante este impacto en las comarcas del Jiloca, Matarraña, Sierra de Albarracín y Bajo Aragón.

El resto de ingresos se distribuye entre proveedores locales de servicios de catering, limpieza, logística en las localizaciones, seguridad, transporte, suministro de combustibles, profesionales sanitarios, suministro de materiales de construcción, gremios como albañiles, carpinteros y electricistas y servicio de figuración de animales.

En cuanto a los profesionales turolenses contratados en el ámbito propiamente audiovisual, Piñeiro explicó que se realizaron 33 contrataciones, en las funciones de jefe de producción, foquista, dirección de casting, ayudante de producción, auxiliar de producción, ayudante de arte, auxiliar de arte, jefe localización, ayudante de localización, jefe de vestuario y maquillaje, auxiliar de vestuario y maquillaje y actuación. Las producciones también han necesitado de figuraciones locales, y por ejemplo, en el cortometraje de Carlos Saura Goya 3 de Mayo, se requirieron más de 300 figurantes de la zona.

Otras funciones que ha demandado esta industria han sido blockers (personal para cortes de vías o acotar zonas de set) y runners, personal que asiste a cualquiera de las necesidades básicas de los equipos en un rodaje.

De las 73 solicitudes de localizaciones, asesoría o acompañamiento que finalmente se tradujeron en 36 rodajes, la mayor parte (70%) llegaron desde el área de Barcelona y el resto repartidas entre Madrid, Valencia y Zaragoza. Las productoras que finalmente rodaron provenían en su mayoría de Barcelona (17), de Valencia (8), de Madrid (5) y de Zaragoza (2), ademas de tres internacionales, de Bélgica, Lituania y Estados Unidos.

Diego Piñeiro explicó ayer que las diez comarcas turolenses han tenido presencia audiovisual durante el año. Lo más cotizado para las productoras son las carreteras con baja densidad de vehículos. El 60% de las peticiones han sido para este tipo de carreteras, además de las pistas asfaltadas de la infraestructura aeroportuaria de Teruel, muy demandada por la industria de la publicidad del sector de la automoción. Las vías más requeridas han sido las de titularidad municipal, como las vías asfaltadas cercanas a Camarena de la Sierra, la vía de entrada al Aeropuerto de Teruel es otra de las preferidas o la carretera provincial en el tramo entre Villaspesa a la Cubla.

Las localizaciones desérticas o los grandes espacios abiertos naturales han copado el segundo puesto de demanda, siendo los páramos centrales de la provincia, la rambla de Barrachina o el pico de Javalambre con las infraestructuras de Galáctica y alrededores del observatorio, que resaltan como localizaciones estrella, antes desconocidas para este sector. Y entre las localizaciones patrimoniales, destaca el interés por la vieja Central de Aliaga, el castillo de Peracense y los vestigios industriales abandonados.

En los últimos meses, la TFC también ha unido fuerzas con Aragón Film Commission tras el impulso que ha supuesto pasar a ser gestionada por la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión (CARTV). Además, se ha potenciado la red de oficinas fílmicas de la provincia, unidas a las comarcas y al Ayuntamiento de Teruel, lo que ha permitido ahondar en la marca de territorio Film friendly. La aportación de las oficinas fílmicas, que se va a formalizar este año a través de la firma de convenios, ha hecho que la provincia de Teruel cuente ya con más de 500 localizaciones catalogadas. A la del Jiloca, en marca desde 2019, se sumaron Sierra de Albarracín y Teruel en 2020 y Matarraña y Bajo Aragón en 2021. Este año se unirán Gúdar-Javalambre y Maestrazgo, con lo que ya serán siete las oficinas.

Estrenos este año

La mayor parte de las producciones rodadas en la provincia de Teruel en el último año todavía no se han estrenado y lo harán a lo largo de 2022. Es el caso de la publicidad de marcas como Lamborghini, Cupra o Citröen o el próximo estreno de la serie Bienvenidos a Edén y la película Centauro, una de las apuestas importantes de Netflix para este año.

En los próximos días está previsto que Miquel Romans comience en Calamocha el rodaje de Comando Gandulas, biopic de Neus Catalá que pasará unas tres semanas en la provincia. Además tres series de ficción de las grandes plataformas y un largometraje se encuentran actualmente en preproducción, lo que augura otro gran año para los rodajes en la provincia.

El Espacio de Servicios Audiovisuales será ampliado

Antes incluso que la propia Teruel Film Commission, en Teruel se construyó una nave de servicios audiovisuales, con diferentes instalaciones útiles para los rodajes, como un gran chroma o una pantalla gigante led para crear fondos, que se puso en marcha con una inversión a cargo del FITE durante el rodaje de García y García, de Ana Murugarren, en agosto de 2020.

Según explicó Diego Piñeiro, ese Espacio de Servicios Audiovisuales que gestiona la Diputación Provincial de Teruel, que se encuentra en el polígono Platea, será una de las herramientas que se potencien durante los próximos meses de cara a seguir ofreciendo un servicio de calidad a las productoras de cine y televisión. “Se ha completado la fase 1 de las tres fases previstas para esa infraestructura, que vamos a mejorar en asuntos como la sonorización o la calefacción para convertirlo en un gran plató de rodaje”. Para ello se ha presupuestado una partida de 400.000 euros procedentes del FITE, y aunque Piñeiro no quiso hablar de plazo concretos, dijo que “ojalá” esa tercera fase se complete antes de agotar la legislatura.