Rubielos acompaña a sor Jackeline a recibir los votos como monja agustina

Tras siete años como novicia, la religiosa de origen keniata sor Jackeline recibió los votos solemnes en el Convento de las Madres Agustinas de Rubielos de Mora. Acompañada por otras hermanas de su congregación llegadas de diferentes lugares, por sus amigos, y por muchos vecinos de este municipio turolense ratificó su compromiso religioso.

“Para mí es un día muy especial porque es entregar toda mi vida al Señor”, destacó la hermana tras la ceremonia. La religiosa aseguró que había sido “muy emocionante” porque había estado arropada por mucha gente y se mostró muy agradecida con todos ellos.

El convento de clausura de Rubielos tiene actualmente seis religiosas y este nuevo paso de una de sus hermanas para confirmar su compromiso con la vida contemplativa es importante para su mantenimiento en un momento en el que en la provincia se vive el cierre de otras órdenes por la falta de nuevas vocaciones y por la avanzada edad de las religiosas.

El alcalde de Rubielos de Mora, Ángel Gracia, destacó que contar con una nueva hermana es positivo para el convento y también recordó la importancia que tiene para Rubielos la presencia de esta congregación.

Sor Jackeline subrayó que estar en un convento con tan pocas hermanas permite vivir la fe “como en una familia”. “Somos de distintos lugares pero cuando estamos en la comunidad estamos como una familia, no existe ni sangre ni nada, existe lo espiritual”, explicó.

La religiosa también destacó la estupenda relación que mantiene esta congregación con el pueblo, aseguró que se ayudan mutuamente y buena prueba de ello fueron los gestos de cariño de los vecinos de Rubielos durante la celebración de ayer.

La ceremonia religiosa comenzó a las 17.00 horas y estuvo oficiada por varios sacerdotes y vicarios de la Diócesis de Teruel y Albarracín y por responsables de la congregación de San Agustín.

Tras prometer sus votos de pobreza, castidad y obediencia, sor Jackeline tumbada en el suelo fue cubierta con pétalos de flores.

Seguidamente, arrodillada ante sor Gema, superiora del convenio de Rubielos, pidió ser acogida en esta congregación y ambas religiosas firmaron el compromiso.

La hermana recibió también el anillo símbolo de su compromiso con Jesucristo para toda su vida.

Las raíces africanas de sor Jackeline también estuvieron presentes en la celebración. Durante el Ofertorio, dos religiosas y dos seglares se acercaron hasta al altar con unos pañuelos keniatas y cantando una canción de este país como acción de gracias. También la hermana lució su pañuelo atado a la cintura en este momento de la ceremonia y llevó hasta el altar un ramo de flores.

Una vez finalizada la ceremonia, la religiosa recibió el cariño de sus seres más cercanos, sus hermanas, sus amigos y los vecinos del pueblo que le abrazaron y le desearon lo mejor en esta nueva etapa.