Temor en el sector trufero por la caída en la demanda que causará la pandemia
La falta de clientes en restaurantes internacionales marcará la campaña que arranca en noviembreEl sector de la trufa espera la próxima campaña –que comenzará a mediados de noviembre– con una gran incertidumbre no tanto por la producción sino por la delicada situación que atraviesan los mercados derivada de la pandemia mundial provocada por el Covid-19.
La mayor parte de la trufa que se produce en España procede de la comarca turolense de Gúdar-Javalambre, donde el 80% del hongo sale al mercado internacional. El año pasado la crisis causada por el coronavirus en Asia a partir del mes de diciembre afectó a la venta de la trufa turolense por el cierre de los mercados. Los productores se temen que esta caída de la demanda vaya a más este año, principalmente por la caída del turismo y, con ella, de la demanda de la hostelería.
El presidente de la Asociación de Truficultores y Recolectores de Trufa de Teruel (Atruter), Julio Perales, explicó que aunque las fronteras no estén cerradas para la salida del producto, si no hay consumo los operadores no demandarán el preciado hongo turolense.
La oferta y la demanda es vital en un sector cuyos precios cambian semana a semana y pueden llegar a tener una oscilación muy elevada y motivada por cuestiones tan simples y habituales como la lluvia: “Si llueve mucho en una zona y no se puede entrar a recolectar, la trufa sube”, dijo.
Recordó que la caída en la demanda del mercado internacional de las últimas semanas de la campaña pasada a consecuencia de la expansión del coronavirus en Asia causó una importante caída en el precio. “Estamos en un momento de incertidumbre total para un sector en el que el 80% de la trufa sale fuera de España”, aseguró.
Manolo Doñate, propietario de Doñate Trufas, empresa mayorista con una importante cartera de clientes fuera de España, indica que la caída será generalizada tanto dentro del territorio como fuera de él debido principalmente a la crisis en la restauración. La mayor parte de la trufa se consume en restaurantes, ahora prácticamente vacíos por la pandemia sanitaria. “En este momento hay ciudades que tienen todo o al menos parte de sus restaurantes cerrados”, dijo.
Crecer en el mercado nacional
Julio Perales planteó como una óptima solución para dar salida al producto el incremento en el consumo a nivel nacional, algo que intentarán lograr a través de actividades de promoción que en la actualidad están preparando.
No obstante, para Manolo Doñate la producción jugará un papel fundamental. La demanda bajará, sin duda, pero si hay poca cantidad a consecuencia de las escasas lluvias estivales el mercado se regulará y la caída de los precios no será tan drástica.
Julio Perales comentó que las lluvias de primavera fueron buenas para la planta, pero matizó que no permitieron a los truficultores completar los trabajos de la tierra, como labrar o podar. “El suelo estaba blando y no pudimos terminarlos del todo bien, no sabemos cómo afectará eso a la producción de esta campaña porque la trufa crece bajo tierra y es difícil de predecir”, especificó.
En cuanto a las precipitaciones del verano, el presidente de Atruter comentó que se produjeron un par de tormentas pero que fueron insuficientes para garantizar una óptima producción.