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Teruel se suma a la moda de las vías ferratas y cuenta ya con diez Teruel se suma a la moda de las vías ferratas y cuenta ya con diez
Teruel ya tiene diez vías ferratas

Teruel se suma a la moda de las vías ferratas y cuenta ya con diez

Todas son de escasa dificultad, orientadas al público familiar y están en las diez comarcas
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Cruz Aguilar

La provincia de Teruel cuenta con diez vías ferratas todas ellas de dificultad fácil por lo que están indicadas para realizar en familia. Está distribuidas por buena parte del territorio y tienen como nexo en común que están instaladas en paisajes espectaculares, algunos de ellos en plenas sierras y otros muy cercanos a los cascos urbanos, que se pueden admirar a vista de pájaro. 
Si hace unos años era el senderismo y las pruebas deportivas de montaña las actividades estrella del medio rural, poco a poco las vías ferratas van ganando terreno, según explica Carmina García, que es la autora, junto con Hazael Abad, del libro Ferratas hierro y roca. Guía de Ferratas, de Ediciones Vicente San Juan y que incluye rutas por Teruel, Castilla La Mancha, Comunidad Valencia y Murcia. La guía surgió a raíz de un blog que cada día recibe entre 150 y 200 visitas y que también está dedicado a este tema.
Explica que por las rutas que hay abiertas en la provincia de Teruel pasa todo tipo de gente, desde niños hasta personas de 50 o 60 años. Y es que este deporte lo practica principalmente la gente senderista que quiere ir un poco más allá. “Una vía ferrata supone subir de forma vertical, está a medio camino entre el senderismo y la escalada”, dice García, quien precisa que estas vías cuentan con sistemas de progresión que facilitan el ascenso. 
Los autores del blog y de la guía aconsejan que la primera vez que se practique el ascenso por una vía ferrata se haga acompañados por especialistas que sepan cómo colocarse los sistemas de seguridad y conozcan unas normas básicas. 
Para practicar este deporte es necesario ir equipado con arnés, disipadoras, mosquetón y casco. Los sistemas de seguridad sirven para anclarse a la línea de vida que hay en cada una de las vías. Para ayudar en la progresión hay escalones, cadenas o incluso los salientes de la propia roca, pero el escalador está en todo momento seguro puesto que permanece anclado a la denominada línea de vida.
Para Carmina García y Hazael Abad las vías ferratas son una pasión, ya que profesionalmente se dedican a la sanidad. “Hace muchos años que vamos a la montaña y sacamos la guía porque no había nada sobre el tema, para que la gente tuviera la información”, explica la mujer. 
La guía incluye una ficha sobre cada una de las vías ferratas en las que aparece el recorrido, el desnivel o el tiempo aproximado para llegar a ella y realizarla.
En la provincia de Teruel hay dos vías ferratas en Huesa del Común, la de Amadeo y Castillo de Peñaflor; la de Castellote es muy pintoresca porque permite además ver el castillo de la localidad y muy cerca, en Cuevas de Cañart, hay otra. 
La de Libros, Peña Grajera, es a su vez muy llamativa porque el visitante observa los tejados de la localidad a vista de pájaro mientras que Peña Palomera, en Torremocha del Jiloca, está en plena naturaleza. También hay otras en Manzanera (Agujas de las Alhambras); Formiche Alto (Estrechos de la Hoz) y las de Mas de Pau I y Torreta dels Moros en Fuentespalda.