Torre de las Arcas da visibilidad a su castillo con una charla y una visita

Torre de las Arcas celebra este fin de semana la I Jornada sobre su Castillo con diversas actividades, entre las que destaca una charla para dar a conocer la historia vinculada a esta fortaleza y una visita guiada.

Se trata de una fortificación que en su día perteneció a la Orden de Santiago y formó parte de la Encomienda Mayor de Montalbán. Para mostrar a vecinos y visitantes su rico pasado defensivo, Torre de las Arcas contará el sábado con la presencia del historiador Rubén Sáez y el arqueólogo Javier Ibáñez, que ofrecerán una charla titulada Los castillos de Teruel: un recurso excepcional. Tendrá lugar en el antiguo horno, que ha sido restaurado como sala de exposiciones y conferencia. En la ponencia, ambos expertos harán un repaso por la importancia de los castillos de Teruel, tanto desde el punto de vista patrimonial como turístico.

Desde el pasado 15 y hasta el próximo 29 de julio, el antiguo horno acoge la exposición fotográfica Castillos de Teruel. La muestra repasa las principales fortificaciones de la provincia de Teruel, cuyo número asciende a más de 500. Esta abundancia  responde a la ubicación geoestratégica del territorio en una encrucijada natural de caminos, lo que lo ha convertido durante los últimos mil años en escenario de diferentes conflictos bélicos.

La exposición está compuesta por 42 fotografías y un mapa general que ayuda a ubicar cada una de las fortificaciones presentes en las imágenes. El objetivo es mostrar al gran público la riqueza y diversidad del patrimonio fortificado turolense. Castillos, torres aisladas, murallas, masías fortificadas o iglesias fortificadas se alternan a lo largo de la exposición, trasladando al visitante a un recorrido imaginario por las diferentes comarcas. Junto a castillos conocidos, como los de Mora de Rubielos, Peracense o Valderrobres, el público también puede contemplar algunos sumamente desconocidos, caso de Los Ares de Pozondón o la iglesia fortificada de Jabaloyas. Se trata de la mejor carta de presentación para unos bienes patrimoniales que constituyen una de las señas de identidad de nuestra tierra y uno de sus principales recursos a nivel turístico. La muestra ya ha recorrido durante sus seis años de existencia numerosas localidades de la provincia.

Completará la jornada una visita guiada al Castillo de Torre de las Arcas por parte del equipo de Arcatur, la Asociación para la Recuperación de los Castillos Turolenses. Se trata de una de las fortificaciones señeras de la Orden de Santiago en la provincia de Teruel. En 1210 los santiaguistas ayudaron a Pedro II a conquistar Montalbán. Como recompensa por su contribución, el monarca les entregó esta plaza, que se convertiría en sede de la Encomienda Mayor de la Orden en Aragón. Sus dominios pronto se extendieron también por los actuales municipios de Torre de las Arcas, Castel de Cabra, Palomar de Arroyos, Escucha y Utrillas.

La fortaleza, de planta trapezoidal, se sitúa en la cumbre de una amplia loma, que en tiempos debió de compartir con la primigenia aldea de Torre de las Arcas, antes de su traslado, durante la Edad Moderna a su emplazamiento actual. Está construida con fábrica de mampostería con sillares de arenisca rodeno en esquinas y en el paño en el que se abre la puerta, con arco de medio punto. En su ángulo occidental hay una torre que resalta por encima de los muros perimetrales y que protege la puerta de acceso.

En su configuración actual, la fortaleza podría datar del siglo XIV, pudiendo haber servido de refugio para la población durante la Guerra de los Dos Pedros. En el interior del castillo es posible apreciar la presencia de aspilleras a dos niveles diferentes. En la parte trasera se localiza una poterna o puerta adintelada y de reducidas dimensiones, también en piedra rodeno. Daría a una especie de segundo recinto más pequeño, que se localizaría en la parte trasera del castillo, y que posiblemente estaría vinculado con la existencia de la antigua población de Torre de las Arcas.

La presencia de las ruinas de la antigua iglesia parroquial, junto al castillo y a la antigua aldea, hace que constituya un conjunto de gran interés patrimonial, por cuya puesta en valor está apostando el ayuntamiento de la localidad.