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Visitación Elena Jarque, profesora de Primaria y Lengua Extranjera: “La Sierra de Albarracín 
a finales del siglo XIX en Educación fue privilegiada” Visitación Elena Jarque, profesora de Primaria y Lengua Extranjera: “La Sierra de Albarracín 
a finales del siglo XIX en Educación fue privilegiada”
Visitación Elena Jarque, profesora de escuela rural

Visitación Elena Jarque, profesora de Primaria y Lengua Extranjera: “La Sierra de Albarracín a finales del siglo XIX en Educación fue privilegiada”

“Las maestras recibían un tercio del salario de los maestros y las escuelas de niñas eran incompletas"
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Visitación Elena Jarque participó el pasado sábado en la IX Jornada de Patrimonio Inmaterial Cultural de la Sierra de Albarracín, donde se analizó el papel de la mujer. Habló de “De mayor quiero ser maestra. La mujer en el mundo educativo. La escuela rural como un todo”.

-¿Qué ponencia imparte usted en la IX Jornada de Patrimonio Inmaterial de la Sierra de Albarracín?

-Como maestra que he pasado muchos años en la Sierra de Albarracín voy a hablar de las figuras de las maestras, de la figura de la mujer en el mundo de la educación. Mi ponencia no es de datos, sino que lo que pretende es rememorar nuestros recuerdos como estudiantes, como aprendices en una escuela y ligarlos a la figura de la maestra. Entonces enlazarlo con ese oficio de maestra que ha sido siempre muy propio de las mujeres, haciendo una reflexión del porqué hoy en día en la mayoría de los claustros y en la provincia de Teruel muchas mujeres cuando estudiaban y se preparaban para un trabajo que les tuviera proporcionar independencia y un salario la mayoría eran maestras. Así que hago un repaso de como ha sido la educación en la Sierra de Albarracín. Analizamos escuelas de niñas y maestras que han estado por esta zona. 

-¿Cómo ha sido la educación en la Sierra de Albarracín?

-Por una parte ha sido privilegiada porque cuando la provincia de Teruel, estoy hablando de finales del siglo XIX estaba dividida en partidos judiciales y el Partido Judicial de Albarracín es estudiado, todo el mundo se da cuenta de que tenía una cantidad de escuelas que garantizaba que por lo menos el 80% de los niños y las niñas que vivían en los pueblos de la Sierra de Albarracín, y por lo tanto, del Partido Judicial de Albarracín tuvieran la oportunidad de poder ir a la escuela. Hablamos desde de 1845 a 1920. Esto es una garantía de que si soy padre o madre de familia y tengo a mis hijos con escuela de niños y de niñas cerca puedo llevar a mis hijos al colegio. En este sentido era privilegiado. No todos los partidos judiciales tenían el mismo volumen de escuelas para niños o para niñas en ese periodo. Por otro lado, la estadísticas demuestran que reflejaban una realidad muy extendida y es que había más escuelas de niños que de niñas. Las condiciones de las escuelas de niños y de niñas eran diferentes. Hablamos de dotación, de edificios, de materiales y, sobre todo, la titulación y el pago que se hacía a los maestros era diferente que el de las maestras. El maestro tenía que ser titulado y la maestra no importaba. La mayoría de las escuelas de niñas la maestra era una persona que habían escogido pero que no tenía la titulación de maestra. Además si se analizan los sueldos siempre eran una tercera parte menos el sueldo que se daba a la maestra que al maestro. También las escuelas en aquella época se dividían en escuelas completas e incompletas. No tenía que ver con el número de alumnos sino con la cantidad de materia que se impartía en las escuelas completas. En la de los chicos había lectura, escribir, aritmética, geografía y en las incompletas, que eran las de chicas, era que aprendan a leer, a escribir y los cálculos más elementales. En la Sierra de Albarracín predominaban más las escuelas incompletas para las chicas y las completas con maestros titulados para los chicos. 

-Actualmente ¿cómo está el panorama?

-En general, en la provincia de Teruel y en Aragón hay una estructura que no nos tiene que hacernos sentirnos inferiores. Hay una estructura de Colegios Rurales Agrupados que tienen a nivel de dotación de personal, material e instalaciones nada que envidiar a los colegios de las capitales. Incluso se tiene alguna ventaja. La plantilla de profesores es muy similar y en cambio en un colegio grande el profesor especialista de música o de inglés tiene que atender a clases de más de 20 alumnos y los CRAs atenderá a grupos de alumnos mucho más reducidos de diferentes edades pero en el mismo aula. A nivel de como están cuidados los niños del medio rural tienen el privilegio de un entorno maravilloso y de un ambiente familiar, de acogida. En cuanto a dotación se está estupendamente. Lo que pasa es que a muchas personas le cuesta entender el hecho de ser localidades pequeñas pueden presentar dos dificultades. Una es que al no tener todos los alumnos la misma edad puede crear recelo. Entonces se tiene que hacer la reflexión de cómo se aprende de unos de otros independientemente de la edad que tengamos. Cuanto más diversidad hay en un aula se aprende más.

-Volviendo atrás, la escuela en la Sierra de Albarracín ha estado muy bien a nivel de educación...

-Ha estado muy bien en el sentido de que Teruel tenía siempre una escuela normal, que es donde se preparaba las maestras. Una de las opciones de las mujeres de la Sierra de Albarracín era estudiar en Teruel una carrera universitaria. Esta carrera, un diplomatura, permitía adquirir el trabajo de maestra y dedicarse a ser maestra. Hay que pensar también que estas mujeres maestras tenían que lidiar con una situación de que me tengo que desplazar a los pueblos y la dotación económica era menor. En el fondo está detrás la idea de que son maestras que terminarán casándose y dependerán de sus maridos, no importa que el sueldo sea menor. Hace falta meternos ya en el siglo XX para que los salarios sean los mismos y la igualdad,  las mismas condiciones.